Remando frente a la pobreza

LA POBREZA EN CANARIAS, ¿QUÉ HA OCURRIDO?

El pasado año tuve la suerte de ser invitado a escribir en este anuario. Inicié el artículo presentado datos del impacto social de la pandemia en Canarias. En su informe anual sobre desigualdad, Oxfam Intermón calculaba que la población isleña en situación de pobreza relativa se había incrementado en 2,31 puntos, y que el reparto de la riqueza era más desigual.

No obstante, el 2020 había finalizado con la satisfacción mostrada por el Gobierno de Canarias por el reparto del fondo europeo de reconstrucción. Canarias recibiría 630 millones, siendo la Comunidad Autónoma mejor financiada. Y con ello reafirmaba el mensaje de que se trabajaba para que saliéramos todas y todos juntos de la crisis, tratando que nadie se quedara atrás.

¿Qué ha ocurrido desde entonces? Según el XII Informe sobre El estado de la pobreza, en 2021, la pobreza severa en Canarias experimentó un aumento del 0,1% en 2021 y afecta ya a 365.055 personas que viven en hogares con ingresos inferiores a 454 euros mensuales por unidad de consumo. Estos datos sitúan al Archipiélago como la región con mayor pobreza severa del país, según los datos de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de Canarias (EAPN).

El IX informe FOESSA sobre sobre Exclusión y Desarrollo Social en Canarias se centra en el año 2021. Indica que ha habido un aumento de la pobreza hasta alcanzar al 29,1% de la población canaria. Señala una menor distancia del indicador de pobreza severa entre Canarias y Estado, si bien en Canarias sigue siendo superior (19,6% en Canarias por 11,3% en España). Señala también la digitalización como nuevo factor de exclusión motivada por la brecha digital. Hace hincapié en el rostro femenino de la pobreza. Y también señala un colectivo novedoso: la juventud. Uno de cada tres jóvenes entre 19 y 29 años están afectados por procesos de exclusión social (33%) en Canarias, lo que les impide construir proyectos de vida para hacer la transición a la vida adulta

En febrero de 2022, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha generado un importante aumento del IPC. En octubre de 2022, según datos ofrecidos por el ISTAC, presentaba una tasa interanual en octubre de 2022 del 7%. En este aumento, la estrella es la subida en la alimentación, que se sitúa en el 15,6%. A pesar de una tasa de desempleo decreciente y un incremento importante en las políticas de protección públicas al calor del dinero europeo, el aumento del IPC es probable que genere mayores índices de pobreza en este año 2022.

¿QUÉ HACER?, ¿EN QUÉ DIRECCIÓN REMAR?

No queda otra opción que seguir remando. Que seguir buscando soluciones. Y en eso estamos.

En eso estamos las Entidades Sociales. En eso estamos una parte importante de la Administración Pública, especialmente la más ligada a las áreas de protección social. Y me atrevo a decir que en eso estamos una parte del sector productivo, que busca innovar y crear riqueza.

Pero, ¿en qué dirección remar? Desde la Fundación Don Bosco hacemos una apuesta clara. Debemos remar en la generación de redes de apoyo a itinerarios integrados de inclusión.

Yassine Halin, un joven de 28 años, ha abierto su peluquería en Santa Cruz de Tenerife. Yassine ha querido lanzar un mensaje. Su peluquería se llama peluquería Don Bosco. En el artículo en prensa, Yassine dice “Don Bosco me sacó de la calle y por eso le he puesto su nombre a mi peluquería”. Es un joven agradecido. Sin embargo, lo que había que decirle es que él salió de la calle y desde Don Bosco le hemos acompañado en su proceso. Y digo bien. En su proceso. En su proceso de buscar una alternativa habitacional. De buscar una fórmula de aprender español y aprender a aprender en España. De orientarse en un campo profesional y de formarse en el mismo. De buscar las primeras experiencias laborales. De iniciar el desafío de montar un negocio. Y en el desafío de no dejarse llevar por la desesperanza en este proceso.

Yassine no necesitaba proyectos, necesitaba un plan, un camino, o como se dice de forma más técnica, un itinerario. Y ese camino es evidente que está jalonado de etapas. Y en esas etapas son necesarios proyectos determinados. Pero sobre todo necesitaba un camino.

Ahora que ser joven en Canarias se vislumbra como un factor de vulnerabilidad, humildemente consideramos que ésta es la dirección en la que remar. Debemos construir iniciativas estables de inclusión que permitan acompañar a personas en situación de vulnerabilidad en su camino.

¿QUÉ HA OCURRIDO CON EL DINERO EUROPEO Y LAS POLÍTICAS DE INCLUSIÓN?

Pues básicamente, y siendo poco riguroso, hay que decir que ha ocurrido de todo. En general se han multiplicado las iniciativas de carácter social.

