Vivimos una época de cambio, nuevas transformaciones están generando una revolución profunda en las condiciones de existencia de la humanidad. Atravesamos una fase de notable contracción económica, con resultados demoledores para una alta proporción de personas. Son esos sectores sociales los que centran la prioridad de nuestro quehacer como representantes públicos. Hemos de ser capaces de concretar de forma inminente acciones y recursos encaminados a liderar un proceso en el que deben primarse las garantías para proporcionar medios básicos a las familias que se encuentren en mayores dificultades. En esta etapa es preciso mantener plena confianza en nuestra gente, que en las últimas décadas situó a estas islas a la altura de las sociedades modernas. Confianza que debe ser reforzada con la optimización del gasto público sin reducir las partidas correspondientes a servicios sociales, pues la inversión pública debe contribuir a la generación de actividad y empleo, única fórmula para superar la situación actual.
El Cabildo de Gran Canaria hace frente a la adversa situación combinando medidas de corto plazo con las de largo recorrido, convencidos de que éstas no pueden achicarse ante el sombrío panorama de lo inmediato. Establecimos en su día la prioridad para las políticas sociales, cuyas partidas no han dejado de crecer en los tres últimos años pese al descenso en más de un tercio del ingreso de nuestros recursos. Hemos mantenido también al alza la inversión pública directa, al objeto de paliar la caída de la privada. Y hemos contenido el endeudamiento en los márgenes de las normas de la estabilidad financiera. Hemos colaborado asimismo en aliviar la precariedad de otras administraciones locales y nuestros programas de empleo han tenido consecuencias muy positivas, especialmente en el cuidado de nuestro territorio y de nuestro medio ambiente.
También hemos entrado en el diseño de nuevas formas de movilidad, como las del transporte guiado, e impulsado un claro avance para las comunicaciones insulares; incorporamos nuevas fuentes de energía alternativas a las convencionales que pronto nos permitirán pasar a posiciones de liderazgo nacional en la producción de las primeras para el consumo eléctrico (tal y como ocurrirá con la futura central hidroeléctrica de Chira-Soria). Asimismo, hemos iniciado actuaciones básicas para nuestros sectores de actividad, como las que posibilitan la reunión de las cuatro administraciones de cara a la reconversión del sector turístico o las actuaciones destinadas a la recuperación de los espacios agropecuarios con los estímulos para la mayor presencia de los productos de nuestra tierra. Y preparamos nuevos espacios para las actividades de la innovación económica, ya sea las vinculadas al mundo marino en Taliarte o Telde, o a las que puedan generar valor añadido junto a las infraestructuras de las comunicaciones aeronáuticas.
Por paradójico que parezca, este puede ser el comienzo de un tiempo de inéditas y excelentes oportunidades para nuestro Archipiélago. Nuestros agricultores y ganaderos empiezan a ganar de nuevo el suelo de cultivo y la tierra de labor seguros del aprecio social que adquiere el resultado de sus esfuerzos. La solidez de base de nuestro sector turístico, que nos mantiene desde hace medio siglo en posiciones de liderazgo internacional pese a la creciente competencia, conjugada con la necesaria y ya iniciada desde el Cabildo de Gran Canaria renovación de la planta alojativa obsoleta, posibilitarán que sigamos ganando nuevos mercados. Y nuestros jóvenes, generaciones que cuentan con la mayor preparación de cuantas las precedieron, son palpable constatación del prometedor futuro que tiene en Canarias por su magnífico potencial humano e, indudablemente, por su estratégica posición como plataforma de comunicaciones del Atlántico medio.
Pienso por ejemplo en las posibilidades que posee la biotecnología, en particular las que se aplicarían a la industria de la salud o a la agroalimentaria. En la zona de mayor biodiversidad mundial su despliegue puede conformar un enclave extraordinario para estas industrias del futuro. Poseemos lo más necesario: recursos y conocimiento. También una generación cualificada para tales menesteres. Falta el convencimiento decisivo que deslice la voluntad de los agentes económicos. Ésta llegará y confío que primero sea desde el interior de nuestras clases emprendedoras. Por todo ello, trabajamos por un territorio que apuesta por el desarrollo sostenible, lo que conlleva el apoyo a políticas de empleo y de empresas que constituyen el tejido empresarial necesario para iniciar el camino de la recuperación económica.
Como ejemplo de actuación, en 2009 hemos puesto en marcha un Plan de Medidas urgentes 2009-2010, dotado con 85 millones de euros, para un conjunto de acciones destinadas a impulsar la actividad económica y a generar empleo. Este plan complementa el iniciado en 2009 con partidas relevantes para los 21 municipios de Gran Canaria, está mejorando las infraestructuras en la Isla y ayuda a dinamizar la economía, creando miles de empleos. Pero no podemos olvidar a las familias que reclaman ayudas de emergencia social, para quienes el Cabildo de Gran Canaria ha destinado numerosas partidas. Y junto a esta atención preferente a lo inmediato, hemos impulsado acciones para mejorar nuestro modelo productivo y hacerlo más sostenible. Así, a principios de 2009 se puso en marcha el Plan de Medidas para el Fomento de la Competitividad de Gran Canaria, con el consenso con los agentes económicos, sociales e institucionales de la isla.
Igualmente, en aras de mejorar nuestras infraestructuras, se está realizando un esfuerzo para adecuar nuevas rutas aéreas y marítimas, ampliar la terminal del aeropuerto y convertirlo en un nodo logístico, junto con la expansión del Puerto y la mejora de la red de telecomunicaciones de la isla y de ésta con el exterior. Avanzamos también en mejorar el funcionamiento de las administraciones públicas para ganar en productividad y servicios a la comunidad. Para ello contamos con el apoyo indispensable de la Administración del Estado que se ha volcado de manera inequívoca con Canarias en inversiones que verán sus frutos a medio plazo (parque aeroportuario, sistemas de transporte guiado, regeneración de zonas turísticas…) y en la puesta en marcha de políticas de empleo específicas para nuestras islas.