Después de años de gestiones, de múltiples iniciativas en el Senado, en el Congreso de los Diputados, en el Parlamento de Canarias y hasta de acuerdos y mociones institucionales en los ayuntamientos y en el propio Cabildo de Fuerteventura, la Isla estrenó tras el verano de 2007 la consideración de Frontera Schengen para el muelle de Puerto del Rosario. Y ello nos permite poder acoger tráfico comercial directo con países que no pertenecen a la Unión Europea y, de esta manera, potenciar las relaciones con África y América, al mismo tiempo que seguir desarrollando el turismo de cruceros. No ha sido fácil. Atrás han quedado múltiples informes, estudios, proyectos y calificaciones que desde hace años siempre venían complicando esta declaración.
Fue en febrero de 2007 cuando todo se desbloqueó, después de que la presión de las instituciones locales, el empresariado y el conjunto de la sociedad majorera pusiera al Gobierno central en una posición muy incómoda. Especialmente, ante las cercanías de las elecciones locales. Aún así, la lentitud de Madrid nos obligó a esperar hasta después de verano para que culminara el trámite administrativo. Todavía recuerdo cómo tres días antes de las votaciones, el propio delegado del Gobierno en Canarias se paseaba por el muelle de Puerto del Rosario con los candidatos de su propio partido anunciando la próxima buena nueva. ¡Tres días antes de las elecciones y con los candidatos de un partido! Es difícil encontrar referentes cercanos comparables a este tipo de comportamientos que nos retrotraen a la época de los gobernadores civiles y los diputados cuneros.
La importancia de esta calificación puede ser determinante en el futuro de Fuerteventura. A apenas 100 kilómetros de distancia, el puerto de la pequeña localidad marroquí de Tarfaya está llamado a convertirse en unos años en una importante vía de entrada de pasajeros y mercancías para el noroeste africano. Hay mucho trabajo por hacer, pero los pasos se están dando. El complemento que puede significar el Aeropuerto internacional de Fuerteventura, con conexiones de vuelos chárter y low cost con medio centenar de ciudades europeas, y el enlace marítimo de menos de tres horas con Tarfaya, puede contribuir a reforzar nuestra posición internacional. Y en un radio de apenas cinco kilómetros, el Parque Tecnológico de Fuerteventura, cuyo proyecto ya está terminado, y el área ZEC distribuida entre dos municipios.
Fuerteventura afronta avances importantes en las comunicaciones marítimas, ya que a la culminación de las obras complementarias del muelle de Gran Tarajal y del nuevo espigón de Puerto del Rosario, también hay que sumar la finalización a mediados de 2008 de la segunda rampa de atraque del muelle de Morro Jable. Trabajamos actualmente en la agilización del proyecto del nuevo puerto de La Hondura y del concurso de ideas para Corralejo.
La celebración de las elecciones locales también determinó buena parte de la dinámica social y política de Fuerteventura durante el resto de 2007. Concurrimos a las votaciones con una apuesta firme por desarrollar una política de desclasificación de suelos que permitiera ralentizar el desarrollo turístico, eliminando la posibilidad de realizar 55.000 nuevas plazas alojativas en la isla, e introduciendo mayores estándares de calidad. Todo ello, materializado en el borrador de un Plan Turístico que no pudimos materializar en la anterior legislatura por falta de apoyos de otros grupos políticos, pero que el electorado de Fuerteventura ha querido respaldar con su voto para que se pueda realizar en la que ahora comienza, ya que lo incluimos como punto destacado en nuestro programa de trabajo.
La regulación del crecimiento es una de las grandes claves de futuro de Fuerteventura. Durante los últimos años hemos registrado el mayor aumento poblacional de Europa, sostenido por un ritmo de construcción difícilmente justificable a medio y largo plazo, y que a su vez estaba relacionado con un fuerte desarrollo turístico. La situación actual es de mantenimiento de un ritmo de crecimiento en el volumen de entrada de visitantes, que contrasta con la evolución recesiva en el resto de las islas. Esta dinámica diferenciada se justifica en el importante trabajo promocional y de comercialización que se viene haciendo en la isla, gracias a la implicación empresarial. A modo de ejemplo, sólo apuntar que confiamos que 2007 se cierre con más de 1.000 nuevos vuelos anuales pertenecientes a compañías de las consideradas low cost y que han traído a Fuerteventura 150.000 nuevos visitantes.
La vertiente social de esta evolución nos ha obligado durante 2007 a hacer esfuerzos extraordinarios en la habilitación de centros educativos e incluso a proponer a los ayuntamientos y al Gobierno de Canarias medidas excepcionales que permitan calificar nuevo suelo para construir colegios. Planteamos, igual que lo hacemos en el área sanitaria, la necesidad de desarrollar programas que permitan estabilizar a los profesionales en la isla, especialmente en un momento en el que la importante demanda laboral existente a nivel estatal, e incluso europeo, complica su contratación. En este mismo sentido, desde el Cabildo de Fuerteventura, y gracias a la colaboración de otras administraciones, hemos desarrollado a lo largo de 2007 un Plan de Infraestructuras deportivas único, y que nos ha llevado a ser designados como la institución de todo el Estado que más fondos destina a inversión deportiva. Pistas de atletismo, campos de fútbol, piscinas, canchas polideportivas, terreros de lucha… se están convirtiendo en auténti
cos foros de dinamización y articulación social en Fuerteventura.
En relación también con la política de regulación del crecimiento e inversión en infraestructuras conviene reseñar que, por primera vez en muchos años, el verano de 2007 ha transcurrido con excedentes en la producción de agua desalada, algo vital para Fuerteventura y que es el mejor ejemplo de esta dinámica. Actualmente estamos trabajando para consolidar esta situación con la incorporación de dos nuevas plantas desaladoras móviles y la inversión en una nueva fase de la planta desaladora de Puerto del Rosario, que no sólo repercutirán en el consumo humano, sino en la puesta a disposición de mayor caudal de agua para el sector primario. Son medidas que asumimos aún más allá de nuestras competencias reales, porque entendemos que como gobierno insular tenemos que encarar los retos que afectan al conjunto de la sociedad de Fuerteventura. Esa es la clave de nuestro trabajo en el Cabildo de Fuerteventura.
