La crónica de los sucesos en la provincia de Las Palmas durante el año 2005 se ha visto marcada por dos hechos fundamentales: las muertes violentas y la cantidad de droga incautada por las Fuerzas de Seguridad del Estado en las tres islas orientales o desembarcada, especialmente en Gran Canaria, como fruto de sus actuaciones llevadas a cabo en el Atlántico. Además de estos dos capítulos, también se registraron casos que tuvieron incidencia en la opinión pública de toda Canarias. Son dos atropellos y la aparición de un cadáver en el jardín de un bungalow del Sur de Gran Canaria.
En líneas generales, según la memoria presentada por la Delegación del Gobierno en Canarias, el número de robos y delitos contra las personas descendió durante el año 2005. Y el número de detenciones bajó con respecto al año 2004 un 24,87%. Sin embargo, entre los meses de junio, julio y agosto se registraron en total nueve muertes violentas en un verano negro que comenzó con la muerte de un toxicómano a manos de otro. Según los datos, Manuel R.L., de 37 años de edad, quemaba vivo a Juan Manuel M. tras una discusión por drogas en un barrio del municipio de Telde. Antes de prenderle fuego, Manuel ya le había propinado tres puñaladas y un fuerte golpe en la cabeza.
Crimen familiar en Agaete
Y julio se abría con un doloroso incidente en el pueblo norteño de Agaete, cuando en el transcurso de una discusión entre dos hermanos, el mayor de ellos -Yerobe M.G., de 16 años de edad- resultó muerto al recibir una cuchillada de manos de su hermano José, de 15 años, en circunstancias poco claras. Según mantuvo y mantiene la familia, la muerte no fue más que un accidente. Esta versión asevera que ambos hermanos -que tenían causas abiertas en la Dirección General de Menores- comenzaron una discusión por el volumen con que uno de ellos escuchaba música.
Las diferencias comenzaron a resolverse con las manos y, tras pasar por distintas habitaciones de la vivienda, al llegar a la cocina el menor de los hermanos se armó con un cuchillo con la intención de obligar a Yerobe a soltarle del cuello. La mala suerte hizo que perdieran el equilibrio durante el forcejeo y cayeran justo donde José apoyaba la hoja de 40 centímetros contra el cuerpo de su hermano. Eso sí, hay que destacar que, desde un principio, José M.G. contó con el apoyo familiar y vecinal, llegando a producirse importantes concentraciones ante el juzgado de Menores de Las Palmas cada vez que el menor comparecía.
También julio golpeó con un crimen uno de los corazones turísticos del sur grancanario, la playa de El Veril, en la zona de San Agustín, con la muerte a golpes de una prostituta de 23 años de origen nigeriano, identificada como Stella O. Las investigaciones policiales lograron determinar que el asesino fue Vicent Michael, un turista de origen británico de 19 años de edad. Para la resolución del caso los agentes se basaron en las imágenes de las cámaras de seguridad del centro comercial en el que ambos se conocieron y las del hotel en que el joven se hospedaba.
Asesinatos y más asesinatos
En ese mismo mes de julio, en el municipio de Guía, dos cuchilladas provocaban que Antonio Carmelo G.G., de 41 años de edad, falleciera desangrado a manos de un conocido, Germán G.B., de 35 años de edad. Según las investigaciones que llevó a cabo la Guardia Civil, el crimen ocurrió después de que la víctima acudiera a la casa del agresor para demandarle que le diera dinero para droga, a lo que éste se negó al ni siquiera abrir la puerta. Esto irritó a Antonio Carmelo G.G. hasta el punto de que tomó un bloque de cemento y destrozó la puerta de la vivienda. El hecho provocó la ira de Germán, que salió armado con un cuchillo de monte de 30 centímetros de hoja. La primera cuchillada fue en el abdomen y la segunda en la axila izquierda, alcanzándole zonas vitales. El detenido afirmó que todo se debió a un accidente al clavarse el cuchillo la misma víctima durante la refriega.