Por un lado, se han desarrollado iniciativas de carácter compensatorio destinados a la población en general. Básicamente, medidas para paliar el impacto del incremento del coste de la vida en el bolsillo de las unidades familiares.

Por otro lado, se han desarrollado iniciativas a través de convocatorias públicas de subvenciones que han seguido el patrón que voy a denominar antiguo. Es decir, más convocatorias, con más dinero, buscando generar más proyectos a corto plazo. Algunas realmente han sido iniciativas poco comprensibles. Convocatorias muy bien dotadas donde desarrollar proyectos por periodos de siete, ocho o nueve meses. Es poco entendible que se promuevan proyectos que nacen y mueren en un periodo tan corto de tiempo. Proyectos que no sabemos exactamente qué impacto tienen en los procesos de inclusión de las personas. Con plantillas poco estables. En no pocas ocasiones, estas convocatorias se han publicado por la falta de una estrategia clara a medio plazo y una infradotación en personal que alimente la maquinaria de la Administración Pública. Ambos elementos han hecho que o se publiquen así o se tuviera que devolver el dinero que ha llegado a Canarias.

Es llamativo que en algunas de estas convocatorias, la Entidades Sociales directamente han desistido presentar proyectos. Y su espacio ha sido ocupado por otra tipología de entidades. En otras se ha alzado la voz, y la propia Administración ha tratado de ampliar los plazos de ejecución y agilizar los plazos de resolución.

Pero recordemos que las convocatorias deben ser diseñadas para apoyar los procesos de inclusión de las personas. No solo buscan financiar proyectos de orientación, de formación laboral o de empleo social. O proyectos de ayudas básicas o de desarrollo de medidas compensatorias puntuales. Son instrumentos al servicio de un bien mayor. Su finalidad última es ayudar a las personas que el sistema sitúa en una situación de alta vulnerabilidad.

Por último, es necesario indicar que se siguen haciendo esfuerzos por construir espacios donde se diseñen nuevas políticas. A estas nuevas políticas en ocasiones no ha habido tiempo de que llegue el dinero público. En otras ya sí. Pero al menos se están poniendo los medios para generar un marco diferente.

A nivel Estatal, ha sido una alegría constatar que la apuesta de la nueva Ley de ordenación e integración de la Formación Profesional. Dedica su artículo 71 a personas con especiales dificultades formativas o de inserción laboral. E indica que con fines de cualificación profesional e integración social de jóvenes mayores de 16 años pertenecientes a grupos desfavorecidos, “Se promoverá la colaboración y participación de la administración local, de entidades sociales del tercer sector para la inserción laboral y de centros de segunda oportunidad“. En definitiva, el desarrollo de Escuelas de Segunda Oportunidad que posibiliten alianzas estables entre entidades del tercer sector y la Administración Pública para su desarrollo.

A nivel de la Comunidad Autónoma hay que hablar de los pasos dados en la definición del Catálogo de servicios y prestaciones. Un instrumento que determina el conjunto de prestaciones y servicios del Sistema público de servicios sociales de Canarias. Y que esperamos que ayude a organizar las acciones a desarrollar por todas las Administraciones públicas competentes en esta materia en los distintos niveles (autonómico, insular y municipal).

Por otro, la publicación, el 13 de enero del 2022, del DECRETO por el que se aprueba el Reglamento del concierto social en el ámbito de los servicios sociales de la Comunidad Autónoma de Canarias. ¿Imaginamos servicios de inclusión social estables?, ¿servicios fruto de una alianza entre la Administración Pública y las Entidades del Tercer Sector? ¿Imaginamos unos servicios de calidad donde las Entidades Sociales no tengamos que renovar equipos periódicamente porque los profesionales ven cortados su periodo de contratación por el fin de convocatorias? ¿Unos servicios auditados donde la renovación del concierto dependa de criterios de calidad en la prestación del servicio? Ese nuevo camino ya es posible.

A nivel más micro, muchas son las iniciativas. Permítanme que indique sólo tres. El programa INTEGRA impulsado por la Dirección General de Derechos Sociales, que tiene como destinatarios unidades familiares perceptoras de PCI. Un programa que aúna los esfuerzos de un conjunto importante de Entidades en Canarias empeñadas, junto a la Dirección General, en construir servicios estables de inclusión en colaboración con los Ayuntamientos. Lamentablemente, al no desarrollarse el concierto social, esta iniciativa se mantiene en el tiempo desde el año 2018, pero se ve interrumpida anualmente por el desfase temporal entre convocatorias.

