Este último año ha sido una aventura sin descanso. Las exigencias del desarrollo y sus mermas medioambientales, la responsabilidad de actuar sobre el irreparable impacto del hombre en el medio natural, han llevado a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias a emplearse a fondo en la protección, conservación y conocimiento de nuestra biodiversidad, y en la aplicación de una política adecuada y eficiente de ordenación del territorio. Verbigracia: a través de sistemas y normas de planeamiento territorial, urbanístico y medioambiental. Y se seguirá haciendo con la adaptación a las pautas de sostenibilidad contenidas en la nueva legislación actualmente en trámite, fundamentales para el desarrollo sostenible y para el consumo energético, el transporte y el cambio climático.
Durante el último año, las cuestiones más relevantes para este departamento han sido la elaboración de un proyecto de ley de medidas urgentes en materia de gestión y actividades en el territorio, las estrategias para la prevención y control de la contaminación atmosférica, la simplificación administrativa y la modernización, transparencia y eficiencia en la disciplina urbanística, territorial y ambiental, y la prevención y corrección de impactos ambientales.
Sobre la estrategia de sostenibilidad territorial ha aumentado la celeridad en la resolución de expedientes, así como el presupuesto para reforzar la vigilancia, inspección y disuasión, a través del empleo de medios aéreos. A lo que habría que añadir el impulso y definitiva implantación de los planes de Cooperación Territorial Interadministrativa para la modernización e integración de las oficinas técnicas municipales, cuyo fin es dar transparencia a la información urbanística municipal. La sistematización y conversión en base de datos de todo el planeamiento de Canarias para garantizar el acceso del público al mismo, ha sido otro aspecto destacado, junto a programas de formación en urbanismo para los políticos isleños.
También se ha visto en 2007 el fruto del esfuerzo realizado durante los últimos años en materia de información territorial, de forma que los ciudadanos y todas las administraciones dispongan de datos precisos y exhaustivos relativos al territorio, con mayor disponibilidad a través de Internet, y potenciado su permanente actualización, precisión e innovación, a través de la potenciación de la empresa pública especializada Grafcan.
Y de la tierra al cielo: la actualización del inventario de fuentes emisiones de contaminantes, así como al plan de mejora del sistema de predicción de situaciones de contaminación con la suficiente antelación, han sido las líneas maestras del Ejecutivo para conseguir una óptima calidad del aire ambiente en Canarias, complementadas con la puesta en marcha una red propia de estaciones fijas de medición y el Plan de Actuación elaborado para disminuir los valores contaminantes registrados en Tenerife y Gran Canaria durante 2005 y 2006. En relación a este tema, es especialmente significativa la reciente conclusión de los mapas de ruido de las siete islas, en coordinación con las administraciones locales, correspondientes a las carreteras con tráfico superior a seis millones de vehículos al año y la aglomeración correspondiente al núcleo urbano Santa Cruz de Tenerife-San Cristóbal de La Laguna.
También ha sido un motivo de satisfacción personal y profesional la labor de lucha contra el peliagudo asunto del calentamiento atmosférico, centralizada en esta legislatura por el Gobierno de Canarias en la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y de Lucha contra el Cambio Climático, con la que la Consejería de Medio Ambiente trabaja poniendo a su disposición y actualizando información para combatir las causas que lo provocan, por una lado, y aplicar las medidas de defensa necesarias para prevenir los posibles efectos de este problema, como son la desertificación, sequía o el incremento del nivel de los mares.
Las estrategias forestales han sido otra de las preocupaciones de esta Consejería. Además de llevar a cabo una intensa labor (que incluye la redacción y publicación del Plan de Lucha Contra la Desertificación en Canarias), que habilitó una importante partida presupuestaria en 2007 para actuaciones para prevenir y minimizar el impacto de los incendios. Lo hizo con la reducción de las cargas de combustible en los montes, apertura de cortafuegos y mayores infraestructuras para la extinción, además de trabajos forestales y agroforestales, acciones en barrancos y seguimiento de especies catalogadas y/o amenazadas en el medio natural.
Se ha intensificado, además, la estrategia de reintroducción de las Especies Protegidas, de cuya presencia histórica se tenga conocimiento científico, tales como la tortuga Caretta caretta y otras, fomentando la suscripción de convenios de colaboración con otros territorios, especialmente en las Zonas de la Macaronesia, donde se encuentran tales especies.
Como actuaciones estrella del último año, por su repercusión social y resultados tangibles, destaca por último la política de prevención y corrección de impactos ambientales en Canarias, con un Plan de Recuperación Ambiental en todas las islas para la gestión sostenible, la conservación de los espacios naturales y promover la integración de colectivos de personas desfavorecidas como objetivos prioritarios de las actuaciones que se están realizando en la actualidad.
Tal vez necesitaría todas las páginas de este Anuario para esbozar, siquiera brevemente, la labor realizada por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial en los últimos doce meses. Me conformo con haber tenido la oportunidad de transmitir un lenguaje de esperanza, de confianza en un futuro de paz, salud y progreso social para todos.