Canarias es la quinta comunidad autónoma en creación de empleo, pero también es la quinta con mayor tasa de paro. Las razones de esta contradicción están en el desmedido aumento de la población.
El pasado año, el Gobierno autónomo publicó la Encuesta de Condiciones de Vida de la Población Canaria. El documento fue objeto de múltiples titulares en los medios de comunicación, ya que declara que el 18,7% de la población en el Archipiélago, se encuentra bajo el umbral de la pobreza moderada, afirmación que despierta un alto grado de inquietud en la opinión pública. Creo, por tanto, que se hace necesario matizar cómo se produce esta medición de la pobreza. Según el Banco Mundial, la línea de la pobreza en términos absolutos se establece en un dólar diario. Mientras que en la mayor parte del mundo la pobreza es hambre, es falta de techo, es estar enfermo y no poder ser atendido por un médico o no poder acceder a la educación, en los países desarrollados como el nuestro, la pobreza tiene más que ver con una situación de desigualdad social interna, de disponibilidad de rentas o de acceso al consumo, ya que la supervivencia biológica, como es el alimento o el alojamiento, la formación, la salud pública o el sistema de pensiones, están absolutamente cubiertos para el conjunto de la sociedad canaria como un derecho fundamental, cuestiones que no están garantizados en otros países también llamados del primer mundo, como Estados Unidos, primera potencia económica mundial, con una línea relativa de pobreza similar a la nuestra, en la que sin embargo, ni la sanidad, ni la educación, ni las prestaciones sociales son derechos a los que puedan acceder universalmente todos los ciudadanos.
Por lo tanto, el concepto de línea de pobreza en Europa y por ende en Canarias es un valor estadístico que representa el 60 % del valor de la mediana de la distribución de los ingresos. Consecuentemente, según este tipo de estudios, siempre habrá pobres aunque, y permítanme la exageración planteada sólo con el ánimo de clarificar el concepto, el ingreso mínimo en Canarias fuera, por ejemplo, de un millón de euros. Canarias, se encuentra sin ninguna duda en los parámetros medios europeos y en similares niveles al del resto de España o de naciones como Italia, Irlanda o Reino Unido y, por supuesto, en mucho mejores condiciones que el resto de la macaronesia, Portugal, Grecia o los nuevos países incorporados a la Unión Europea. Estableciendo con claridad este concepto, la pobreza en Canarias se sitúa en un 18,7%, nueve puntos por debajo que hace 10 años. Además, este indicador debemos relacionarlo con el importante crecimiento del poder adquisitivo en los últimos tres años. En concreto, el ingreso medio disponible de todos los ciudadanos canarios en este periodo ha aumentado en un 28,6%, un incremento muy superior al del índice de precios al consumo -que se establece en un 9,5% para el mismo periodo-, ya que Canarias es la Comunidad menos inflacionista de todo el Estado. Así pues, la sociedad canaria en su conjunto, y por tanto también la población situada bajo el umbral de la pobreza, ha aumentado sus ingresos, no sólo nominalmente, sino también realmente, elevando su nivel de compra considerablemente.
Sin embargo, desde mi responsabilidad de gobierno, no puedo obviar que, a pesar de estos indicadores favorables, existe un porcentaje considerable de la población que se encuentra en un alto grado de fragilidad social y que por tanto necesita del apoyo decidido de las instituciones públicas para salir adelante. Estos colectivos que necesitan de un apoyo adicional son aquellos que se ven afectados por dos elementos básicos: los ingresos básicos y la estructura familiar. En este análisis voy referirme prioritariamente, a los ingresos de los activos, que se deben analizar en referencia a las tasas de actividad, a las tasas de paro y desde luego, a una importante variable específica de Canarias, como es el aumento espectacular de la población en el Archipiélago. Desde que comenzó la legislatura, y según las afiliaciones a la Seguridad Social, se han creado 72.500 nuevos puestos de trabajo. Y si nos referimos sólo al año 2005, la cifra asciende a 30.051 efectivos más. Canarias es la quinta Comunidad en creación de empleo, pero también es la quinta comunidad autónoma con mayor tasa de paro. Las razones de esta, a primera vista contradicción, es el desmedido aumento de la población, una población que busca trabajo y que crece a una mayor velocidad que el empleo creado.
Equilibrio poblacional
Desde el año 2000, el promedio de incremento poblacional supera las 50.000 personas anuales. Si nos ciñéramos a lo que debería haber sido el crecimiento vegetativo normal, ese incremento hubiera supuesto una media de unas 6.600 personas anuales, por lo que el diferencial son personas que llegan de fuera -tanto de otras comunidades autónomas, como de la Unión Europea o de inmigrantes no comunitarios- en edad de trabajar y a la búsqueda de un empleo y que en muchas ocasiones no ven cubiertas sus expectativas, o pueden perder su fórmula de subsistencia con el devenir del tiempo y pasan a engrosar esa línea de pobreza de la que venimos hablando. Creo que nos encontramos en un momento idóneo para que las formaciones políticas del Archipiélago busquen soluciones, iniciando un debate sereno y tranquilo sobre el equilibrio y la sostenibilidad, también en el ámbito poblacional. Por tanto, considero necesario un estudio profundo sobre un tema que es la primera causa de de preocupación de los ciudadanos canarios y que afecta no sólo a la economía, al empleo y a las infraestructuras sociales, sino, como hemos visto, a las condiciones de la pobreza. Porque si hace unos años, la pobreza tenía rostro de mujer, hoy tenemos que decir que se ha transformado en el perfil de una persona que migra hacia Canarias, sin redes familiares y a la búsqueda de empleo.