El proyecto Barrios por el Empleo:Juntos Más Fuertes, impulsado por el Cabildo Insular de Tenerife. Un proyecto que a nivel insular nació en 2015. Y que reúne ininterrumpidamente el esfuerzo por aprender de Cáritas de Tenerife, Cruz Roja, Fundación General de la Universidad de la La Laguna, la Fundación Don Bosco, y FIFEDE. A la que se ha sumado SIMPROMI para trabajar con personas con discapacidad. Este proyecto es referencia regional, y dada su estabilidad ha conseguido ofertar recursos estables que apoyan los procesos de inclusión de las personas participantes, al tiempo que el conocimiento acumulado permite desarrollar procesos de mejora en relación a la respuesta.

Por último, el esfuerzo y el compromiso del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por generar una estrategia en el trabajo con personas sin hogar. Unido al esfuerzo de dotar a la estrategia de proyectos de continuidad coherentes entre sí, desarrollados por una importante variedad de Entidades Sociales. A esta iniciativa se ha unido el Ayuntamiento de La Laguna. Y actualmente, se ha asomado el Cabildo de Tenerife, que ha impulsado junto a Cáritas un estudio de la realidad de las personas sin hogar que va por su segunda edición y que ha desembocado en este año 2022 en el desarrollo de I JORNADAS PARTICIPATIVAS SOBRE INCLUSIÓN SOCIAL Y SINHOGARISMO, como paso previo para generar una estrategia insular.

Sin dudas hay muchas más. Y de hecho soy consciente de que cito dos iniciativas locales de Tenerife. Pero que sirvan sólo de ejemplo.

¿CÓMO SEGUIR REMANDO?

Necesitamos ser valientes. La población canaria en situación de vulnerabilidad precisa de políticas valientes. De políticas estables. No sólo de ayudas, que también son necesarias. Sino de oportunidades que organizan dichas ayudas y los proyectos que se impulsan. Es preciso creer que si ofrecemos oportunidades estables y organizadas, un abanico importante de personas en situación de vulnerabilidad van a sacar su potencial y pueden alcanzar la inclusión. Además, es preciso creer que es necesario transformar un modelo productivo que genera exclusión para que todas y todos quepamos en él. Las personas vulnerables no quieren estar en situación de vulnerabilidad, así de claro, lo están porque se les empuja.

Para ello, desde la Fundación Don Bosco, nos sumamos a dos apuestas.

Por un lado, al sentir de no pocas Entidades y equipos de distintas Administraciones Públicas, que desean romper con una multiplicidad de acciones promovidas por distintas unidades de gestión, con poca o nula relación entre sí por el enorme volumen de trabajo que soportan. Deseamos dar un paso hacia la integralidad.

Rememos en la construcción de redes territoriales de inclusión que aglutinen los recursos presentes en un territorio concreto. Redes capaces de dar respuestas integrales a las unidades familiares vulnerables, coordinándose entre sí y permitiendo itinerarios que faciliten a las personas transitar de forma sencilla entre unos recursos y otros.

Y para ello, proponemos dar cuatro pasos:

  • Definir cuáles son distintos colectivos afectados por la exclusión o la vulnerabilidad.
  • Detectar las necesidades que presentan dichos colectivos.
  • Construir de itinerarios tipo de inclusión según colectivos, que incluyan respuestas demandadas por dichos itinerarios.
  • Desarrollar un análisis por territorios que permita determinar por zonas qué respuestas se hayan presentes y cuáles en necesario impulsar en las distintas zonas.
  • Analizar los actuales cauces de coordinación entre las respuestas existentes y diseñar nuevos cauces, proponiendo sinergias entre las distintas administraciones, el tercer sector y otros agentes.

Muchos y muchas personas, como Yassinee, el peluquero de Don Bosco, necesitan de estas redes que apoyen su camino hacia la inclusión.

Por otro lado, y en un campo donde reconocemos que la Fundación Don Bosco en Canarias estamos aprendiendo de otras entidades referentes, sigamos apostando por el desarrollo de una Economía más inclusiva, que deje menos personas en la cuneta. En este sentido sigue habiendo una apuesta creciente por el desarrollo de la Economía Social y Solidaria. Una economía que persigue un cambio de modelo en las formas de producción, comercialización y financiación. Instrumento transformador hacia una sociedad más equitativa e inclusiva. Esta economía impulsa prácticas empresariales que responden a principios de equidad, sostenibilidad, trabajo, cooperación y compromiso con el entorno.

En Canarias es referente la Red Anagos (Red canaria de entidades de promoción e inserción socio-laboral), conectada en estrategia nacional con la Red de Economías Alternativas y Solidarias REAS y en cooperación con otras redes locales.

Una Red que sigue apostando por un modelo económico inclusivo, que coloque en el centro a la persona.

En este artículo no es posible sondear en mayor profundidad este segundo pilar, al que sin duda invito a asomarse y descubrir.

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