Santa Cruz Verde 2030 es el proyecto de regeneración y reordenación urbanística más importante en estos momentos de todo el Estado español y, por supuesto, es el más importante, desde el punto de vista urbanístico, que existe en Canarias, a lo que se une que es un proyecto absolutamente innovador y pionero. No podemos olvidar que se trata de reconvertir una refinería de petróleo en una ciudad sostenible”. Quien afirma esto es el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, quien, en 2018, como presidente de la Corporación municipal, firmó un acuerdo que tiene como objetivo la regeneración urbana de los terrenos que en la actualidad ocupa la Refinería de Tenerife, lo que permitirá la transformación de la ciudad ceon la ejecución de un proyecto denominado Santa Cruz Verde 2030.
Desde entonces se han ido dando pasos para hacer realidad un proyecto en el que se reúne buena parte del futuro urbanístico de una ciudad que reclama más espacios verdes, más vivienda pública, instalaciones para la práctica deportiva o nuevos accesos que agilicen la entrada y salida de la ciudad. Todo esto se podrá conseguir gracias a los casi 600.000 metros cuadrados que liberará la Refinería de Santa Cruz una vez abandone este emplazamiento que, si en su nacimiento se mantenía alejada del centro de la ciudad, con el paso del tiempo y el crecimiento de la misma, ha acabado integrada en el mapa de barrios de la capital.
Pero no solo se trata de ganar esos metros cuadrados para hacer de Santa Cruz una ciudad con más y mejores dotaciones, sino también una ciudad más sostenible. Desde que la industria dejó de refinar petróleo, la calidad del aire en la ciudad ha mejorado considerablemente. No se puede olvidar que el Gobierno de Canarias elaboró un Plan de Calidad del Aire específico para Santa Cruz, precisamente por la presencia de una industria como la del refinado del petróleo en sus límites municipales.
Cepsa, propietaria de la Refinería, ha iniciado el proceso de desmantelamiento comprometido, y ya son tres los tanques que han desaparecido de la estructura, y se ha continuado con el desmontaje de la planta de producción que disponía de tres grandes chimeneas, así como de diversas estructuras internas. El compromiso es continuar ese proceso que deberá estar terminado en 2030, encargándose también la empresa de la descontaminación del suelo.
En concreto, la propuesta prevé que, de los 573.000 metros cuadrados de superficie, unas dos terceras partes quedarán como suelo público, concretamente, el 67% de dicha superficie adquirirá la calificación de suelo público, con la finalidad de crear zonas verdes, equipamientos y dotaciones, mientras que el resto será suelo de carácter lucrativo, donde se desarrollarán usos residenciales, turísticos o terciarios. También están previstos nuevos accesos al mar, un paseo marítimo y viarios.
En paralelo, tanto el Gobierno de Canarias como el Cabildo de Tenerife, de la mano de la Gerencia Municipal de Urbanismo de Santa Cruz, han ido avanzando en la planificación urbanística de este espacio, imprescindible para diseñar la ciudad del futuro que se alzará en este punto del municipio.
Además, se fija la necesidad de definir los instrumentos de planeamiento, la normativa urbanística y las formas jurídicas de cooperación entre las diferentes administraciones públicas y Cepsa que deban ser aprobadas o modificadas para poder llevar a cabo este plan Santa Cruz Verde 2030 en las debidas condiciones de seguridad jurídica y estabilidad del marco normativo aplicable.
Para conseguir este último, el Consistorio ha encargado a la empresa pública Gestur, que pertenece al Gobierno canario y al Cabildo, la redacción del plan especial que recogerá la propuesta de la ciudad que se construirá sobre el suelo de la Refinería. Una propuesta que, según la concejala de Urbanismo, Zaida González, “tendrá mucho que ver con el convenio que se firmó en 2018, con los parámetros y líneas generales que se establecieron en aquel momento”. De esta forma, el 70% del suelo será público, “con diferentes dotaciones e instalaciones, parques, jardines, paseos, nuevos viarios y zonas de baño”, y menos del 30% será suelo privado “con usos de ciudad, con oficinas, viviendas, hoteles, etcétera”, de cuya gestión se encargará Cepsa. “Y también el Ayuntamiento, pues hay una parte de aprovechamiento privado en materia de vivienda del que se encargará el Consistorio”, detalla la concejala.
A principios de este año, Santa Cruz se dirigió al Gobierno de Canarias para solicitar la suspensión del planeamiento en este ámbito con el objeto de agilizar la ordenación urbanística. El alcalde se dirigió tanto a la Presidencia del Gobierno de Canarias, como a la Consejería de Planificación Territorial, explicando la necesidad de buscar una fórmula que permita agilizar la ordenación de estos suelos, trabajando en ella de forma paralela al proceso de salida de la Refinería del municipio. “Estamos ante un proyecto estratégico que va a condicionar la expansión de la ciudad hacia el sur. No existe en Canarias un proyecto de este nivel desde el punto de vista urbanístico, ni desde el punto de vista del desarrollo urbano”, subraya el regidor.
