Sin ningún género de dudas, el año 2008 ha sido para Lanzarote un período de inflexión, una hoja en el calendario secular que marcará un antes y un después en la historia reciente de la isla. El Plan Lanzarote Sostenible, gestado en el primer año de Legislatura, continúa siendo la hoja de ruta necesaria para avanzar en el sendero hacia el diálogo entre la sociedad y el entorno, para crecer sin quemar las naves. Y en el marco de este documento, la participación ciudadana tiene un papel fundamental. La inteligencia colectiva es hoy, más que nunca, necesaria para afrontar las dificultades que se avecinan. Es por ello que el Cabildo mantendrá su talante de diálogo y transparencia con todos los sectores y agentes sociales, empresariado, grupos políticos, asociaciones de vecinos y colectivos de cualquier índole, con el objeto de consensuar estrategias de gestión y diseño de acciones públicas.
El año 2008 también nos ha dejado los primeros síntomas de una economía en declive que amenaza con erosionar la calidad de vida y el bienestar de los habitantes de la isla. En este sentido, en Lanzarote podemos sentirnos orgullosos de habernos adelantado a diseñar una respuesta a la recesión, con planes de futuro a corto, medio y largo plazo, que han sido analizados, diseñados, presupuestados y en algunos casos ya ejecutados, con rigor, responsabilidad y transparencia. La defensa y protección de los recursos naturales y el desarrollo sostenible se plantean ya en todo el mundo como única posibilidad de modelo económico alternativo a un sistema neoliberal que nos ha llevado a la crisis que padecemos.
Aunque en Lanzarote, como en el resto de Canarias, el sector turístico no será de los más castigados por la recesión, la distancia con el continente y el recorte de las conexiones aéreas lastrarán los beneficios de los destinos isleños. Para ello nos preparamos. En el diseño de los Presupuestos para 2009, el grupo de Gobierno ha optado por ampliar las partidas destinadas a la atención a los servicios sociales de primera necesidad, al tiempo que reduce, en la medida de lo posible, los gastos no prioritarios. Los retos para el próximo año están encaminados a atajar la crisis, contribuyendo a la creación de empleo a través de programas formativos y obras públicas y promoviendo el destino Lanzarote en el mercado turístico.
Nuestra oferta debe encaminarse a la diferenciación, a la potenciación de los paisajes y valores naturales y a la atracción de un visitante acomodado y que reconozca nuestras peculiaridades. Además, para este Cabildo, el reconocimiento de la prevalencia de su planeamiento insular es fundamental para avanzar en respuestas a una realidad que no satisface a nadie. La Corporación, como ha hecho en casos anteriores con la defensa del ordenamiento en beneficio de todos, liderará las actuaciones encaminadas a restaurar la legalidad conculcada por los establecimientos turísticos hoy sin licencia, siempre bajo la supervisión de los Tribunales. Y de nuevo, con el interés general como objetivo.
Y no podemos olvidar el medio plazo, el futuro no tan inmediato sobre el que hemos empezado a construir los pilares de un desarrollo más sostenible y, por tanto, menos sensible a los vaivenes económicos globales. En esta línea, el Cabildo mantendrá su apuesta por la producción de energías renovables, el apoyo al sector primario y la diversificación económica en general, con el fin de reducir la excesiva dependencia con el exterior. La construcción de un parque bioindustrial, la puesta en marcha de un mercado de abastos, el cultivo de plantas forrajeras, la subvención de equipamientos solares y fotovoltaicos para uso doméstico, el estudio de instalación de piscifactorías… Todas ellas son medidas encaminadas a avanzar en el autoabastecimiento insular, básico en una economía sostenible.
Tras un año intenso de trabajo, con definición y priorización de proyectos, con elaboración detallada de documentos y búsqueda de fondos económicos en múltiples instancias, estamos en disposición de recoger frutos. El año 2008 que finaliza fue el de siembra; el 2009 recién llegado será el de la cosecha.