El primer requisito para interpretar con éxito una partitura es la afinación, de tal manera que todos los instrumentos de la orquesta puedan sonar al unísono sin distorsiones. Pero cualquiera que tenga una guitarra, un timple o un piano sabe que el paso del tiempo afecta a su tono. Poco a poco se van desviando de su sonido adecuado, por lo que afinarlos con frecuencia es el único modo de que conserven su propósito.
De manera similar, las líneas de apoyo al sector primario precisan de una revisión cada cierto tiempo para seguir cumpliendo con su cometido. Esta necesidad se ha hecho más palpable si cabe tras la guerra de Rusia contra Ucrania, la cual ha agravado una situación que se había intensificado con la crisis provocada por el COVID, la del incremento del precio de los insumos. Esto, junto a otros motivos, desataba a principios de año las movilizaciones de agricultores y ganaderos por toda Europa que también se dejaron sentir en Canarias.
Demandas legítimas ante una situación límite de un sector agrario que denunciaba cuestiones como la paradoja de una UE que endurece los requisitos en su propio territorio pero, al mismo tiempo, abre las puertas de sus mercados a la competencia exterior, aplicando un doble rasero respecto a las exigencias medioambientales, condiciones laborales y estándares de calidad que impone a los productos locales.
En este contexto de competición desigual y a pesar del acusado incremento inflacionario, algunas compensaciones tan relevantes para el sector primario de Canarias como el Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (POSEI) han permanecido inalterables desde hace 17 años. Así, el principal instrumento de apoyo al sector primario de las islas ha ido desafinándose con el tiempo hasta desviarse del tono inicial. Por este motivo, representantes del sector, Parlamento y Gobierno de Canarias acudimos a Bruselas en octubre, junto a las RUP francesas y portuguesas, para plantear a las instituciones europeas la necesidad de actualizar su ficha financiera para compensar el aumento de más del 50% de los costes de producción que asumen los productores de las islas desde 2007.
Para hacer frente a esta situación, desde el inicio de legislatura hemos efectuado varias modificaciones del Régimen Específico de Abastecimiento (REA) para optimizar la ejecución de estos fondos y abaratar las materias primas destinadas a alimentación animal, que se ha traducido en un incremento de hasta el 20% de la ayuda, el máximo permitido por la UE, además de implementar y abonar un ayuda de 12,3 millones de euros de fondos propios destinada a los ganaderos de las islas, y también adelantar el pago para la producción láctea local.
En materia agraria hemos desplegado distintas líneas de ayuda en el marco Plan Estratégico de la PAC (PEPAC) 2023-2027 destinadas a inversiones en modernización y mejora de explotaciones agrarias, a jóvenes agricultores y ganaderos para la puesta en marcha de sus empresas, y a inversiones en infraestructuras de regadío, además de firmar un convenio con los Grupos de Acción Local de todas las islas para impulsar el desarrollo rural, entre otras medidas.
Con el objetivo de afrontar la escasez de recursos hídricos hemos destinado 13,1 millones de remanentes del Programa de Desarrollo Rural (PDR), complementados con fondos propios, para financiar diez desaladoras para agua para riego agrícola en todas las islas. A esto se suman inversiones en regadíos por importe de unos 18 millones de euros de nuestros presupuestos, un 55% más que en 2023.
En el ámbito pesquero, volveremos a abonar al cierre de este ejercicio, como ya hicimos al término del año pasado, una ayuda directa, dotada inicialmente con 1 millón de euros de fondos propios, para mantener la competitividad del sector pesquero canario de litoral en un contexto de alza de costes por el conflicto bélico que dificulta la comercialización de sus producciones.
También seguimos trabajando para promocionar y fomentar el consumo de las producciones locales a través de proyectos consolidados como el Plan de Frutas y Verduras en las Escuelas o el Programa de Ecocomedores, que con diez años de trayectoria se ha convertido en un referente en el Estado español por la promoción de una alimentación saludable en los centros educativos a partir de productos ecológicos, frescos y temporada, y generando sinergias entre el sector primario y el turístico mediante medidas como el proyecto “Crecer Juntos”, en el que las producciones locales son el eje central de una estrategia para convertir Canarias en destino gastronómico.
En 2025 continuaremos promoviendo la transferencia de conocimiento a los productores, propósito que este año hemos reforzado con cinco nuevos proyectos estratégicos de I+D+i en el ámbito agrario financiados con créditos de la Comunidad Autónoma y con la incorporación de nuevo personal investigador.
En definitiva, a pesar de las complicaciones que afronta nuestro sector primario la supervivencia de esta actividad estratégica es crucial tanto para el mantenimiento de las zonas rurales como para asegurar nuestro autoabastecimiento alimenticio sin depender de los vaivenes de los mercados internacionales. De la mano del incuestionable esfuerzo de nuestros profesionales, en la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria asumimos la enorme magnitud de los retos que tenemos por delante, siempre desde convencimiento de que para que la música suene al unísono todos los instrumentos de la orquesta son fundamentales y deben afinarse cada cierto tiempo.