‘¡Ay, Santa Cruz!’, otra vez en 2009

El amigo al que le gustaban los años impares ha dejado de tener confianza en ellos. La perdió en un 2009 que, pese a su premonición positiva, fue un mal año para Santa Cruz de Tenerife, aspirante eterna a evolucionar como cocapital de Canarias, pero que no termina de arrancar como muchos desearían. Ya 2008 anunciaba una crisis que no ha hecho sino agudizarse en el plano social y ha tenido traducción política en una mayor inestabilidad tras la ruptura del pacto Zerolo-Llanos.

El año 2008 no fue bueno para la ciudad. Y 2009 ha sido peor. La traducción política de la crisis fue la anunciada ruptura del pacto municipal, reeditado a finales de año, entre otras cosas por la necesidad de aprobar el Plan General “fuera de ordenación”, en un nuevo acuerdo PP-CC, pero con Llanos, el pibe de Ofra, en un segundo plano. Ya no son buenos, por lo tanto, ni los años impares. Mi amigo, el de la esperanza en 2009, está asustado. Y datos para eso tiene de sobra: inestabilidad política; marcha atrás en el proyecto de Perrault para Las Teresitas, con la sombra de la judicialización del proceso de compraventa; declaración de emergencia social; y un litoral de espaldas al vecino, que otro verano más no se pudo bañar en un Parque Marítimo presa del progresivo deterioro.

Lo del baño en zona pública no fue posible o resultó más que complicado en el Parque Marítimo, inmerso otro año más en un enorme enredo judicial con lanzamiento incluido del concesionario. Y tampoco fue sencillo en los otros diez kilómetros del litoral santacrucero. No hay financiación para el proyecto de Añaza, el Palmétum continúa cerrado y eso no es noticia, y Valleseco, la posible segunda playa de la ciudad, sigue siendo un sueño. Las Teresitas se mantiene sin servicios ni accesos adecuados y la situación se complicó al aparecer un día lo que se intuyó como sospechoso vertido, que obligó a cerrarla durante un tiempo. Meses después, porque el estudio tardó bastante en darse a conocer, se demostró que era producto de la naturaleza.

El paisaje de la costa chicharrera está plagado de contenedores y aquello tan canario de mojarse las patas queda para el lago de la nueva plaza de España, incluido en el proyecto de los arquitectos suizos Herzog y De Meuron. Forma parte de esa conexión Puerto-Ciudad que el personal no termina de ver en su conjunto. El lago recibió a miles de seguidores del CD Tenerife en una de las pocas alegrías del año pasado, la del ascenso a Primera División, en junio de 2009. Y el lago recibió también a los indignados vecinos de Valleseco, que, con la herencia de una lucha de veinte años por bandera, salieron a la calle el 20 de julio para protestar por la aparición de un vertido de piche en la costa y solicitar la puesta en marcha del proyecto de esa mencionada segunda playa de Santa Cruz.

Emergencia social

En lo social, los datos son concluyentes: 25.000 chicharreros, el 25,54% de la población activa, en paro; 15.000 personas dependiendo de los Servicios Sociales para lo básico, o sea, comer; y 22.475 familias, dos de cada tres, con ingresos de menos de mil euros al mes. La declaración de emergencia social que el alcalde decretó el 11 de mayo de 2009 va a extenderse al menos hasta la mitad de 2010 a causa de este balance incontestable. Así, a la llamada de gobierno de concentración que llevó a cabo Zerolo a principios de año sólo respondió el único concejal del CCN, Ignacio González, precisamente para tomar la responsabilidad en Asuntos Sociales.

Mientras, el Partido Popular se mantuvo como socio hasta la ruptura del verano y el PSC se negó en rotundo desde el principio. Ciudadanos, con los eternos Guigou y Guimerá, pareció entonar el clásico un paso p’alante, un paso p’atrás; algo así como un sí, pero no. El primero asumió la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones como oposición, y el segundo fue nombrado consejero delegado de la Sociedad de Desarrollo tras ser defenestrado Llanos. Por cierto, ambos se quitaron de encima a una incómoda Odalys Padrón que a día de hoy se replantea su futuro político.

Pero los dos veteranos políticos votaron en contra de Coalición Canaria en el pleno municipal que acordó el derribo del mamotreto de Las Teresitas, o edificio de aparcamientos a la entrada de la playa, el 18 de septiembre. Un hecho histórico que supuso echar atrás todo el proyecto de urbanización de la playa del arquitecto francés Dominique Perrault, después de un acuerdo soberano actualmente denunciando ante la justicia de manera insólita por el propio alcalde. Pero esta ya es una historia del 2010.

Un caso sí resuelto en 2009, al menos en parte, la que corresponde a la vía administrativa, fue el del eterno conflicto del Valle de las Huertas. Urbanismo reconoció, y así lo ratificó el pleno municipal, que buena parte de los vecinos que llevan más de cuarenta años litigando por esas tierras son sus legítimos propietarios. Queda la vía judicial y definir indemnizaciones o participaciones en la urbanización del polígono de la trasera de la playa de Las Teresitas, un proceso ya histórico en el que el protagonismo ha ido pasando de la Junta de Compensación, a Inversiones Las Teresitas y ahora a Mapfre. Pero esa también es otra historia todavía sin resolver. Lo único claro es que el paso dado en 2009 es muy importante para los vecinos y su lucha.

