Ombligismo canario: los que salen y no salen en la tele

Canarias se ha postulado en los últimos 15 años como un territorio propicio para el desarrollo del sector audiovisual y, por tanto, de la televisión. Muy distinta ha sido, sin embargo, la evolución que se ha vivido en ese tiempo. Sin profundizar en por qué no han salido adelante proyectos como Canarias, plató natural, la realidad es que las Islas han estado de moda en un 2005 que no volverá.

El caso Idaria, concursante tinerfeña en Operación Triunfo, y la oleada de críticas incluso de instituciones -como del Cabildo Insular o del Ayuntamiento de La Laguna- que generó Noemí Galera, una miembro del jurado del concurso mediático que despreció los votos “de su gente” que la salvaban semana tras semana (como llegó a decir), dejan bien a las claras la influencia que tiene la televisión en esta tierra, aún más por la situación de “a-isla-dos” que diría el poeta. Pero es que, además, también el Archipiélago ha sido banco de pruebas de los diversos culebrones que, tras testar el éxito en Canarias, se han lanzado ya con garantía de aceptación a la conquista del telespectador peninsular. Tal lejanos y tan cercanos en gustos, por lo menos entre los aficionados/as al género.

Los intentos de hacer de este territorio un lugar preeminente para la producción audiovisual se han topado con una virtud que se convierte en desventaja en este caso: al estar lejos del territorio peninsular, las productoras interesadas en los parajes de las Islas se encuentran con la dificultad de que no existen o hay pocos equipos de alta tecnología en el Archipiélago y tendrían que traerlos de fuera, con lo que se encarece el rodaje de cualquier proyecto. Pero independientemente de los sueños institucionales y las buenas intenciones de sus gestores, la realidad es que las televisiones públicas en el Archipiélago no gozan del beneficio de la audiencia.

A la hora de sopesar el año de las dos cadenas sufragadas con el dinero de todos, los datos son tozudos y revelan que la inestabilidad ha sido la nota dominante en ambas. TVE-Canarias ha cambiado en un año y medio tres veces de jefe de los Servicios Informativos, eje principal de una cadena pública que se precie, lo que no deja en muy buen lugar a Ángela Navarro, directora regional del ente, por lo menos en lo que compete a su capacidad para elegir y comprometer, en cualquier caso, a quien debe ser, a todas luces, su más estrecho colaborador en lo que a servicio público se refiere.

Primero Dolores Campos, destituida por la pérdida de confianza de la dirección en ella; luego María Teresa Rodríguez, una avezada periodista, especialista en las tareas parlamentarias cuando estaba en Tenerife y conocedora de bastantes constantes vitales de los medios y la política en las islas, se despidió después de aguantar más de lo que estaba dispuesta a hacerlo y volvió a Madrid. Y llegó Manolo Betancort, el tercero en liza, que al final fue el elegido entre una terna compuesta por Miguel Ángel Daswani (que acabaría en ese cargo, pero en la televisión autonómica), Paco Martínez-Campos (ex director de TVE en La Rioja, actual editor del TeleCanarias 2 y por quien apostaba Navarro) y él mismo. Lo que parece demostrar que la actual directora de TVE-Canarias manda muy poco.

Pero Televisión Canaria, la otra pública de las Islas, no anda mejor. Además de su vigente y patente pérdida de audiencia, hay que sumarle el profundo descontento que provoca la gestión o congestión de Socater, que provee de contenidos en esta fórmula mixta que echa cada vez más chispas al ente y que parece no contentar a nadie. Ni a la dirección capitaneada por Santi González o, en su momento, Paco Moreno, ni a los trabajadores de los Servicios Informativos, que protagonizaron un conflicto laboral frente al Grupo Prisa.

Las televisiones privadas

Ni que decir tiene que las cadenas privadas Antena 3 TV y Tele 5 se llevan la palma en cuanto a audiencia se refiere, aunque Antena 3 en Tenerife ha perdido la situación que antaño tuviera con el informativo de mediodía (líder durante más de cinco años). Tele 5, sin embargo, ha conseguido instalarse en las Islas sin ni siquiera una oficina y captar publicidad tanto institucional como de la propia televisión autonómica, que ha llegado a anunciar su rejilla en la cadena de Mediaset, práctica poco común entre los diferentes y competitivos medios audiovisuales.

Pero Canarias es otra realidad. Mientras que creadores de las Islas consiguen calar en el mundo audiovisual nacional e incluso internacional, todavía no se ha compuesto una estructura que impida que esos talentos dejen el Archipiélago en busca de oportunidades que no encuentran en su propia tierra. Y, mientras tanto, mirándonos el ombligo a ver si tenemos dos décimas más de audiencia que la otra pública.

Facebook
Twitter
LinkedIn
COrreo-e
Imprimir

Patrocinadores

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad