Universidad: a la excelencia, pese al recorte

Para el sistema de educación superior de Canarias el último año ha estado dividido: las dificultades y contratiempos, sobre todo económicos, se han intercalado con algunas sorpresas más agradables. Y todo ello con la carrera a contrarreloj que supone el fin del mandato tanto del Gobierno autónomo como de los dos equipos rectorales de las universidades canarias. El mayor contratiempo ha sido la crisis económica en la que se ha visto inmersa la sociedad… y la Universidad

En el caso del sistema universitario, la crisis económica ha implicado una reducción drástica de las cantidades acordadas en 2008 para obras. El contrato programa firmado entonces con el Ejecutivo autónomo comprendía un total de 58 millones para cada universidad hasta 2013 en lo que se denominó Plan de Inversiones y que pretendía financiar la mejora de las infraestructuras. No obstante, la Universidad canaria no iba a salvarse de los recortes y la partida prevista para 2010 se redujo un 63 por ciento, lo que, por ejemplo, en el caso de la Universidad de La Laguna, disminuyó la inyección económica de los 11.998.785 euros previstos a un total de 5.627.431 euros.

Los responsables de Universidades en el Gobierno de Canarias se cansaron de reiterar que ese recorte no era tal, sino un deslizamiento del dinero, que se abonaría en su totalidad antes del fin del contrato programa, en 2013. Aún así, la preocupación y el malestar entre los equipos de Gobierno de la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria fue tal que se produjo el primer enfrentamiento verbal a través de los medios de comunicación entre los dos rectores y el Ejecutivo regional. La cosa no pasó a mayores, entre otras cosas, porque en realidad las obras en infraestructuras no llegaron a sufrir paralización o retraso por la falta de financiación.

En el caso de la universidad lagunera, aunque no se pudo proceder a la construcción de varios aularios muy necesarios dado la masificación de algunas facultades, lo cierto es que el año 2010 vivió un impulso en lo que a edificios se refiere: la ansiada Facultad de Bellas Artes, la ampliación de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática o la rehabilitación del Edificio Central fueron el destino de gran parte de este plan de inversiones. Aun así, el mazazo presupuestario llegó de la mano de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi) que había destinado unos cinco millones de euros a las dos universidades en concepto de programas y ayudas que fueron retirados por el recorte de financiación de la propia Aciisi.

Pero las consecuencias de la crisis económica en el sistema universitario de las Islas tuvo otras consecuencias inesperadas. La falta de empleo ha hecho que muchos jóvenes (y no tan jóvenes) regresen al sistema educativo, lo que ha aumentado no sólo la cifra de matrículas en Formación Profesional, sino que ha provocado también un crecimiento en el número de alumnos de la universidad canaria. En el curso 10/11, los nuevos grados han experimentado un crecimiento de matrículas en la Universidad de La Laguna de casi 500 estudiantes hasta alcanzar un total de 21.697 alumnos, mientras que prácticamente se ha duplicado la cifra de matrículas en másteres oficiales. Con tantos estudiantes y tanta crisis sólo cabía esperar un aumento en las solicitudes de beca, que en el caso de las ayudas gestionadas por el Gobierno de Canarias llegaron a sorprender de tal manera a la Agencia Canaria de Becas que se retrasó considerablemente tanto la resolución como el pago.

Hasta 9.734.000 euros destinó el Ejecutivo autónomo a becas de las que se beneficiaron 3.108 universitarios. El sistema de ayudas al estudio de Canarias, sin embargo, fue objeto de la polémica por otro asunto: ni a la consejera regional de Educación y Universidades, Milagros Luis Brito, ni a las comunidades de ambas instituciones académicas les gustó el nuevo reparto que propuso el Ministerio de Educación para sus propias ayudas. El Gobierno estatal pretendía distribuir las ayudas en función de la población, lo que a juicio de Canarias incumplía los requisitos de equidad y perjudicarían gravemente los intereses de los universitarios del Archipiélago.