La ruptura del pacto

Zerolo se quedó solo con su núcleo duro de Coalición Canaria a partir de la ruptura del pacto, primero con Llanos y luego con todo el PP municipal. Tuvo fecha, el 28 de julio, pero era la crónica de una muerte anunciada casi desde finales de 2008 por las desavenencias entre ambos líderes. Culminaron con unas explosivas declaraciones del político conservador sobre imputados en el Consistorio y la respuesta de la “pérdida de confianza” del alcalde. Lo cierto es que en el intervalo que va de septiembre, con el inicio del nuevo curso político, a principios de diciembre de 2009, el Ayuntamiento de Santa Cruz vio agudizada su inestabilidad con un nuevo PP en la oposición que la ejerció con dureza dentro y fuera del salón de plenos. Pero tal vez no fuera el auténtico PP, ya que, por otro lado, se abrían las negociaciones para dotar de la necesaria estabilidad al municipio, sobre todo en el largo proceso de aprobación definitiva de un Plan General de Ordenación que desató la caja de los truenos entre miles de vecinos por la hasta ese momento desconocida figura del “fuera de ordenación”.

El PGO fue aprobado por fin el 4 de enero de 2010, después de meses de controversia y debate vecinal, así como ocho largos años desde el comienzo del proceso de redacción por parte de sus padres, los arquitectos Juan Manuel Palerm y Leopoldo Tabares de Nava, y el abogado urbanista Fernando Senante. Miles de personas se manifestaron por las calles en contra de un documento en el que apreciaban tendencia al pelotazo y al beneficio de los poderosos siguiendo las tesis de un abogado, Felipe Campos, que mantuvo, como en 2008, su figura en la primera línea mediática. Siempre lo negó el alcalde, quien cada vez que puede lo califica del mejor plan posible, y el equipo de Urbanismo encabezado por la concejala Luz Reverón, que adquirió en este proceso tanto protagonismo como acumuló desgaste político. El cambio de orientación del PP fue clave para aprobar el Plan, aunque todavía no se ha dicho la última palabra.

¿Y el resto del espectro político municipal? Pues más o menos lo mismo de siempre. Por un lado, un PSC-PSOE que se parece cada vez más a una marca publicitaria. Su grupo municipal mostró claros síntomas de división y luego fue reconducido desde la dirección local del partido, al menos en una línea de unidad teórica, tras el cambio de portavoz: José Ángel Martín por Gloria Rivero. A la izquierda del PSOE está prácticamente todo por construir, aunque hay síntomas de inicio de un trabajo que puede dar muy buenos resultados a medio plazo.

Los barrios, otro componente básico de la estructura social y administrativa de Santa Cruz, y por ende sus vecinos, van por otro lado respecto a la política. Bastante tiene la gente con superar el duro día a día de la crisis. Por ello, cada vez existe una brecha mayor entre ciudadanos y política y, o mucho cambian las cosas en este año preelectoral, o Santa Cruz va camino de superar el vergonzoso 52% de abstención de las últimas elecciones locales, con 120.000 personas sin ir a votar. Un dato que lo dice todo.

Las gentes de Anaga reivindican su derecho a existir y se mueven con la sensación de un abandono secular por parte del Ayuntamiento, que demuestran hechos como que, ocho años después de la riada del 31 de marzo de 2002, muchas viviendas no hayan sido entregadas a los afectados. Mientras, el distrito Centro busca recuperar tiempos mejores, con la amenaza de la crisis empresarial y mucha población de paso, además de zonas, como El Toscal, sin solución urbanística clara.

El paro golpea con dureza en Salud-La Salle, sobre todo a una población inmigrante que es la más numerosa de todo el municipio. Por su parte, los vecinos de Ofra-Costa Sur luchan por mejorar los servicios y buscar señas de identidad que superen el desarraigo de gentes llegadas de otras partes del municipio, de la Isla o de Canarias. Por último, en el Suroeste, zona de expansión, las líneas de actuación municipal derivan hacia la idea de unir fuerzas y energías distintas: las de los que llegan desde todas partes para iniciar su camino independiente en La Gallega o Añaza y las de aquellos que llevan toda la vida en barrios como El Sobradillo o El Tablero. Dos formas de vida condenadas a entenderse.

Carnaval y otras cuestiones

No hay que olvidar el Carnaval de 2009, de momento el último del PP, porque la fiesta chicharrera más importante siempre es un termómetro a tener en cuenta. El lema fue el terror, ideal para un año tan complicado con la amenaza de la crisis. El balance, un aprobado alto, con un Carnaval de día consolidado y multitudinario, además de la vuelta al Recinto Ferial, pero con un trabajo de futuro frenado por los equilibrios políticos. Acabó la corta era del equipo Llanos-Oñate-Azpilicueta al frente de una fiesta de la máscara que volvió a manos de Coalición Canaria.

Y hay otras cuestiones que no sólo no se han aclarado, sino que se han complicado. Por ejemplo, el proceso de venta de Emmasa, que sigue en los tribunales; o la supuesta guerra en el ocio de la noche, bastante muerta, por cierto, un año más. Los locales sin uso del parque Bulevar fueron despachados con el pago de los últimos alquileres y la rescisión del contrato después de la denuncia de la oposición. Y cumplido ya el primer trimestre del nuevo año, no había Presupuestos para 2010; y eso que debían haberse aprobado en noviembre de 2009.

Por ello, las ganas de ser optimistas quedan totalmente eclipsadas por la cruda realidad. Casi habría que pagar derechos de autor a Los Huaracheros por su genial letra, porque se hace muy complicado resumir el año 2009 sin echar mano del ¡Ay, Santa Cruz! Y vienen mal dadas para 2010.

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