Del prestigio de ‘Costa Adeje’ a las necesidades no turísticas

Mucho ha sido el esfuerzo de inversores, empresarios y administraciones para crear una marca de calidad en el mercado turístico. Nacida de Playa de las Américas, hoy hay un lugar en Canarias primero, y en Tenerife después, que refleja otra forma de entender el turismo. Al menos ése es parte del propósito con el que hace una década que comenzó a sonar Costa Adeje.

El turismo como forma de vida. Ésa es la realidad de Adeje, un municipio que forma parte de la franja de territorio que aglutina un alto porcentaje de la actividad en que se basa la economía de la Isla y de la región. Adeje ha vivido un periodo de expansión que se refleja en la construcción de grandes y lujosos establecimientos hoteleros adscritos a las más prestigiosas empresas del sector. En la actualidad, las administraciones continúan invirtiendo en la mejora de las condiciones del lugar mediante la creación de paseos y avenidas que, durante el largo periodo de su realización, han producido quebrantos entre los comerciantes emplazados en los tramos objeto de esos proyectos que han de contribuir a fortalecer la presencia de Adeje en el mercado como una marca de calidad.

Adeje vive del, por y para el turismo. Pero el municipio es más que el litoral, más que playas y sol, más que miles y miles de visitantes, más que lujo. La ampliación de la autopista lo ha aproximado un poco más al aeropuerto Tenerife Sur y al área metropolitana. En esa línea, durante el último año se ha producido la mejora de la red viaria interna, una asignatura aún pendiente de completar en la que se precisa la implicación del Cabildo Insular. En cualquier caso, Adeje refleja actualmente la situación inestable de la economía, esencialmente en lo que a la actividad comercial se refiere, algo que ha ido en paralelo con el momento político municipal. Si bien el casco urbano mantiene su estatus de espacio para las pequeñas y medianas empresas que perviven, en la costa la merma de visitantes y el sistema del todo incluido con que trabajan cada vez más hoteles de la zona han hecho mucho daño provocando traspasos y cierres.

El nacimiento de otras áreas comerciales, con la puesta en funcionamientos de nuevos complejos, y la previsión de que se mantendrá esa proyección durante el año 2008, con la apertura de recintos que especializarán y mejorarán la oferta alternativa y complementaria, hace que la perspectiva sea halagüeña en tanto que se garantiza el equipamiento preciso. En ese marco, y tras el paso por las urnas, los adejeros empiezan a dar muestras de cierto cansancio respecto al gobierno municipal. Aunque le mantienen a los socialistas la mayoría absoluta, le han dado un toque de atención restándoles apoyo y haciéndoles perder tres concejales. Hecho que se complicó con la salida de uno de los concejales emblemáticos, Ricardo Moreno, amparado en el paraguas de “por razones personales”. Y todo esto se produce en un momento crucial para que el municipio.

Por delante está el reto de completar la planificación urbanística a través del Plan General de Ordenación. Siendo éste un aspecto fundamental en el éxito del PSOE adejero, lo que propició el crecimiento de nuevos espacios residenciales, de equipamiento e industriales, convirtiendo a Adeje en un ejemplo a imitar, durante los últimos cuatro años parecieron esfumarse las ideas y los proyectos en este sentido. Aún así, y mirando de reojo a Arona, el tercer municipio en población de la Isla y con los mismos o más problemas que Adeje, las autoridades locales han advertido de la urgencia de contar con una población debidamente preparada para afrontar los retos laborales tanto en situación de bonanza como de inestabilidad. En esa línea también destaca la existencia de programas culturales y formativos para todas las edades.

Así, 2008 se presenta para Adeje como un ejercicio en el que, pendiente del estado de la construcción, habrá de trabajar tenazmente para impedir la fuga del turismo y para ir completando proyectos e iniciativas que hagan crecer el prestigio de la marca Costa Adeje. ¿Será eso posible cuando, por ejemplo, la implantación de la recogida selectiva de basura comienza a finales de 2007? Y mientras, el mundo hablando de cambio climático.

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