Campus atlántico tricontinental

Pero no todo fue negativo, ni mucho menos, en 2010. El año trajo para el sistema universitario un regalo en forma de reconocimiento estatal denominado Campus Atlántico Tricontinental. Un proyecto conjunto entre la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para impulsar la investigación en las Islas y que obtuvo una mención en la convocatoria ministerial del Campus de Excelencia. Más allá de las buenas intenciones y de las promesas de mejorar la calidad en pro de la sociedad canaria, el sistema universitario del Archipiélago recibió un total de 5,3 millones de euros con los que deberá desarrollar hasta 2015 las acciones que presentó en su proyecto.

Un camino conjunto de la ULL y la Ulpgc que se ha utilizado como ejemplo de los logros que se pueden obtener cuando se camina de la mano. Unión que no sirvió, sin embargo, para frenar la implantación de una universidad privada en La Orotava. Con informe favorable del Gobierno regional y con el apoyo más que evidente del sector empresarial del municipio del norte de Tenerife, no sirvieron de nada las críticas de los responsables de las dos universidades públicas de las Islas (que apuntaban a la duplicación de los títulos) ni de los estudiantes que se manifestaron en La Laguna en contra de la privatización de la enseñanza: el centro orotavense recibió finalmente el apoyo unánime de las tres formaciones políticas del Parlamento de Canarias.

Curiosamente, el mismo día que los parlamentarios alzaron su mano para votar a favor de la creación de la universidad privada de La Orotava, la Universidad de La Laguna daba un paso más en su lucha por obtener recursos financieros de debajo de las piedras. Su rector, Eduardo Doménech, presentó en el emblemático Edificio Central a sus nuevos patronos, empresas, entidades y particulares que configuran la Fundación de Mecenazgo de la institución lagunera, organismo que prevé entre sus acciones la creación de una bolsa de becas.

Mientras, en el terreno puramente académico, el sistema universitario de Canarias se integró definitivamente en el Espacio Europeo de Educación Superior y todos los títulos que se imparten en las dos universidades se convirtieron en grados. A coste cero, la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria aún se encuentran en la transición: viejas titulaciones que se extinguen y nuevas metodologías que deben impulsarse y que no terminan de contentar a los diferentes colectivos. Pero había que cumplir el Plan Bolonia y ya ambas universidades piensan en esa clave para diseñar nuevos grados de más calidad y mejor relacionados con el tejido socioeconómico insular.

Dentro de los aspectos más positivos del año en las universidades canarias se incluye asimismo un logro para el profesorado que se venía reivindicando desde hace varios cursos. El consenso entre los representantes del Personal Docente e Investigador (PDI) y el equipo rectoral de la Universidad de La Laguna permitió la firma de un acuerdo para acometer un plan de prejubilaciones. Pese a que el principal objetivo de este pacto es el rejuvenecimiento de la plantilla y que esa era una de las demandas del Gobierno regional, el Ejecutivo no secundó el acuerdo aludiendo que no era el momento económico.

Tampoco accedió la Dirección General de Universidades a las peticiones de negociar el complemento retributivo del profesorado de las dos universidades canarias, lo que llevó a sus representantes a convocar una jornada de huelga el 19 de mayo. El paro, secundado por un 34% según los datos de las propias instituciones, no estuvo exento de polémica. Una carta remitida la víspera por el director general de Universidades, Juan José Martínez, fue entendida como un boicot por los representantes del colectivo, que incluso llegaron a amenazar con demandar al miembro del Gobierno por ir en contra de la protección de datos.

En definitiva, el año se resolvió entre sustos pero con sorpresas, entre enfrentamientos y diálogo, entre pasos al frente y retrocesos… Doce meses completos para el sistema de educación superior en Canarias que serán recordados como los del año en que las dos universidades avanzaron hacia la excelencia.

Facebook
Twitter
LinkedIn
COrreo-e
Imprimir

Patrocinadores

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad