Con errores, aciertos y no sin dificultades, el grupo de gobierno de Puerto de la Cruz ha afrontado los temas que han marcado la agenda política local, que no han sido pocos ni fáciles de resolver. El pacto con el PP, la huelga de basura que asoló a la ciudad durante diez días, el incendio ocurrido en el hogar de ancianos Santa Rita I o el traslado de la perrera de Punta Brava han marcado el año en el Ayuntamiento que preside Dolores Padrón.
La recogida de basura marcó el primer conflicto del año en Puerto de la Cruz. Pero a pesar de la falta de acuerdo inicial con el sindicato UGT y los confusos pliegos de condiciones firmados con la empresa concesionaria del servicio, la huelga del personal de limpieza viaria y recogida de residuos tuvo un final que, al parecer, conformó a todos. Algo similar ocurrió con el traslado de la perrera gestionada por la Asociación Refugio Internacional para Animales, cuyas instalaciones, ubicadas en una propiedad municipal, se encontraban afectadas por el trazado del nuevo viario de la carretera de Las Dehesas, un proyecto insular. Aunque en un principio, y después de 30 años allí, los responsables del refugio se negaban a abandonar el lugar, una resolución judicial le dio la razón al Ayuntamiento y tuvieron que hacerlo, mientras que el consistorio se encargó de trasladar a los animales a otros sitios de la Isla. Y en el incendio de Santa Rita I también se logró actuar con rapidez y realojar a los 310 ancianos que se hallaban en el centro. No obstante, todavía quedan por resolver cuestiones de vital importancia, pero que también dependen de otras administraciones, como el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias.
En la política también hubo noticias. Así, después de varios amagues, la ruptura del PSOE con sus socios de gobierno del PP se hizo realidad el 14 de octubre, cuando la alcaldesa anunció que destituía de sus funciones a la primera teniente de alcalde y ex concejal de Urbanismo, Eva Navarro, por supuesta deslealtad, exceso de protagonismo, incumplimientos y por querer mantener un Ayuntamiento paralelo. Una decisión que dejó a Dolores Padrón con un gobierno en minoría, tal y como lo decidieron las urnas el 27 de mayo de 2007. Para intentar salir adelante y no defraudar a sus votantes, la primera mujer que ha logrado ser alcaldesa de la ciudad colocó a personas de su máxima confianza y quizás las que cuentan con mayor espíritu político, en áreas claves como Turismo –una concejalía que hasta entonces llevaba ella directamente y que ahora ocupa María Jesús Ferrer– y Urbanismo, curiosamente en manos del único concejal independiente que integró la lista del PSC-PSOE en las pasadas elecciones, Jaime Coello, quien a la vez es portavoz del grupo socialista en el consistorio.
Pero no han corrido la misma suerte los asuntos relacionados con el turismo en la ciudad. A pesar de gobernar en Madrid, el Gobierno local no ha conseguido que Puerto de la Cruz se incluya en los planes Horizonte 2020 y Renove, dos de las principales iniciativas del Ministerio de Industria y Turismo para recuperar destinos maduros que necesitan rehabilitar sus instalaciones hoteleras. Quedan pendientes otras cuestiones importantes para encaminar al municipio en esta dirección, un trabajo que el Ejecutivo local no terminará en los tres años que le quedan de mandato pero que al menos le convendría tener en marcha de cara al 2011. Es el caso de la ciudad deportiva, el puerto deportivo y pesquero o la remodelación del Parque San Francisco, de vital importancia para la vida cultural del municipio, más aún cuando acaban de cerrar sus puertas para siempre los multicines Chimisay, las únicas salas de cine que quedaban.
Es el turismo el apartado en el que deberá centrarse ahora Dolores Padrón y su equipo de gobierno, ya que el municipio se debate actualmente entre la vida y la muerte. Entre continuar siendo uno de los destinos turísticos más importantes de Canarias o morir con el recuerdo de haberlo sido algún día. No conforme con esto último, y convencida de que “el Puerto tiene futuro”, la también diputada regional ha dado algunos pasos, más allá de la modificación de un Plan General de Ordenación que llevaba paralizado ocho años y la petición de que se modifique el Plan Especial Territorial Turístico para fomentar la inversión privada y facilitar la rehabilitación de una planta hotelera anticuada.
Uno de los avances más importantes ha sido la celebración del foro de turismo Habla, Puerto, habla, en el que participaron varios expertos del sector, empresarios y hoteleros españoles, y en el que se puso de manifiesto la necesidad de relanzar y revitalizar el turismo en la ciudad. Y para ello, inevitablemente, es primordial una renovación y modernización de las instalaciones, muchas de las cuales han quedado obsoletas desde hace más de quince años y han permanecido casi intactas durante más de tres décadas.Sin embargo, hay quienes consideran que la ciudad necesita más que eso. Un destino turístico de calidad exige contar con una oferta de ocio y determinadas infraestructuras y servicios de los que todavía no dispone el municipio, aunque “sol y playa” siga siendo una apuesta segura. De no intervenir, Puerto de la Cruz corre el riesgo de desaparecer del mapa turístico. Pero si actúa, aún tiene una larga vida como destino.
