¿Ha muerto la Cultura o está al caer?

Hace ya algunos anuarios atrás que me encargaron que escribiese una visión artística objetiva de lo realizado en cuanto a plástica se refiere. Comencé hablando con gran ilusión, pues lo que iba a ser el IODAC (Instituto Óscar Domínguez de Arte Contemporáneo), ahora TEA (Tenerife Espacio de las Artes), abría sus puertas presagiándose una nueva fase cultural. Por lo menos así nos lo vendieron. Hoy la realidad es bien distinta.

Hoy la realidad es que muchas galerías privadas han cerrado sus puertas, se amplían temporalmente las exposiciones en centros públicos y se tira de amistades para exponer en estas salas como principal cualidad a destacar, olvidando los dirigentes y especialistas del sector características como calidad, técnica y originalidad de lo expuesto. La crisis, en muchos casos, lejos de agudizar la inventiva como sucede en otros lugares, ha servido aquí de excusa para que aquellos que gestionan estos espacios culturales los administren como si de una finca particular se tratara. Y algunos nos preguntamos: ¿Ha muerto la cultura o está al caer?

Dado que los avances tecnológicos se han multiplicado, permitiéndonos estar más al tanto de todo lo que ocurre en el mundo, y vivimos en una sociedad del XXI cada vez más abierta, ¿por qué no se ve reflejado en muchas de las exposiciones realizadas y resulta cada vez más difícil salir de una muestra con buen sabor de boca? ¿Es normal que estemos a tan bajo nivel, teniendo los continentes que tenemos y, según escuelas y profesores de Bellas Arte, una cantera de talentos descubiertos o por descubrir? ¿Es posible que lo hecho hasta ahora no esté dando resultado?

Partiendo de la base que equivocarse es otra manera de aprender, no estaría mal que todos aquellos que se ocupan de gestionar la cultura miraran con perspectiva lo realizado desde que comenzó la crisis hasta hoy para ver en qué han fallado y dieran un giro nuevo con paso firme. Nuevamente me reitero: no ponemos en duda que la intención de todos estos gestores, políticos y técnicos culturales pueda ser buena pero está dando pocos resultados. No se puede cambiar lo realizado, pero sí lo que está por hacer.

“¿Y ahora qué?”, Qvid Tum, no es una nueva cuestión, es un lema de la antigua Roma, una declaración de fe del hombre en el futuro, en el poder de la invención humana.

Paseo por el arte

Para hablar de lo expuesto durante el 2013, nos daremos un paseo por los principales Espacios, Salas, Centros y Museos de Arte. Eso sí, si tuviéramos que nombrar una muestra protagonista tanto por número de personas que acudieron a verla como por su aceptación, hablaríamos de la realizada en distintas calles de Santa Cruz de la mano de la Obra Social La Caixa y la Fundación CajaCanarias, con la colaboración de la Henry Moore Foundation, conmemorando el 40 aniversario de la I Exposición Internacional de Escultura en la Calle. Seis obras de Henry Moore, a la que se sumó la ya existente en Tenerife, ocuparon distintos espacios de la capital.

César Manrique: la conciencia del paisaje fue otro de los títulos de las distintas muestras de la Fundación CajaCanarias. Con esta exposición se quiso indagar en los orígenes de la preocupación del artista por Lanzarote y sus gentes. Por otra parte, Fotonoviembre no faltó a su cita de cada dos años. En esta ocasión, la del 2013 reunió a más de trescientos fotógrafos en 39 exposiciones. La sección oficial recogió diferentes ofertas de instituciones, comisarios y autores. Se trató de una aproximación a diversos géneros y tendencias.

Miradas Cruzadas. El retrato en la Colección Ordóñez-Falcón de Fotografía, El Louvre y sus visitantes de Alécio de Andrade, Asimetrías. Visiones en la colección del Centro de Fotografía o Los Bragales. Pasión y fotografía de una colección son algunos de los títulos que se mostraron tanto en el TEA como en otras salas de diversos municipios. En el TEA también, fuera de la Bienal, se llevó a cabo Hilos y Tramas. Homenaje a Penélope, muestra que recogió la paulatina integración del tejido en la creación artística contemporánea en Canarias.

Algunas exposiciones de centros públicos vistas en Tenerife se mostraron también en espacios de otras islas como en Gran Canaria, tal es el caso del CAAM, el Hospital de San Martín o La Regenta. Destacar además de estos intercambios expositivos otras propuestas como Ausencia de sujeto, revisionando la obra del retratista August Sander; Territorio Okupado, que reunió obras creadas con distintas técnicas por estudiantes de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Gran Canaria; El vacío y lo intangible o PSJM. Una década crítica: 2003-2013, que se planteó en tres áreas temáticas.

En el ámbito privado, dos galerías en Las Palmas continuaron en 2013 con su labor y agenda completa. Destacar entre otras muestras de Saro León Ficciones forjadas, donde Juan Rivas mediante collages reconstruyó la vida contemporánea utilizando distintas técnicas componiendo estampas existencialistas y urbanas. Erotic Calendar or Happy New Year…, de Javier Plácido o Del natural, donde David Serrano mostró los procesos y su tramoya, lo que hace y cómo lo hace, son entre otros títulos lo mostrado en el espacio de Manuel Ojeda.

En Tenerife, la Galería Leyendecker continuó dándonos buenos momentos con sus diferentes muestras. Destacar entre otras A New Landscape de Gianfranco Foschino, Our New Lifestyle de Reed Anderson o de Group Show, donde se dieron cita la obra de un destacado grupo de creadores entre los que se encontraban Jeremy Blake, Adam Fuss o David LaChapelle. A La Recova y sus anexas durante este año se les dieron distintos usos, unos con mayor y otros con menor éxito. Hay que citar a ExpoCarnaval, un ensalzamiento carnavalero; o Pintura 2013, que reunió una selección de cuadros realizados por estudiantes del último curso de pintura de Bellas Artes.

En La Laguna, la Fundación Cristino de Vera nos descubrió la conciencia ética y estética de Manolo Millares, un creador cuya iconografía monstruosa sirvió para denunciar las atrocidades a las que estaba expuesto el hombre moderno reuniendo trabajo de su madurez. Obras entre arpilleras y pinturas sobre papel, realizadas por Millares entre 1957, año crucial de su carrera artística, hasta las más dramáticas y luminosas ejecutadas en los últimos años de su vida. Esta misma Fundación generó la muestra de José Hernández, una representativa selección de sus últimos trabajos pictóricos y dibujos, propiedad del artista que nos ofreció la posibilidad de adentrarnos en ese mundo misterioso y desconcertante que la mirada de José Hernández sabe transfigurar.

Junto a otras exposiciones, entre las que se incluyen las compartidas con otros centros artísticos, la Sala Cabrera Pinto mostró lo realizado por alumnos de Bellas Artes. Además de From Above and Below, de Sharon Harper, donde cincuenta fotografías y fotogramas exploraron la percepción, la tecnología y el cielo nocturno, desmontando la idea de que la fotografía es una ventana perfecta hacia la realidad. En La Laguna también, pero en las dos galerías privadas que afortunadamente continúan con las puertas abiertas realizando un trabajo muy respetable: Stunt organizó su agenda artística con Clásicos Canarios, Loving the Alien o Senectute. Por su parte, Artizar mostró entre otras acciones Dale color al difunto (Martín y Sicilia), El Cronista Bipolar (Juan Carlos Batista) o Espectros (Axelle Fossier).

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