Urbanismo y Desarrollo Sostenible

Un concepto tan nombrado y utilizado últimamente como Desarrollo Sostenible corre el riesgo de perder su significado y su alcance. Cuando hablamos de desarrollo sostenible tenemos que trabajar con una visión de globalidad y otra de detalle: tener uno ojo en la cima de la montaña y el otro en el paso que estamos dando en el presente. Una sociedad sostenible es aquella que tiene como centro y objetivo de todos sus proyectos e iniciativas a las personas, en todas sus dimensiones: física, mental, social, emocional y espiritual. Una sociedad es sostenible cuando logra el desarrollo pleno de los individuos que la componen, al tiempo que logra un desarrollo económico, social, cultural y medioambiental que permite legar todos los recursos a las generaciones futuras en iguales o mejores condiciones que las actuales.

Una sociedad sostenible pretende obtener mayor calidad de vida para sus ciudadanos, pero calidad de vida no es sinónimo de nivel de vida. La mejor definición de calidad de vida nos la dio un miembro de la Asociación de Mayores de Isora. En una reunión intersectorial que se celebró con el objeto de definir qué era progresar afirmó: “Antes se pasaban más miserias, pero se vivía mejor”. En el proceso de esa reunión se llegó a la conclusión de que, una vez satisfechas las necesidades materiales básicas, calidad de vida es sentirse unido a las otras personas. Desarrollo Sostenible es, pues, un cambio interior, una manera nueva de ver la vida y nuestras relaciones con las otras personas y la naturaleza. Es otro esquema, no es un juego en el que se opta por ganar o perder sino por interactuar para que ganen todas las partes; elegimos progresar y cuidar al mismo tiempo la naturaleza; y el ser humano forma parte de esa naturaleza. Todos somos parte de un proyecto común.

En El Hierro nos ha costado décadas, y aún resulta difícil, transmitir esta información a los ciudadanos y hacerles partícipes de nuestro Plan de Desarrollo Sostenible, que comenzó a gestarse en 1979, se aprobó en 1997 y acaba de ser adaptado a la realidad actual en 2006. Un plan que hemos aplicado en base a nuestros criterios, pero también en base a las aportaciones de la población, escuchando al ciudadano, algo que siempre nos falta a los políticos, lo que ha sido reconocido internacionalmente por la Unesco. El desarrollo sostenible no es sólo iniciarlo y aplicarlo, es mantenerlo y llevarlo a la práctica diaria. En El Hierro tenemos muchas tareas por realizar, pero hemos conseguido logros muy importantes en todas las áreas de gestión y en materia urbanística hemos preservado la isla sin la presión sobre el suelo que se ha padecido en otras zonas del Archipiélago.

Sería interesante que el resto de cabildos y el Gobierno de Canarias aplicaran planes como el nuestro, pero siempre y cuando se tenga claro el modelo y se aplique a corto y largo plazo en cada una de las áreas de gestión. No sirve si se entiende o se usa políticamente para urbanismo o turismo y, en este caso, sólo para el problema del crecimiento o del número de camas turísticas. Desarrollo Sostenible es más que eso. Hay que plantearse qué modelo de desarrollo económico queremos para Canarias, entendiendo que son siete realidades distintas con distintas soluciones, pero que deben enriquecerse mutuamente, compartir experiencias, intercambiar información, fomentar la participación ciudadana, para lograr un objetivo único: que toda Canarias sea en el futuro un modelo de integración entre hombre y naturaleza. Creemos que podemos conseguirlo.

Por lo pronto, en Urbanismo debemos poner en marcha procesos de participación ciudadana. Las personas deben estar a lo largo de todo el proceso. Ya sabemos que en la redacción de los planes insulares o en los generales se abren plazos legales para las alegaciones, pero hay que ir más allá. Hay que convertir la participación social en una rutina activa. Estos planes de actuación elaborados y puestos en práctica contando con la participación ciudadana se redactan de modo multisectorial e integrado para una comarca o para un barrio o distrito de una ciudad. Son como una célula autónoma que intercambia información y servicio con otras células de su entorno, de modo que en su conjunto forman un tejido altamente eficiente y dinámico para un territorio más amplio como toda una isla o toda Canarias.

Desde El Hierro hemos tenido claro desde el principio que un desarrollo urbanístico sostenible pasa por integrar la visión particular de cada municipio con una visión general coordinada. Considerar los problemas aisladamente no es la única estrategia posible y muchas veces no es la mejor. La estrategia de Reserva de la Biosfera promovida por la Unesco combina simultáneamente la ordenación del territorio, la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente y el desarrollo humano. Hay que reflexionar sobre esto en materia urbanística y, en el caso de Canarias, hay que apostar por la restauración en lugar de incrementar la ocupación del suelo. Debemos reflexionar y actuar.

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