Se hicieron esperar pero cuando finalmente se animaron, llegaron en bandada. Canarias fue el destino preferido de las compañías aéreas de bajo coste en 2008 y las perspectivas apuntan a que la expansión no ha hecho más que empezar. El Archipiélago crece a ritmo de dos dígitos, pero recibe pocos pasajeros en comparación con otras comunidades. Las Islas ocupan el quinto lugar en el listado nacional de pasajeros de bajo coste.
Las compañías aéreas de bajo coste rectificaron en 2008 su política y reconocieron que Canarias, a pesar de su lejanía, era un destino igual de competitivo que otros más cercanos. Estas aerolíneas habían iniciado su aproximación con anterioridad, aunque de forma un tanto tímida. Ryanair, que es la mayor de su género en Europa, fue la primera en aterrizar en el aeropuerto de Los Rodeos y en Fuerteventura. Sus resultados no pudieron ser mejores en los seis meses iniciales gracias a unas tarifas competitivas y unos excelentes índices de ocupación, ya que las Islas siguen siendo uno de los mejores destinos turísticos del viejo continente.
Así, la compañía no tardó en ampliar sus frecuencias y, posteriormente, en abrir nuevas rutas. Ahora ofrece nueve destinos europeos desde los dos aeropuertos canarios. Quizás, la única pega es que fracasó la iniciativa de las administraciones locales por ampliar los vuelos a Tenerife Norte y por ende a Puerto de la Cruz. Pocos meses después de operar Ryanair en Los Rodeos, la empresa anunció que trasladaba sus operaciones al Reina Sofía porque así se lo habían pedido sus clientes. No obstante, el desembarco de Ryanair animó a otras a seguir su ejemplo. Poco tiempo después llegaron las primeras líneas de bajo coste españolas, las catalanas Vueling y Clickair, que mantienen su interés por quedarse en el aeródromo de La Laguna.
Mientras tanto, el aeropuerto de Tenerife Sur se benefició del aterrizaje de Easyjet, la segunda compañía de bajo coste, que después de adquirir a la antigua GB Airways ganó en flota y en destinos. Sin embargo, la compra conllevó, al igual que ocurrió con Ryanair, el abandono de los pocos vuelos que realizaba GB Airways (con los colores de British Airways) a Tenerife Norte para concentrarse en exclusiva en Granadilla. El mismo proceso se ha repetido de manera similar en Fuerteventura y en Gran Canaria, así como en menor medida en Lanzarote. Las compañías de bajo coste han establecido más o menos rutas desde sus principales bases logísticas hacia las islas orientales.
De hecho, Easyjet inició su aventura viajando desde Madrid a Fuerteventura y Lanzarote con tarifas de 20 euros por trayecto. Pocos meses más tardes unió Londres y Ginebra (Suiza) con Gran Canaria. Por su parte, Air Berlín, el tercer gigante del sector, que desde sus inicios ha volado a los principales aeropuertos canarios, no ha dudado en adquirir a la competencia (entre otros a LTU y Niki, fundada por el ex piloto de Fórmula 1 Niki Lauda). En octubre dio a conocer que ampliaría sus rutas a Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Palma.
En general, el acercamiento de las compañías de bajo coste ha supuesto un éxito, contra todo pronóstico, ya que los expertos consideraban que la distancia al Archipiélago desde Europa (a cinco horas de avión) era demasiada. Las ventajas han sido más que notables, ya que ha contribuido a reducir el precio de las tarifas (algunas parten desde los 20 euros) frente a las que ofrecían las compañías tradicionales, que muchos consideran desproporcionadas.
Las cifras… y la crisis
Las estadísticas confirman el buen momento del sector. Los aeropuertos de Tenerife Sur, Gran Canaria y Lanzarote están entre los 10 primeros aeropuertos de España y destacan especialmente los incrementos del Reina Sofía, de Gando y de Fuerteventura, que mes a mes han dado los mejores resultados de los informes mensuales que elabora el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través del Instituto de Estudios Turísticos. Como muestra de esta radiografía, el número de pasajeros en aviones de bajo coste que llegó a Gran Canaria en los diez primeros meses del año aumentó un 49,7 por ciento y un 44,8 en Tenerife Sur. Fuerteventura tampoco se quedó atrás y en los primeros meses del invierno logró crecimientos mensuales de entre el 202 y el l51 por ciento.
Además, a esto hay que sumar que la mayoría de los viajeros de bajo coste proceden de Alemania, que, sin embargo, es el tercer mercado emisor de turistas a Canarias, por detrás del Reino Unido (aunque hay meses en los se multiplica la cifra de británicos por dos con respecto al mismo mes del período anterior) y de los nacionales. Por el contrario, las Islas apenas reciben reactores procedentes de Italia, que a nivel estatal es el tercer país de importancia de origen de los turistas, por detrás del Reino Unido y Alemania. Y hay que paliar este déficit porque los italianos son un grupo de turistas que suelen gastar mucho dinero en sus vacaciones.
