La industria, clave para la diversificación

El desplome del ladrillo y las dudas sobre la recuperación turística han abierto un hueco a la industria en Canarias, que pelea por convertirse en la clave para la diversificación de una economía en horas bajas. Los industriales canarios señalan que el relevo en la economía sólo se podrá materializar si se prorrogan hasta 2020 las distintas líneas financieras al sector. De ahí, la importancia de contar con ayudas como el REA, el AIEM y las subvenciones al transporte interinsular de mercancías.

Las ayudas europeas a la industria apenas representa el cinco por ciento del total, pero Asinca considera que la continuidad de este apoyo “resulta vital”, sobre todo después de que el pasado año el paro industrial se viera incrementado en casi un 20%. “Europa debe ser muy receptiva y sensible con la posibilidad de dar continuidad a las medidas, porque deben entender que sin ellas no habría actividad industrial. Además, ven que está repercutiendo en el consumidor”, señala Pedro Ortega, vicepresidente de la patronal.

La industria quiere convertirse en el mejor bálsamo para aliviar la recesión económica que atraviesa la región. Este sector, que busca aligerar la elevada dependencia del Archipiélago del turismo y de la construcción, confía en mantener las 7.000 empresas activas. Y ello, cuando la región aparece como la única comunidad autónoma en la que su sector empresarial industrial aún no supera el 5% del número total de empresas. Sin embargo, el sector cuenta con todos los condicionantes para hacerse notar en el peso del Producto Interior Bruto (PIB).

Entre las primeras bazas están los concursos eólicos de Canarias, la entrada del gas y el impulso de los nuevas subestaciones eléctricas. Esa primera cita con las energías alternativas llevó a más de 500 empresas a interesarse por hacerse con la asignación de 440 megavatios de potencia eólica de los nuevos parques eólicos. Además, el atractivo de este concurso se constató al comprobar que las grandes eléctricas del país se presentaron a esta convocatoria y buscaron socios y terreno para acudir a la puja para hacerse con un pedazo del pastel.

Canarias impulsa así la consecución del objetivo previsto en el Plan Energético de Canarias (Pecan 2006-2015), aprobado por el Parlamento de Canarias. Además, este documento fija en 1.025 megavatios la aportación de potencia de origen eólico para el año 2015, en función de la potencia máxima admisible para cada uno de los seis sistemas eléctricos de Canarias. Por su naturaleza, recuerda el Ejecutivo regional, las nuevas infraestructuras energéticas implican plazos de trámite y de ejecución considerables, por lo que es deseable que la implantación de nueva potencia eólica se produzca de una manera escalonada.

La llegada del gas

Otro de los escalones en los que se apoyará la industria para seguir avanzando en su empeño por ganar terreno al resto de sectores se centra en la entrada del gas a Canarias. La empresa Gascan (Compañía Transportista de Gas Canarias) no renuncia a que las plantas de gas natural previstas en Canarias sirvan también para alimentar el consumo doméstico en las zonas capitalinas y el sur. Así, las canalizaciones previstas para llevar el combustible desde las plantas regasificadoras hasta los núcleos urbanos contemplarán la posibilidad de que se pueda acercar a los domicilios, además de a las pequeñas empresas. “Podrá usarse para el consumo doméstico si hay interés en ello”, reconocen desde Gascan, “porque técnicamente nada lo impide”.

La llegada del gas natural desde la planta regasificadora hasta estos núcleos no será antes de los años 2013-2014. Asinca defiende también ante Europa el mantenimiento de la ficha financiera para la implantación del gas más allá del año 2013, pese a los contratiempos que ha sufrido. Según los estudios que manejan, su uso como fuente energética alternativa puede suponer un ahorro de unos 300 millones de euros. Además, advierte que un cambio en el sistema tarifario, como se ha llegado a hablar, puede causar un sobrecoste de 700 millones. De esta forma, el gas debe entrar en Canarias por la puerta grande, porque supone un gran ahorro económico de cara al futuro. En este punto, Asinca respalda la instalación del gas en Canarias, tanto en el puerto de Granadilla como en Arinaga.

