El PSC-PSOE ha vuelto a la primera casilla. Doce meses convulsos han desembocado en un congreso extraordinario que ha dado como resultado una flamante nueva Ejecutiva regional, con el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Pérez, a la cabeza. Así, la fuerza más votada de Canarias en las últimas elecciones autonómicas y municipales se coloca de nuevo en la casilla de salida, lista para iniciar la carrera hacia la nueva meta: los comicios de 2011.
En la próxima cita con las urnas, los carteles electorales del PSC-PSOE tendrán una nueva cara. Atrás queda el juanfernandismo que iluminó al partido hace tres años. Su entrada como un soplo de aire fresco fue clave para la victoria electoral. Ahora, muchos socialistas esperan que su salida provoque el mismo resultado. Y todo ello, tras un año 2009 que estuvo marcado por la candidatura del ya ex secretario general del PSC-PSOE Juan Fernando López Aguilar a las elecciones europeas. El también ex ministro fue repescado para ser, por tercera vez en menos de tres años, candidato electoral. Primero lo fue a la Presidencia del Gobierno de Canarias, después al Congreso de los Diputados, y a continuación a la Eurocámara.
Así comenzó un 2009 complicado para los socialistas, que siguieron adelante con su dura labor de oposición en el Parlamento regional, pero esta vez con su líder cada vez más lejos, en Estrasburgo. Una circunstancia que le valió duras críticas desde el seno de su partido. Dieron voz a los sectores contrarios a que el jefe de los socialistas mandara desde Europa, entre otros, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y ex presidente del Gobierno autónomo, Jerónimo Saavedra. El que otrora fuera su mentor arremetió contra López Aguilar acusándolo de “gobernar el partido por el móvil”. Otras voces críticas fueron la del diputado José Segura o la de quien fuera mano derecha del ex ministro de Justicia en el Parlamento autonómico, Francisco Hernández Spínola.
Las divergencias en el Grupo Parlamentario redundaron en el primer trimestre del año en la dimisión de Blas Trujillo, que fue portavoz en la Cámara durante pocos meses. Esta despedida colocó de nuevo en la primera línea de la política regional a Santiago Pérez. Finalmente, este movimiento de piezas situó al palmero Manuel Marcos Pérez como presidente del grupo parlamentario. Con la elección de José Miguel Pérez como secretario general ha vuelto a producirse una remodelación en el grupo socialista, personalizada en la resurrección de Hernández Spínola. Pero eso pertenece ya al año 2010.
Lo que sí se incluye en el análisis del pasado año, centrándonos en este caso en Tenerife, es la llegada en febrero a la secretaría general de Ignacio Viciana, que resultó elegido por sólo siete votos de diferencia con respecto el otro candidato, Guillermo de la Barreda. Viciana sustituyó así a quien fuera secretario general durante los cuatro años anteriores, José Miguel Rodríguez Fraga. Y en esa misma isla recibieron un duro golpe los socialistas en octubre de 2009 cuando CC y PP, haciendo gala de su sintonía habitual, arrebataron la alcaldía de Puerto de la Cruz a la actual presidenta del PSC-PSOE, Lola Padrón. La también diputada salió de la alcaldía como consecuencia de una moción de censura, que devolvió el cargo dos años después al nacionalista Marcos Brito.
En el capítulo de desavenencias internas es obligado citar las que tuvieron lugar en el grupo socialista del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. El gran cambio en la capital tinerfeña fue en la portavocía que ostentaba desde el inicio de la legislatura la diputada nacional Gloria Rivero y que terminaría por ceder al edil José Ángel Martín. Meses después, la gran división en el grupo la provocarían los desacuerdos ante el Plan General de Ordenación. Un desencuentro que se agravó cuando Rivero y el concejal Ramiro Cuende se ausentaron en un día crucial: el de la llegada a pleno del PGO.
En Gran Canaria, el partido dio el pistoletazo de salida a la legislatura con los pulmones llenos de aire. Los socialistas se habían hecho con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y con el Cabildo Insular, las dos instituciones principales, que arrebató limpiamente al Partido Popular en 2007. Tres años después, la gestión del histórico dirigente del socialismo canario, Jerónimo Saavedra, no se ha librado de las críticas. No sólo por su labor como primer edil, si no por airear las rencillas de su partido en los medios de comunicación, en lugar de hacerlo de puertas adentro.
Entre tanto, Pérez no ha dudado en alzar la voz para defender a su isla y arremeter contra el Gobierno autonómico en asuntos como la política presupuestaria, llegando a acusar al Ejecutivo de “aplastar a Gran Canaria”. Aún así, es alabado por sus adversarios políticos, entre ellos el presidente Paulino Rivero, que elogia su talante proclive al diálogo. Y aquí surge el quid de la cuestión: ¿tendrá Pérez demasiado interés por pactar?
Lo único cierto es que, más allá de los personalismos, el PSC-PSOE se ha vuelto a colocar en la primera casilla de una partida en la que está en juego un premio gordo, que no es otro que recuperar el Gobierno de Canarias 18 años después.