El Ayuntamiento de Santa Cruz defiende que para alcanzar los objetivos derivados del plan Santa Cruz Verde 2030 se debe pasar irremediablemente por una modificación de la ordenación vigente, no solo desde el punto de vista urbanístico (municipal), sino territorial (insular), a lo que se suma, además, la intervención de las administraciones con competencias sectoriales en el ámbito. De ahí que sea necesario un instrumento que aúne todas las derivadas de la ordenación de este espacio.
Estos objetivos se concentran en la apertura al mar, gracias a la recuperación del encuentro de la ciudad con el mar a través de un gran sistema de espacios libres conectado con el Palmetum y el Parque Marítimo y la regeneración del litoral a través de una zona de baño o playa, un puerto deportivo y un paseo marítimo peatonal y ciclista, conformando, además, un gran espacio público multifuncional.
Además se pretende impulsar la relación con el mar a través del Balcón al mar de la ciudad, en el acantilado sobre La Hondura, con el paseo Anaga-Añaza (Peatonal de Cornisa), generando además un circuito transitable, fundamentalmente deportivo, ligado al sistema de espacios libres citado anteriormente, incluyendo la prolongación del carril-bici por el litoral hasta Añaza.
Movilidad y accesibilidad
De vital importancia resulta la adaptación del trazado del sistema viario territorial (TF-4), básicamente para tráfico portuario, de manera que sea posible crear una zona deportiva lúdico-recreativa asociada al litoral. La conexión de este sistema con el gran espacio libre que se crea y los existentes Palmetum y Parque Marítimo conformará un espacio multifuncional vinculado al ocio de la ciudad, garantizando la relación con el mar.
Este cambio en la movilidad permitirá habilitar una nueva entrada rápida a la ciudad por el sur alternativa a la TF-4, situada al norte de los terrenos del plan Santa Cruz Verde 2030, y de una nueva rambla de penetración a la capital, entendida como la espina dorsal de la nueva urbanización definida en este documento.
En el apartado de infraestructuras, se contempla la construcción de un nuevo intercambiador de transportes que, además, facilite la ejecución del proyecto del futuro tren al Sur de la Isla, mientras que en lo referente a las dotaciones públicas, el objetivo es la generación de espacios que permitan implantar dotaciones públicas para equipamientos y usos comunitarios, como los sociosanitarios, docentes, culturales, social-asistenciales o de seguridad y protección ciudadana, por lo que también se llevarán a cabo las cesiones para vivienda protegida correspondientes a un proceso de renovación urbana.
Otra de las patas de esta ciudad del futuro serán los espacios verdes. Para ello se articulará un eje verde de conexión entre las Ramblas de Santa Cruz y el Palmetum y el Parque Marítimo, y se creará una gran zona verde al norte de la actuación propuesta.
En el ámbito de la sostenibilidad, se trabajará para que los edificios produzcan su propia energía, con fuentes renovables, además de cumplir los objetivos que la directiva europea señala para la implantación de los llamados edificios de consumo de energía casi nulo (EECN). Se aplicarán criterios de sostenibilidad a todas las actuaciones previstas, en el ámbito público y privado, como la generación de energías renovables en espacios públicos para el alumbrado y la señalética, con el uso de tecnologías eficientes.
El uso de agua regenerada para riego de zonas verdes y monitorización en tiempo real del consumo de energía de la zona y de la generación de energía mediante fuentes renovables, así como de consumo de agua, también forman parte de los objetivos de sostenibilidad del proyecto.
En el apartado referente a la economía, se buscará el fortalecimiento de la actividad económica de la ciudad y la creación de empleo a través de la generación de espacios para el desarrollo turístico -tanto hotelero como extra-hotelero-, comercial y administrativo, con oficinas y sedes de empresas.
Tecnología e innovación
Las actividades de descontaminación contarán, en todo caso, con las capacidades que se dispongan en la Universidad de La Laguna y en el tejido tecnológico local existente, mediante mecanismos para mejorar su capacidad y experiencia, de forma que puede ser necesario constituir un sector local vinculado a la innovación en ese campo en torno al Parque Tecnológico.
Todo esto contará con la colaboración de Cepsa, que apoyará al Parque Tecnológico en el desarrollo de sus proyectos de transferencia tecnológica, en particular en el desarrollo de su oficina de proyectos de transferencia junto a la Universidad, otros centros de investigación de la isla, la Escuela de Organización Industrial (EOI) y el tejido económico local.
Y por último y no menos importante, la participación ciudadana estará presente en el desarrollo de todo el proyecto, de forma que se incluirán los procesos de participación ciudadana precisos, mediante la escucha activa a los vecinos de Santa Cruz en todas las fases de actuación, desde la transparencia y el intercambio continuo de información.