Qué mejor tema para inspirar el Carnaval de 2008 que el de la Magia. Y es que harán falta muchos trucos, un poder del más allá y bastantes polvos mágicos para que los carnavaleros olviden lo que ocurrió en la fiesta pasada. El Ayuntamiento de Santa Cruz, con Maribel Oñate como concejala de Fiestas, y el director de la Gala, Jaime Azpilicueta, que ha vuelto, lo tendrán muy, muy difícil.
Si el examen que se les presenta a los responsables del Carnaval ya es complicado, el teniente de alcalde de la corporación local, Ángel Llanos, se ha empeñado en acrecentar la dificultad al repetir una y otra vez que, los de 2008, serán los mejores carnavales de los últimos quince años. Azpilicueta es más prudente y asegura que eso no se puede prometer, “aunque intentaremos que sea el mejor de los últimos años, eso sí, con la ayuda de todos”. Sin duda, no será un trabajo fácil, pero Llanos lo ha apostado todo.
En 2007, junto a las sombras de los vecinos que seguían, y siguen luchando, para que el Carnaval se vaya del centro de Santa Cruz, se celebró una Gala de la Reina, en el Recinto Ferial, que quedará grabada en la mente de muchos. Y no precisamente por su espectacularidad, sino por el dolor de mandíbula que sufrieron muchos al no poder cerrar la boca, del asombro, durante todo un espectáculo que prometía brevedad y fue el más largo de la historia. Aunque eso no fue lo peor.
El bailaor Rafael Amargo era contratado ese año 2007 como director de la Gala por el ex concejal de Fiestas, Bruno Piqué, que duró muy poco en el cargo, dejando el muerto a Hilario Rodríguez. Piqué eligió a Amargo porque querían hacer un Carnaval diferente, dejando a un lado a Jaime Azpilicueta, que se había marchado tras su Gala de las Tribus, un acto que no gustó mucho y que realizó “por encargo”, como el propio Azpilicueta ha señalado, “pues no estaba de acuerdo con las ideas de Bruno Piqué”.
Amargo comenzó con muy mal pie en la Isla y con sus primeras declaraciones provocó el malestar de muchos carnavaleros. Pocas semanas antes de la Gala, muy pocos sabían como iba a ser ese acto, aunque Amargo prometía sorpresas y estaba convencido de que iba a gustar. Al final, los grupos del Carnaval apenas aparecieron, pero sí lo hicieron Belén Esteban, Bibí Andersen, o Rosario Mohedano (sobrina de Rocío Jurado), entre otros, en un acto que diferente sí que fue, pero que convirtió a la Gala de la Reina en un festival de vaya usted a saber qué.
Las reacciones fueron rápidas y en el Ayuntamiento se lavaron las manos, asegurando que no sabían lo que Amargo tenía preparado y que él había pedido una libertad que la corporación no le negó esperando un acto a la altura del alto caché que éste cobraba. El alcalde de la capital, Miguel Zerolo, y el concejal Hilario Rodríguez declaraban tras la Gala que no querían saber nada de Amargo, que había destrozado el Carnaval y que no le iban a pagar todo lo prometido. El propio Jaime Azpilicueta declaró en esos días que él le advirtió al Ayuntamiento lo que iba a pasar y que se ofreció gratuitamente a resolver la Gala en quince días. Azpilicueta ha llegado a decir que Amargo es un “inútil”, un “maleducado” y que no tiene idea de dirección escénica.
Un Carnaval del PP
Eso sí, Azpilicueta aclaró que la culpa no fue de Amargo, “sino del concejal de turno que lo contrato, del que le dejó hacer y de quien no supo echarlo”. Y ahora tendrá que ser él quien se encargue de hacer olvidar lo sucedido; eso sí, con mucho menos dinero. Además, se ha convertido, por primera vez, en el asesor técnico de un Carnaval que se celebrará bajo la batuta del Partido Popular, tras el pacto de gobierno con Coalición Canaria.
La edil de Fiestas, Maribel Oñate, y el teniente de alcalde, Ángel Llanos, ambos del PP, han prometido hacer el mejor Carnaval, recuperar los actos durante el día, comenzar los conciertos más temprano, traer a artistas invitados “con clase”, ofrecer una Gala de la Magia espectacular… Incluso intentaron llevar la final de murgas al Heliodoro, pero se han quedado con las ganas porque el CD Tenerife juega el fin de semana como local y es imposible compatibilizar los dos actos.
Con los dirigentes del PP ha llegado también un nuevo escenario, el ubicado junto a los aparcamientos del Parque Marítimo (esperamos que no haga mucho viento) y un posible acuerdo con los vecinos que piden el traslado del Carnaval, pues prometen más medidas de control del ruido y podrían sacarlo de la zona actual en los próximos años. Probablemente, el de 2008 también será un Carnaval difícil de olvidar…