El Sur y sus avatares

A pesar de que los años siguen pasando, el Sur de Tenerife no avanza como a muchos nos hubiera gustado. Los problemas y deficiencias que tiene la comarca son cada vez mayores y no se vislumbran planes públicos de administraciones supramunicipales que ayuden a resolver las actuales carencias. En la gran mayoría de las ocasiones, los poderes públicos se limitan a poner ‘parches’ para solucionar determinadas situaciones.

El Sur arrastra carencias porque los problemas no se solucionan y los compromisos no acaban de convertirse en realidades tangibles que posibiliten el despegue definitivo de esta pequeña, pero a su vez importante, porción del Archipiélago, lo que ha ocasionado, alguna que otra vez, una cierta crispación social. Un ejemplo: el ansiado hospital de El Mojón, cuya obra está en las cercanías de Los Cristianos (Arona), sigue estando paralizado y en esa situación ha estado la mayor parte del año. Esta circunstancia generó el enfado de todos los alcaldes desde Arico a Santiago del Teide, quienes incluso dieron un ultimátum a los presidentes del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Tenerife para que la obra se retomase con inmediatez.

El retraso de esta actuación sanitaria no es consentida por el conjunto de la ciudadanía, que está dispuesta a salir a la calle para reclamar una mejora básica y sólo se encuentra a la espera de que alguna voz autorizada convoque las movilizaciones que se consideren oportunas. Pero este problema sanitario no ha sido el único al que se han enfrentado los vecinos del sur tinerfeño, pues otros muchos inconvenientes han venido derivados del cierre de centros de salud en horario de tarde por falta de médicos, como ocurrió, por ejemplo, en los municipios de Santiago del Teide o en el de Granadilla de Abona.

Otro de los eternos debates del sur tinerfeño es el que afecta al Puerto Industrial de Granadilla, una infraestructura que muchos consideran que beneficiará a la zona, mientras otros estiman todo lo contrario. Sin embargo, la obra no ha comenzado, a pesar de que ya tiene el parabién de administraciones competentes en la materia. Por tanto, será el futuro quien dé o quite razones.

El turismo

La realidad turística de la comarca parece no ser asumida por las administraciones supramunicipales. Si bien se han desarrollado esfuerzos importantes, lo cierto es que no han sido suficientes para mimar como es debido a una zona de la Isla que sigue siendo uno de los principales motores económicos no sólo de Tenerife, sino también del conjunto de Canarias. Playa de las Américas, Los Cristianos y Costa Adeje presentan cambios radicales a raíz de los planes de mejora realizados en estos destinos vacacionales. Pero existen otras zonas que son también atractivas para los visitantes y que, lamentablemente, no tienen un buen aspecto y presentan muchas deficiencias.

Además, uno de los factores que muchos entendidos consideran básico para reactivar el turismo e impulsar el sector comercial es la reconversión del puerto de Los Cristianos en muelle de cruceros, para que puedan entrar embarcaciones de lujo. Para ello, eso sí, es esencial que el tráfico marítimo interinsular desde el sur de la Isla con La Gomera, La Palma y el Hierro se efectúe desde Guía de Isora, concretamente desde el complejo portuario que ya se contempla, pero nada más, en la zona de Fonsalía.

Pero el objetivo no sólo es mejorar los servicios que existen dentro de uno u otro núcleo, sino también renovar las infraestructuras que hay en el entorno. Así, el estado que presentan muchas de las carreteras es absolutamente lamentable y circular por las mismas es, en la gran mayoría de los casos, una verdadera odisea. Las mejoras que está impulsando el Cabildo de Tenerife en las calzadas de Las Chafiras a Guaza, la propia circunvalación de Guaza o los nuevos enlaces de San Isidro vendrán a paliar la maltrecha situación actual, pero estas actuaciones deberían complementarse con otras que den respuesta a las necesidades de vecinos y turistas.

Así, es inexcusable el retraso en la ampliación de la Autopista del Sur hasta, al menos, las ciudades turísticas. Además, urge que se concluya con el denominado cierre del anillo insular para facilitar la movilidad con el norte de la Isla. Y tampoco pueden pasar desapercibidos los dramas que han vivido muchas familias, que han visto como la Dirección General de Costas o la Agencia del Medio Urbano y Natural (Apmun) del Gobierno de Canarias se mostraban implacables a la hora de derribar sus viviendas, como ha ocurrido en el poblado de Cho Vito (Candelaria) y en otros tantos núcleos de la comarca.

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