A finales de ese mes de julio aparece muerto a golpes B.E.A., de 42 años, un ciudadano de origen asturiano que se encontraba residiendo en la isla majorera. Al día siguiente se entregaban a la Guardia Civil M.H.C. y S.C.H., de 28 y 30 años de edad, quienes reconocieron que le habían propinado una paliza a la víctima… pero que aseguraron que cuando lo dejaron aún estaba vivo. Y el 3 de agosto, en las inmediaciones de un pub de Teguise (Lanzarote), un súbdito británico identificado como Neal P. fallece apuñalado a manos de un joven marroquí identificado como D.M., de 24 años.
Al día siguiente, el 4 de agosto, en una de las fiestas más populares de Canarias -La Rama, en Agaete- muere desangrado Antonio V.A., de 39 años de edad, al intentar mediar en una discusión registrada en uno de los ventorrillos ubicados para los festejos. El incidente se produjo cuando el detenido, E.A.N. de 21 años, seccionó con el cristal de una botella la yugular de la víctima. Y sólo tres días después, el día 7, aparece degollado en Las Rosas (La Oliva), José V.P., de 38 años, natural de Salamanca y vecino de la localidad majorera de Corralero. Para los investigadores del caso el asunto fue un ajuste de cuentas por un tema de drogas y ha sido el único de los crímenes que ha quedado sin esclarecer. Ese agosto negro se cerró con la muerte de un turista alemán a manos de un compatriota. J.V., de 47 años de edad, recibió en un pantalán del puerto de Morro Jable (Fuerteventura) un total de siete puñaladas de manos de V.H., de 55 años de edad.
Operaciones antidroga
En el capítulo del narcotráfico destaca un dato por encima de todos: la aprehensión de droga en las islas supera los 30.000 kilogramos, lo que traducido a dinero podría haber superado los 1.000 millones de euros en el mercado negro, siempre en el caso de estar sin cortar la droga, por lo que la cantidad final podría multiplicarse. De todas las operaciones realizadas hay que destacar la denominada Aguayro, un trabajo policial que se saldó con la desarticulación de una de las redes isleñas de narcotráfico más importantes que se ha detenido en Canarias. Además, destaca que se trata de una operación llevada a cabo desde el principio hasta el final por agentes de la Udyco en Las Palmas de Gran canaria.
En esta operación se vio implicado un importante empresario de Puertos de Las Palmas y se trata del golpe a la droga más importante llevado a cabo en Canarias por un equipo de investigación radicado en las Islas. En total, la Policía se incautó de 3.000 kilos de cocaína, varios millones en joyas y dinero en metálico, además de producirse una veintena de detenidos, entre ellos el armador canario y su mujer. Finalmente, se apresó un barco de gran tonelaje en el que se escondía la droga. El modus operandi consistía en aprovechar una línea regular de transporte de mercancía entre África, Canarias y la Península para, en algún lugar del Atlántico, contactar con buques procedentes de países sudamericanos y cargar la droga sin levantar sospechas.
Un cadáver enterrado durante más de una década en Playa del Inglés
Aunque el verano fue pródigo en asesinatos, uno de los casos más curiosos registrados en el año 2005 no tuvo esa connotación violenta. Fue la aparición de un cadáver en un bungalow del sur de Gran Canaria. El suceso parecía más propio de una película de Hitchcock que de la realidad cotidiana. El cadáver llevaba doce años enterrado y fue hallado cuando un operario abría una zanja en el jardín de un bungalow de una urbanización en Playa del Inglés. Según algunos amigos de Liselotte Norman, la mujer que vivió durante más de una década en esa casa, ésta les había confesado que dormía sobre cadáveres y que habían muertos que se le aparecían. Lo cierto es que las historias de Liselotte se confirmaron en parte el mismo día en que la mujer ingresaba en una clínica siquiátrica de Alemania, su país natal. Aunque el caso no se había cerrado, algunos datos apuntaban a que los restos encontrados enterrados en el jardín, dentro de dos bolsas de basura y atado con varios cables eléctricos, corresponden a un antiguo amante de Liselotte, identificado como Dirk Damastchke, de quien no se sabe nada desde que ambos mantuvieron una fuerte discusión en un pub propiedad de la mujer hace más de una década.