Además, el gas servirá para reforzar el actual sistema eléctrico de Canarias, que aún cuenta con deficiencias. Prueba de ello, han sido los repetidos apagones que han sufrido los canarios en los últimos meses. Para alcanzar un mapa de riesgo cero, el Ejecutivo canario ha presentado una proposición de ley por la que asumirá competencias para autorizar las infraestructuras eléctricas necesarias que eviten nuevos apagones en Tenerife o la posibilidad de que se puedan dar en Gran Canaria o Fuerteventura ante la fragilidad de sus sistemas.

Con esta iniciativa, promovida por CC y PP, el Ejecutivo autonómico modificará la ley del sector eléctrico para promover líneas de tendido o subestaciones superiores a los 50 megavatios por la vía de la excepcionalidad, aunque vayan en contra de los planeamientos insulares. La proposición de ley presentada por CC y PP responde a la alarma creada con el último apagón en Tenerife y el anuncio del presidente Paulino Rivero de asumir su responsabilidad y tomar las decisiones para evitar que vuelva a ocurrir.

El consejero de Empleo e Industria del Gobierno canario, Jorge Rodríguez, indica a este Anuario que “con esta medida se pretende garantizar que haya suficiente cobertura eléctrica de la demanda” y evitar ceros eléctricos “no sólo en Tenerife, ya que los sistemas de Gran Canaria y Fuerteventura son igual de frágiles”. Rodríguez señala, además, que con este cambio legal se permitirá la rápida ejecución de los proyectos anunciados por Red Eléctrica de España de cara a duplicar las subestaciones de Caletillas (Tenerife), Jinámar (Gran Canaria) y la de Fuerteventura para asegurar sus sistemas ante fenómenos meteorológicos adversos.

El ‘blindaje’ del sistema

Otro de lo pasos para blindar mejor el sistema eléctrico regional se centra en la realización de tres subestaciones eléctricas que permitirán evitar que se repitan los apagones eléctricos en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura. Estas infraestructuras no estarán en funcionamiento hasta dentro de cuatro años. Desde la Consejería de Industria reconocen que estos proyectos requieren un largo proceso de trámites administrativos y de ejecución, por lo cual se tomarán medidas provisionales para evitar que las Islas se queden sin servicio en momentos puntuales, sobre todo ante unas adversas condiciones meteorológicas.

“Dos años para disponer de los informes de impacto medioambiental y otros dos años más para su construcción, ya que es un trabajo que se lleva a cabo sin cortar la red general”. Éste es el plazo fijado por el consejero de Industria para disponer de los recursos técnicos suficientes para evitar que se repitan los ceros eléctricos que han afectado a islas como Tenerife y Lanzarote en el último año, pero que también han tenido antecedentes en Gran Canaria. Las nuevas subestaciones se instalarán en las centrales de Caletillas, Jinámar y Puerto del Rosario, siguiendo las recomendaciones de Red Eléctrica. Mientras tanto, la Consejería asegura que se van a tomar medidas provisionales de seguridad para garantizar las comunicaciones eléctricas y evitar que se repitan los apagones.

Lo que sí es cierto es que la construcción de las tres nuevas subestaciones requiere un largo proceso de tramitación, tanto para conseguir los estudios medioambientales como en la realización de las obras, cuya complejidad radica en que no se pueden dejar inactivas las centrales durante su ejecución. Además, el Comité de Seguimiento del Plan Energético de Canarias (Pecan) deberá evaluar la capacidad de almacenamiento para poder impulsar las energías renovables. Así, aboga por estudiar las redes de transporte, analizar los condicionantes europeos, la evolución de las nuevas tecnologías ligadas a la producción de energía y el tratamiento que debe tener el transporte terrestre.

En todo caso, la demanda eléctrica ha caído en los últimos años como consecuencia de la crisis económica, y que esta nueva realidad obliga a un ajuste del Plan Energético de Canarias. En este sentido, el Gobierno apunta que es necesario seguir apostando por el gas y por las energías alternativas, sobre todo la eólica y la fotovoltaica. En cambio, cree que la proyección del hidrógeno ha sufrido un proceso de estancamiento.

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