En los últimos lustros se está produciendo un fenómeno realmente curioso dentro del audiovisual canario. La explosión de realizadores aislados ha dado paso a la proliferación de experiencias que buscan un espíritu de consolidación en la aún pequeña industria sectorial del Archipiélago. Y ahí se vislumbra la intención de un colectivo que apuesta cada vez más por materializar fórmulas que mejoren el marco de acceso al mercado audiovisual.
Apellidos como Caldas, Fresnadillo, Toledo, Quiroga, Díaz, Koppel, Vilageliú, Guzmán, Carnero o Ríos, que en los años noventa apostaron por renovar arquetipos en la estética y en la narrativa, siguen manifestando su inquietud artística. Pero han legado el testigo a otros casos emergentes en la primera década del siglo XXI como Cánovas, Perea, Baute, Pantaleón, Melián, Gil, Ode, Alayón, Falcón, Fernández o Moreno, todos ellos cargados de nuevas y originales ideas. Además, se mejora el marco de acceso al mercado audiovisual, pues la Administración empieza a poner instrumentos para la agilización del trámite de las ayudas financieras, al tiempo que se crean asociaciones y entidades que defienden intereses conjuntos y que están comenzando a enterrar el hacha de guerra de ese estúpido pleito insular estimulador de estériles juegos de competencia.
Por una parte, se está enfocando la atención hacia una parcela extremadamente atractiva: el fortalecimiento tecnológico del I+D+i y un interesante despliegue de artistas que ponen en marcha multipremiados proyectos de animación 3D. Exponentes claros son, sin ir más lejos, las trayectorias de cineastas-animadores como Damián Perea o Manuel González Mauricio, este último coproductor del primer largometraje de animación 3D canario: Hiroku y los defensores de Gaia. Y en el apartado de I+D+i también hay avances notorios como el grupo de investigadores de la Universidad de La Laguna, que, con un experimento reciente, han logrado aumentar hasta 25 veces la definición de las futuras cámaras para la televisión en 3D.
Reactivación de iniciativas
2009 ha sido un año clave no sólo en méritos artísticos: El extraño, del tinerfeño Víctor Moreno, logró el Gran Premio del Jurado a la Mejor Película (ex aequo) de Jameson Notodofilmfest; y Dime que yo, del grancanario Mateo Gil, fue Goya 2010 al Mejor Corto de Ficción (producido entre 2008 y 2009). Éstos son algunos ejemplos, entre otros muchos. También ha sido un año de vertebración de iniciativas (de apoyo decidido al desarrollo de producciones) que parten del Gobierno de Canarias a través de Canarias Cultura en Red y de otros organismos, como los cabildos de Tenerife (a través del Programa Tenerife Innova) y de Gran Canaria (a través de la Sociedad de Promoción Económica).
Las acciones a realzar son, por ejemplo, la coordinación del paraguas informativo y de servicios del audiovisual canario gracias a la creación del portal www.objetivocanarias.com; la fundación del CIEDAC (Centro Internacional de Estudios para el Desarrollo Artístico en Canarias), primera empresa canaria especializada en la formación integral de actores orientados a televisión y cine; o la constitución de la Fundación Canaria Animática, creada a través de un grupo de empresas y profesionales entre cuyos propósitos se encuentra el impulsar un cluster audiovisual que agrupe el potencial creador de las empresas regionales sobre una base tecnológica y de investigación.
Entre otras mejoras impulsadas por la Administración y por los principales interlocutores sectoriales hay que recordar la elaboración del Libro Blanco del Audiovisual de Canarias, junto a MRC, ITC y ACEPA; el programa de distribución de cortometrajes Canarias en Corto y el Laboratorio de Escritura Audiovisual de Canarias (LEAC) para la formación de buenos guionistas. Tampoco desmerece, ya que se propicia la consecución de proyectos en plazo, la firma de las bases para la ya inminente Coordinadora de Festivales de Cine de Canarias, plataforma que reúne a representantes a los ocho festivales audiovisuales que se celebran actualmente en las islas y que pretende mejorar y defender la diversificación de la oferta cinematográfica en Canarias, a la vez que representar a los festivales de las islas en las redes y estructuras de este tipo de citas en los ámbitos nacional e internacional.
Por el contrario, en el apartado docente es necesario señalar que las dos universidades canarias aún carecen de ofertas de educación audiovisual reglada. Si bien se aplauden planes como los que se generan en el Centro de Estudios de Canarias (Cecan), donde se imparten talleres sobre los distintos oficios internos del cine y la televisión, o los planes de estudios de la imagen implantados en institutos de Formación Profesional, las dos universidades canarias aún carecen de ofertas de educación audiovisual reglada, lo cierto es que la carrera de Comunicación Audiovisual está aún vedada a nuestro territorio. Y aunque hay voluntad de compensar este vacío con nuevos planes de estudios, los seminarios puntuales que se organizan no cubren esta urgente necesidad.
Plató natural y talentos
Y, cómo no, sería imposible clausurar un balance de 2009 sin citar el éxito que ha cosechado Canarias como plató natural entre varias productoras importantes a nivel nacional o internacional. Los tres filmes que se me colocan en la frente son Los abrazos rotos (de Pedro Almodóvar, estrenada el 18 de marzo de 2009), Hierro (de Gabe Ibáñez, estrenada el 15 de enero de 2010) y Furia de Titanes (de Louis Leterrier, que llegó a las salas en abril de 2010, justo con la llegada de la Semana Santa). Con ello queda patente la fuerza que puede llegar a tener, sobre la pantalla, las peculiares características geológicas de nuestro Archipiélago.
Finalmente, también es necesario seguir manifestando un firme apoyo al cine canario que sale de nuestras fronteras gracias a la creatividad de nuestros equipos. No olvidemos el trabajo de realizadores, guionistas-cineastas o productores, como Juan Carlos Fresnadillo, Mateo Gil o Andrés Santana, en la proyección fílmica externa. Nuestra pequeña industria sigue inquieta, pero también expectante respecto a su necesario fortalecimiento.