Una boca llena sólo de palabras

Se nos llena la boca al denunciar los desmanes de nuestra clase dirigente, focalizando parte de todos los males de estas islas hacia los que han llegado de fuera, hacia los que con sus manos han hecho posible la existencia del Estado del Bienestar y la continuidad de una Seguridad Social que mantiene a nuestros viejos y los recursos públicos. Palabras sí hay, pero no hechos. Y ahora, la crisis los pone en competencia con los oriundos en la búsqueda de un empleo.

Los emigrantes no sólo han permitido la existencia de servicios básicos en Canarias durante años. Son muchos los que, por sacar adelante a su familia (muchas veces en sus países de origen), se ven obligados a vivir en pisos patera, trabajar a destajo por un puñado de euros y sin seguro ni protección alguna. Y con la espada de Damocles sobre sus cabezas ante la posibilidad de una denuncia anónima en Extranjería que acabaría en detención y expulsión. Por cierto, casi todos estos dueños de casas y empleadores no son extranjeros, sino canarios.

Pero hay más. ¿Y los medios de comunicación?, ¿qué hemos hecho los medios para inclinar la balanza a favor de los más débiles? Aparte de algunos oasis en la radio (como la Cadena SER en Tenerife en el proyecto Juntos en la misma dirección) no conozco muchas más iniciativas (no quiere decir que no las haya, sólo las desconozco). Para empezar, ni siquiera los extranjeros (qué curioso, seguir insistiendo en llamarlos extranjeros cuando muchos ya son residentes, algunos desde hace muchos años, ¿“nuevos habitantes” quizas?) tienen hueco en los medios locales para expresarse libremente.

Expresarse libremente es expresarse sin miedo a perder una subvención o a ser atacado por los que cuando escuchan una crítica responden “pero éste de qué se queja, si lo que tiene es que estar agradecido de que lo dejemos vivir aquí, que se vayan si tan poco les gusta esto”. Esto es lo mínimo que piensa quien en la sala de espera de un centro de salud o en la cola del paro ve que atienden a alguien con otro acento u otro color de piel.

Ahora, además, la crisis ya ha puesto en competencia a los nuevos habitantes con los buscadores de empleo oriundos y las tensiones cada vez están más a flor de piel. No bastará una paginita en un periódico, ni unos minutos en la radio. Canarias necesita de una acción coordinada, donde los máximos responsables de cada medio acuerden (acordemos), por coherencia (no por quedar bien en una foto) dar el paso adelante que no se atreve la clase dirigente local.

El decálogo de la inmigración auspiciado por el entonces consejero de Bienestar Social, Marcial Morales, fue un rotundo fracaso inclumplido en cuanto llegaron los cayucos. Destacar que el guillotinador de Los Cristianos es búlgaro ¿realmente lo exculpa?, ¿supone un elemento informativo importante? Ah claro, los búlgaros, como todo el mundo saben, son expertos en el manejo de la catana desde muy niños…
Salvador Morales (sentenciado por meter en una fosa séptica a Isabel Canino) debe tener genes búlgaros, de los búlgaros de toda la vida. Y Dámaso el brujo ¿era también búlgaro, como todo el mundo sabe? ¿Y los autores del crimen del contenedor de Las Palmas y los secuestradores de Eufemiano y los que llamaron reclamando para el MPAIAC la bomba de Gando que dio origen a la mayor tragedia de la aviación comercial, en Los Rodeos…?

Que a partir de ahora los gabinetes de comunicación de las distintas policías y fuerzas de seguridad hurten la nacionalidad de sus detenidos sería un pequeño pero buen paso, impidiendo el efecto rebote en todos los medios, cargando de prejuicios, de más prejuicios, contra el otro, contra el que desconocemos, contra el que no hemos oído hablar nunca, contra el que opinando diferente no respetamos y despreciamos.

Curiosidades

De golpe nos llegaron de África, murieron en nuestras costas o a los pocos meses se fueron a Península o los retornaron (a veces a traición) a sus países. Por el aeropuerto llegaron más y apenas tuvieron problemas para encontrar un puesto de trabajo, cuando, a la vez, muchos jóvenes de las islas se apuntaban al paro. ¿Cómo explicarlo? Hay datos curiosos.

Ahí van: el 18,3% de la población actual de Canarias nació en el extranjero (en las islas hay 200 nacionalidades), la mayor cantidad (el 85%) originarios de Europa y América, según los datos del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (Obiten) el más potente laboratorio de Canarias que existe desde hace 10 años sobre el estudio de las poblaciones de origen extranjero con un amplio programa de iniciativas para la integración y la comprensión.

La sociedad canaria ha dado una gran lección de tolerancia, en general, sobre cómo actuar ante el otro. Los medios de comunicación tenemos ahora la enorme responsabilidad de no avivar los rescoldos de la crisis de los cayucos, ni seguir el juego a los más espurios intereses políticos… Por ejemplo, no se han escuchado las voces que ahora reconozcan que el padrón municipal de personas del exterior está en 2010 en cifras de 2000 (24.300 inscripciones) y las bajas de 2009 casi alcanzan las 8.000.

Hace apenas unas semanas, la Fundación Bertelsmann reunió a los principales comunicadores en inmigración y extranjería de este país con el objetivo de sentar las bases de una comunicación más sensible, más atenta a los nuevos habitantes y sobre todo a ser más abiertos a sus opiniones y a tenerlos en cuenta para cualquier tipo de informaciones (paro, IPC, carnavales o medio ambiente) y no sólo a aquellas relacionadas con su nacionalidad, normalmente vinculadas a noticias negativas.

El reto es enorme. No vamos a cambiarlo de la noche a la mañana. Pero sinceramente creo que es necesario un aldabonazo al menos a dos niveles, en los despachos de dirección de los medios y entre los redactores que sincera y objetivamente crean en este tipo de informaciones, que surja de forma natural y consciente, no impuesta. Así en nuestras bocas no sólo habrá palabras vacías, sino hechos por una Canarias mejor.

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