El año 2010 fue, desde el punto de vista ambiental, muy satisfactorio para la isla de Tenerife y, en general, para toda Canarias. De los algo más de veinte conatos que tuvimos en Tenerife, apenas se vieron afectadas ocho hectáreas. Y sólo tres tuvieron la dimensión de incendio, al superar las dos hectáreas de extensión. Además, en todos los casos pudimos controlar los conatos al inicio, salvo el de las pistas de Las Aguilillas, en la zona de Ravelo, activo durante dos días.
Un análisis sobre la incidencia de los incendios forestales en el año 2010 nos debe llevar a una moderada satisfacción, por la escasa repercusión que el fuego ha tenido sobre nuestros montes. Lamentablemente, también hay que recalcar que gran parte de los conatos fueron provocados y como elemento novedoso destacamos que se reactivaron los conatos en el Valle de La Orotava -en la zona de Benijos-, el sur de Anaga y La Hornaca (Tacoronte). Por el contrario, y en sentido positivo, por primera vez en 20 años disminuyeron los conatos en la zona de Los Campeches (Los Realejos).
Las cifras no se explican sin algunas consideraciones. Por eso, hemos de agradecer la importante colaboración que ha tenido el área de Medio Ambiente del Cabildo por parte de los agricultores, ya que contaron con nuestro personal y nuestros vehículos para la realización de 1.896 quemas controladas. En consecuencia, se han erradicado la mayor parte de las quemas clandestinas que suelen ser un foco de incendios forestales. Es en este marco en el que queremos felicitar a los ayuntamientos tinerfeños, que han sacado bandos invitando a sus vecinos a la limpieza de los entornos forestales y, sobre todo, de los espacios poblados.
Numerosos alcaldes del norte de la Isla se han implicado en esta tarea, teniendo como pionero a Manuel Reyes, alcalde de San Juan de la Rambla. Por otra parte, tuvimos numerosos casos a lo largo del año en los que los agricultores nos pidieron ayuda para las quemas de pastos para regenerar sus praderas, como ocurrió en Teno Alto, con un total de 20 hectáreas. Además, las brigadas forestales de Medio Ambiente han eliminado muchas hectáreas de combustible en los cortafuegos de Chivisaya y La Victoria, a ambos lados de la dorsal de la Isla, siendo también importante el trabajo realizado en el cortafuego de La Orotava.
Por ello, creemos que más allá de la eficiencia de las brigadas forestales y de los equipos de prevención -con las ocho torres de vigilancia que tenemos en nuestra Isla, a la que se unen un número de agentes y equipos de disuasorios que recorren todos los días nuestras cumbres- es fundamental una estrecha colaboración entre los recursos humanos de Medio Ambiente y nuestros queridos campesinos. Este es un tema clave para el futuro, puesto que necesitamos como medida importante en la prevención que cada día las tierras balutas se labren y se limpien de combustible, situación que a todas luces no está en nuestras manos si no hay un vínculo cercano entre los responsables de Medio Ambiente del Cabildo Insular y los agricultores y los propietarios de fincas forestales en las cumbres de Tenerife.
Es aquí donde indudablemente creemos que queda por hacer una labor de acercamiento y estrechar lazos de colaboración, para romper los cortocircuitos que han existido entre la Administración y nuestros campesinos y vecinos del mundo rural. Por ello, los datos de 2010 son altamente positivos y es un logro, no sólo de la eficiencia de nuestras activas brigadas forestales, sino también de la interrelación entre éstas y el mundo rural. Y por supuesto, de los usuarios del monte, que también han colaborado aunque procedan del mundo urbano.
Operativo Brifor 2010
El Cabildo de Tenerife desplegó la totalidad del Operativo Brifor de Prevención y Extinción de Incendios Forestales entre el 15 de junio y el 15 de octubre de 2010. El Operativo Brifor estuvo compuesto por 356 trabajadores, distribuidos en coordinación y vigilancia (68), extinción (274) y apoyo (4). En situaciones de gran incendio, el Cabildo Insular podría movilizar para labores de apoyo y logística al resto del personal de Medio Ambiente, con lo que alcanzan las 725 personas. Además del Operativo Brifor, existen medios de extinción especializados cuya actuación puede desarrollarse en la isla de Tenerife como los cinco helicópteros multifunción del Gobierno de Canarias, el helicóptero Kamov (Los Rodeos) y la Brif de Puntagorda del Ministerio de Medio Ambiente, los medios de autoprotección del Parque Nacional del Teide, el Consorcio de Bomberos de Tenerife y la Unidad Militar de Emergencia (UME).
La estructura y cantidad de medios del operativo está diseñada para el despliegue masivo en la actuación de gran incendio, que es la situación que de forma periódica produce mayores daños en los ecosistemas naturales de la Isla. Esto es una particularidad del operativo frente a los de otras zonas geográficas, que están más diseñados para el control de numerosos incendios pequeños. El Operativo Brifor se desarrolla a lo largo de todo el año y durante la época de menor peligro -de diciembre a marzo- está cubierto con autobombas ligeras tipo disuasorio, unas unidades ligeras de prevención y vigilancia. A medida que el riesgo aumenta se despliegan más unidades, estando operativo desde abril de este año los servicios Vamtac de alta movilidad.
Como principal novedad en 2010 tuvimos la incorporación de siete nuevos vehículos de extinción que vienen a reemplazar a otros medios y la incorporación de una brigada forestal compuesta por ocho personas. Los vehículos se distribuyen en tres autobombas forestales de primer ataque (uno de doble cabina y dos de cabina sencilla) y cuatro vehículos disuasorios todoterreno. La autobomba forestal de primer ataque es un vehículo de nueva generación, sobre chasis de tracción total. La autobomba de doble cabina permite el desplazamiento de una brigada de seis trabajadores forestales totalmente equipados. Las autobombas disponen de un depósito de agua de 4.900 litros y otro de 100 litros de espuma ecológica y transporta diverso material para la extinción de incendios forestales, como son motobomba portátil, herramientas forestales y 1.000 metros de mangueras, entre otros elementos.
Por su parte, los cuatro vehículos todoterreno disuasorios para la vigilancia de los montes son tipo Pick-up (con cabina y caja), con cabina doble de capacidad para cinco operarios de brigada forestal totalmente equipados. Todos van equipados con un depósito de 600 litros, un depósito de espuma ecológica y diversas herramientas para una actuación inmediata de las brigadas forestales. Asimismo, todos los vehículos van equipados con un cabrestante de rescate. Además, a finales de año pusimos en funcionamiento el nuevo centro de trabajo del helipuerto de La Guancha fruto de la colaboración del Cabildo de Tenerife, el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento norteño y que supuso una inversión superior a los 765.000 euros.
El nuevo centro de trabajo en la Base BRIFOR Helitransportada acoge el helicóptero Sokol W-3S del Cabildo. Esta aeronave tiene capacidad para 1.500 litros de agua o espuma y el transporte de 14 personas. Las nuevas dependencias albergan a 54 trabajadores del área de Medio Ambiente del Cabildo y es utilizado, además, para los entrenamientos de las cuadrillas de tierra del Operativo Brifor.