La Audiencia de Cuentas de Canarias se marcó en septiembre de 2005 un objetivo muy ambicioso. La apuesta, muy necesaria, le está saliendo bien. Entonces a través del Pleno, su órgano de dirección, se decidió con fuerza y rigor, entre otros asuntos, por acercar la Audiencia de Cuentas, sobre todo a través de sus trabajos de auditoría pública, a la ciudadanía de las islas. Pero ¿cómo hacerlo? Con el Proyecto Avance. ¿Y qué es el Proyecto Avance?
El Proyecto Avance es la guía u hoja de ruta que integra las acciones e iniciativas que la Audiencia de Cuentas (entidad de fiscalización externa del sector público de Canarias) adoptó tras un amplio proceso reflexivo, con el objetivo central de orientar su función de control de la gestión económica y financiera del sector público más allá del tradicional control financiero y de legalidad, de manera que fuera posible la evaluación y el control de las políticas y los servicios públicos (lo que ya se hace en algunos de sus informes de fiscalización), con el propósito básico de ser útil en la toma de decisiones a los responsables de la gestión pública y de hacer visible información que es relevante para los parlamentarios y la ciudadanía en general.
El núcleo del Proyecto Avance se fundamenta en el mandato legal recogido en los artículos 6 y 9 de la Ley 4/1989, de creación de la Audiencia de Cuentas de Canarias, donde se señala que gracias a la ejecución del programa de actuaciones de fiscalización de esta institución (se aprueba todos los años) debe obtenerse un “juicio suficiente sobre la calidad y la regularidad de la gestión económica y financiera del sector público canario”. El Proyecto Avance contó con el apoyo unánime del Pleno de la Audiencia de Cuentas el 28 de septiembre de 2005 y, más tarde, fue refrendado por el Parlamento de Canarias a través de la aprobación de los créditos necesarios para llevar sus acciones a buen término, desde el ejercicio de 2006 hasta estos momentos.
Como consecuencia de esa evolución, hoy se puede decir que la Audiencia de Cuentas de Canarias (tras algo más de 20 años de historia y ya sentadas las bases para ejercer la función de control externo orientada principalmente a la fiscalización de la legalidad y la regularidad contable) dispone de un cimiento sólido sobre el que construir un sistema de control que esté en permanente actualización. Los representantes parlamentarios, los gestores públicos y la ciudadanía esperan de esta institución pública que, además de emitir opinión sobre el cumplimiento de la legalidad y la regularidad contable, se pronuncie sobre la calidad de los servicios y las políticas públicas, aspectos que hoy en día, por fortuna, se abordan en algunos de sus informes. En la actualidad, el control de la legalidad, pese a tener una importancia capital, resulta insuficiente para asegurar la óptima utilización de los recursos públicos. Y aquí radica, sin duda, una de las claves de la reorientación activada con el Proyecto Avance desde el año 2005.
Las instituciones con funciones en el control de los fondos públicos, como el resto de organismos democráticos, tienen el reto permanente de modernizarse y de adaptarse a las nuevas realidades, para que sus labores sean cada día más eficaces. Ello exige la gestión permanente del cambio. Además, está claro que la ciudadanía demanda cada vez más y mejores servicios a la Administración (en todas sus modalidades), que dispone de una capacidad económica siempre limitada. Y algo muy importante: la sociedad actual no sólo exige que el dinero público se utilice respetando la ley y que las cuentas de las administraciones públicas reflejen adecuadamente la actividad económica y financiera llevada a cabo por éstas, sino que a ello se une, ya incluso como reclamación esencial, el hecho de que la utilización de los fondos públicos se base en criterios de eficacia, eficiencia y economía.
Hasta hace poco tiempo, la Audiencia de Cuentas, como el resto de órganos equivalentes que existen en toda España, se había centrado más en las fiscalizaciones de regularidad que en las operativas o de gestión (las que analizan los servicios y las políticas públicas). Por ello, y como la Audiencia de Cuentas en el ejercicio de su función de control debe contribuir a la mejora de la gestión de las entidades que controla, con el fin de lograr una mayor eficiencia y eficacia en la utilización de los recursos, se dio forma y contenido al denominado Proyecto Avance. Éste, como ya se ha dicho, persigue la búsqueda de la calidad en un doble sentido: por un lado, para lograr la máxima eficacia y eficiencia en la gestión de las entidades públicas y de los servicios que éstas prestan, y por otro, para mejorar la gestión de la propia institución fiscalizadora y aumentar el rendimiento y la calidad de los trabajos que ésta realiza.
Con éstas y otras actuaciones, la Audiencia de Cuentas de Canarias, a través de su Proyecto Avance, profundiza aún más en el objetivo básico de ser útil a la ciudadanía, a los gestores públicos y a los parlamentarios: para conseguir, entre todos, que las cosas vayan mejor.