No obstante, el impulso que han tenido las compañías aéreas de bajo coste no ha impedido que algunas hayan entrado en barrera. La primera fue la británica XL, que desconcertó a propios y extraños. De repente, la matriz anunció sus dificultades financieras para seguir funcionando, lo que provocó la suspensión inmediata de numerosos vuelos. La situación cogió por sorpresa a todos, pero la rápida intervención del Gobierno británico, que pidió ayuda al resto de aerolíneas del país (principalmente a Monarch) y el plan que adoptaron las autoridades locales y AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) permitió devolver a los afectados a sus ciudades de origen.
Pocas semanas más tarde hubo que volver a sacar este plan, después de que la española Futura International Airways –junto con sus
hermanas menores Futura Gael y Flyant Cargo– suspendiese sus operaciones. Por si fuera poco, otra de las compañías míticas, LTE, con más de 20 años de experiencia, echó también el candado en la antesala de las fiestas navideñas. A esto hay que añadir los problemas que Spanair venía arrastrando y el fracaso por parte del gigante aéreo SAS por vender una compañía deficitaria. En el mes de julio, el transportista anunció un duro plan de ajuste, que entre otras cosas implicaba el cierre de sus bases de operaciones de Tenerife y Gran Canaria, con la intención de recuperar la senda de los beneficios.
Poco después, el 20 de agosto, vino el accidente de un avión de Spanair en el Aeropuerto de Madrid–Barajas en el que perdieron la vida 153 personas, con numerosos canarios a bordo. Dos meses más tarde, el 31 de octubre, en un ambiente de psicosis general sobre el peligro a volar y los incidentes aeronáuticos, un avión de Air Europa dio un nuevo susto en Lanzarote, al salirse el aparato de la pista de aterrizaje y detenerse fuera de la misma a pocos metros del mar.
¿Plataforma tricontinental?
En lo que se refiere a las comunicaciones con el exterior, Canarias se aleja de su enfoque de plataforma continental. Mientras que las comunicaciones siguen mejorando con Europa, estas han empeorado con África y apenas se mantienen con América. La compañía Top Fly, que unía con aviones de pocas plazas (19 asientos) el Archipiélago con Agadir y Nouadhibou (Mauritnia) fue desmantelando poco a poco sus operaciones. A esto hay que sumar la retirada de Binter Canarias de Nouakchott (capital de Mauritania) debido a los bajos niveles de ocupación, a pesar de que traían mucha carga, básicamente pescado.
La situación ha llegado a ser tan mala que Canarias perdió los vuelos de Top Fly y de Regional (transportista aéreo privado marroquí) a Agadir, ciudad que está a cerca de una hora de vuelo. Con la pérdida de estos vuelos volvió a ser necesario pasar por Madrid y Casablanca, con lo que el tiempo se multiplicó hasta alcanzar casi las doce horas. Por fortuna, se espera que esta situación se corrija en breve. A finales de noviembre el portal www.africainfomarket.org, que está respaldado por las Cámaras de Comercio de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, anunció que la compañía El Sahariano Travel unirá Agadir, Goulmin y El Aaiún con la provincia oriental y Tenerife.
En lo que se refiere a los enlaces con América, las Islas tan sólo mantienen la línea regular entre Caracas y Tenerife y eso que en octubre la compañía que realiza el trayecto, Santa Bárbara Airlines, anunció que los suspendía, aunque un mes más tarde rectifico y retomó la ruta. Para el próximo año se espera en enero el inicio de la ruta entre Tenerife y Miami por parte de Air Europa con un Airbus A330. Con todo, el Archipiélago tiene cada vez más claro que su futuro pasa por mejorar las conexiones aéreas y ahí las aerolíneas de bajo coste juegan un papel importante, tanto como las tradicionales y las charters. Su llegada ha permitido aumentar las frecuencias y abaratar los pasajes.
Ahora queda por ver si las administraciones estarán a la altura necesaria y si sabrán responder a las peticiones que hacen.
Mi avión es más nuevo
En el Archipiélago, las compañías canarias se han enfrascado en una competición por ver quién tiene los aviones más nuevos. Binter Canarias, que ya inició este proceso hace años, volvió a sorprender al anunciar que sustituiría sus pájaros más veteranos, que sin duda serán adquiridos por otra compañía, ya que algunos apenas han cumplido los diez años de edad. Un ejemplo: la extinta TWA tenía una flota con una edad media de 12 años de antigüedad. Simultáneamente, Islas ha ido recibiendo sus nuevos aparatos y ha logrado prescindir de sus aeronaves más viejas. Una de ellas, un ATR-42, se encontraba entre los más vetustos de toda España, con 20 años cumplidos. La entrada de los turbohélices ha cambiado el escenario canario y Naysa, una aerolínea independiente que opera en exclusiva para Binter, tiene hoy en día más aviones (nueve) que la propia Binter (ocho), en tanto que Islas tiene seis aparatos. Con ellos las compañías han reforzado los enlaces domésticos e incluso alguna, como es el caso de Naysa, se han aventurado a establecer su propia línea a El Aaiún, donde vuela también su hermana Binter Canarias. Por si fuera poco, Binter anunció en noviembre que mejoraría el puente aéreo entre Los Rodeos y Gando con más frecuencias en los horarios de primera hora del día. A esto hay que sumar la apertura de su primera base en La Palma, para que el avión que une Mazo con Los Rodeos llegue antes.