Canarias sigue creciendo… a pesar de la marcha del turismo

Aunque aún no se disponga de información estadística definitiva sobre la evolución de la actividad económica en Canarias durante el año 2005, todo parece indicar que la cifra que finalmente verá la luz seguirá siendo bastante positiva. Al menos, esta es la impresión que se alcanza cuando se valoran, en conjunto, los indicadores económicos adelantados.

Sin ánimo de ser exhaustivos, hemos observado una importante mejoría de un conjunto muy amplio de variables, entre las que se incluyen el índice de producción industrial, la licitación oficial en construcción, el número de pasajeros entrados por aeropuerto, la matriculación de vehículos, el consumo de energía eléctrica, el número de empresas que amplían capital, el número de sociedades creadas y el número de personas ocupadas. Eso sí, aunque el panorama general parece ser favorable, los indicadores específicos referentes al sector turístico no resultan tan positivos. Tanto el número de turistas alojados en establecimientos hoteleros como el número de turistas extranjeros entrados por aeropuertos siguen la senda descendente iniciada en 2004, lo que no contribuye a mejorar las perspectivas económicas del archipiélago. Evidentemente, la valoración del crecimiento económico en 2005 tan sólo puede ser un ejercicio especulativo, pero la experiencia adquirida a lo largo de los años parece darnos una perspectiva favorable a considerar que los resultados económicos durante 2005 han sido tan buenos o mejores que en 2004.

El panorama económico de Canarias en la actualidad no deja de ser, en cierto modo, sorprendente. Muchos conocedores de la realidad de las islas habían profetizado peores cifras de crecimiento para los últimos años, considerando la discreta o nula aportación del turismo a nuestro avance económico. Para tratar de dar una respuesta razonable a este dilema, conviene analizar con cierto detalle las cifras de Contabilidad Regional más recientes, que han sido revisadas para corregir limitaciones metodológicas en las que incurrían anteriores versiones de esta operación estadística. Según los datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística, el Producto Interior Bruto (PIB) real de Canarias creció un 2,8 por ciento en 2004, una tasa algo inferior a la media nacional. El resultado concreto para 2004 no debe empañar el hecho de que la economía canaria fuera la tercera con una mayor tasa de crecimiento en el periodo 2000-2004 dentro del panorama regional español, tan sólo por detrás de Murcia y Andalucía.

¿Qué razones pueden haber llevado a que Canarias haya mantenido un ritmo de crecimiento destacable desde 2000, a pesar del discreto comportamiento del sector turístico? La delimitación de los diferentes factores que explican la evolución del PIB puede ayudar a responder la cuestión anterior. Resulta evidente que la evolución de la producción depende del número de personas dedicadas al proceso productivo, así como de la aportación que realizan dichas personas al valor final de la producción. Es decir, de la evolución del empleo y de la productividad aparente del trabajo. Con independencia de la fuente estadística que consultemos, podremos comprobar que el avance del empleo ha sido sobre todo intenso en el caso de Canarias. Las crecientes oportunidades laborales creadas en nuestra región han atraído a multitud de trabajadores, tanto nacionales como foráneos, dando lugar a un proceso novedoso, por la dirección de los flujos, en las islas: la inmigración masiva.

Inmigración y empleo

De hecho, la atracción de población ha sido tan importante que, a pesar de la mayor creación de empleo, la tasa de paro en Canarias ha mantenido registros superiores a los nacionales, principalmente en los últimos trimestres. El buen comportamiento del mercado de trabajo puede explicar la contribución siempre fundamental del consumo a los buenos resultados económicos canarios. Si bien el empleo parece haber jugado un papel prioritario en el crecimiento económico canario, la productividad ha mantenido una aportación prácticamente nula e, incluso, negativa en ciertos años puntuales. La escasa aportación de la productividad al crecimiento es una característica que se extiende al conjunto de España, aunque en el caso particular canario la gravedad es más acentuada.

Entre los motivos que pueden encontrarse tras el escaso avance de la productividad en Canarias hay que citar la composición sectorial de nuestra economía, muy dependiente de ciertos servicios y de la construcción; el escaso gasto dedicado a actividades de I+D+i, y la inadecuada regulación de algunos mercados de bienes y servicios y de los mercados financieros. Finalmente, en el caso canario puede haber tenido una contribución muy destacada un elemento que no se puede generalizar al resto del territorio español; esto es, el incentivo que sobre el proceso productivo ha ejercido el nuevo Régimen Económico y Fiscal (REF) y sus dos principales instrumentos, la Zona Especial de Canarias (ZEC) y la Reserva de Inversiones para Canarias (RIC). Ahora que se debate el futuro de estos instrumentos, debe reconocerse su incidencia en los buenos resultados económicos de los últimos años y, por eso, su mantenimiento, dentro de una adecuada racionalización de éstos, debe convertirse en un aspecto de prioridad política.

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