Biodiversidad-Biotecnología en Canarias

En repetidas ocasiones, desde hace ya algunas décadas, se ha hablado y debatido sobre la necesidad de diversificar la economía en las Islas Canarias. A pesar de ello, pocos cambios reales se han introducido en las Islas: nuestra realidad económica sigue liderada fuertemente por el sector servicios, que incluye al turismo, como la mayor actividad de nuestro Archipiélago.

En diferentes foros y documentos se han descrito recientemente las posibilidades de diversificación de la economía en nuestras islas y entorno, contemplándose sobre el papel nuevas actividades, siendo el estímulo a la I+D empresarial y la biotecnología una apuesta de interés, como se refleja en diferentes documentos. Ahí están el Plan Director TF Innova (Cabildo de Tenerife), el RIS-3 (Estrategia de Especialización Inteligente de Canarias) o el Horizonte 2020 (Unión Europea) por citar sólo algunos, todos englobados bajo el término de Economía Basada en el Conocimiento. Aquí se quiere presentar la alternativa de la biotecnología y uso de la biodiversidad, que no han sido siquiera comenzadas, que seguro redundarán en abundantes beneficios, sin olvidar gestionarla obligatoriamente de forma sostenible.

Biodiversidad. El término biodiversidad, diversidad biológica, incluye a todos los organismos, las especies y poblaciones, sus genes y la variación genética entre estos grupos, los ensamblajes complejos de sus comunidades y ecosistemas, así como sus interrelaciones. (diversidad genética, diversidad de especies y diversidad de ecosistemas). Tristemente, la biodiversidad está amenazada, perdiéndose especies incluso antes de conocer su biología y potencial, extinguiéndose a un ritmo alarmantemente rápido. La mayoría de estas extinciones están relacionadas con la actividad humana (la pérdida de hábitats;las alteraciones en la composición de ecosistemas; la introducción de especies exóticas;la sobreexplotación; la contaminación y polución; el cambio climático global). Situaciones que también aparecen en nuestro entorno.

La región macaronésica está considerada como uno de los principales centros de concentración de biodiversidad. Destaca Canarias por su mayor extensión y diversidad de ecosistemas y por su amplia variedad de especies. Se la conoce como uno de los 25 puntos calientes de biodiversidad a nivel mundial, especialmente por su alto contenido en especies y subespecies endémicas, 5.000-6.000 (24-28%), en su amplia y rica biodiversidad estimada en unas 23.000 especies diferentes, tanto terrestres como marinas; además de albergar cuatro Parques Nacionales e igual número de Reservas de la Biosfera en tan limitado territorio. Para el archipiélago de Madeira se han descrito 7.571 especies terrestres, siendo 1.419 de éstas endémicas (18,75%), 473 microalgas marinas y 359 macroalgas. Azores también cuenta con una amplia biodiversidad. Se han determinado 6.164 especies terrestres y 1.883 en el medio marino, incluidas 327 macroalgas, aunque su grado de endemismos es menor: tan solo del 7%. Finalmente, para el caso de Cabo Verde
se han citado 3.251 especies terrestres, siendo un 16,6% de éstas endémicas.

En términos globales, el 25% de la biodiversidad mundial radica en nuestro entorno macaronésico. Son recursos que nos pertenecen y nos permiten ocupar una posición privilegiada en comparación con otros países con amplio desarrollo científico e industrial, pero que no poseen esta riqueza natural. ¡Considerémosla entonces! Estos datos constatan el elevado potencial, el acceso a un amplio espectro biológico sobre el que estudiar multitud de posibilidades de explotación y generación de empresas de base tecnológica en nuestra región, así como valorizar nuestros recursos, meta que debe considerarse para el desarrollo futuro y que nos traerá cientos de éxitos.

Biotecnología. La biotecnología se define como “cualquier aplicación tecnológica que emplea sistemas biológicos, organismos vivos o derivados o partes de éstos, para fabricar o modificar productos y procesos para usos específicos”. Esta amplia definición engloba cientos de procesos. Un ejemplo es la fabricación de queso o cerveza, considerados como los primeros procesos biotecnológicos llevados a cabo por el hombre cientos de siglos atrás. Y otro ejemplo sería la secuenciación del genoma humano, como muestra más sorprendente y reciente, que ha permitido conocer la identidad de muchos/todos los genes humanos, determinándose también la identidad de genes implicados en importantes patologías, consiguiéndose incluso terapias para eliminar muchas de dichas enfermedades.

La biotecnología se ha utilizado extensamente como herramienta para adquirir conocimiento sobre los seres vivos y también se emplea para intervenir directamente en el desarrollo de plantas, animales y otros organismos. Se conoce la transferencia de información genética (genes) de unos organismos a otros para conseguir un individuo con características genéticas mejoradas. Bien realizando un cruzamiento clásico entre individuos seleccionados, o más recientemente, mediante la manipulación individual de genes, en ambos casos se ha modificado genéticamente a la especie para incorporar las mejoras perseguidas. Análogamente, la biotecnología médica moderna se practica para el desarrollo y producción de fármacos, vacunas, test diagnósticos… estimándose que el 50% de todas las medicinas actuales son fabricadas aplicando procesos biotecnológicos.

Centrados en Canarias cabe preguntarse ¿cuántas especies se explotan desde un punto de vista biotecnológico? De las 23.000 especies a nuestra disposición, un reducido número de éstas son explotadas, no alcanzándose la veintena. Podemos citar el caso del Bombus canariensis (abejón del culo blanco), un insecto polinizador muy atractivo, capaz de tolerar fácilmente temperaturas de 55-60ºC comunes en invernaderos, especie explotada por una firma holandesa; o la Dracaena draco (drago), cuya sangre se emplea para uso cosmético, anti envejecimiento y actividad antioxidante, explotada por una empresa canaria; o el Aloe vera, que se explota por sus múltiples aplicaciones, con uso dérmico para quemaduras y heridas, capacidad antidiabética… y que está ampliamente cultivada en Canarias y con elevada calidad por su alto contenido en acemanano, un polisacárido bioactivo.

Hay más ejemplos. La Cynara cardunculus (flor de cardo) se emplea para la elaboración industrial del famoso queso de Flor de Guía de Gran Canaria; el Chamaecytisus proliferus spp palmensis (tagasaste) es un arbusto de gran interés para la alimentación del ganado, con elevado contenido en proteínas y otros nutrientes, con probada alta capacidad para tolerar climas extremos, ampliamente explotada en Australia, Nueva Zelanda, Chile, pero no en Canarias; o el Mesembryanthemum crystallinum (barrilla o escarcha), frecuente en las islas más desérticas, originalmente empleada para la extracción de soda, posee potentes antioxidantes y es explotada por una firma alemana para producir cremas cosméticas contra el envejecimiento y la protección de la piel; y el Tetraselmis suecicay Dunaliella salina, dos microalgas cultivadas para la producción industrial de alimentos para la acuicultura con interés por la presencia de ácidos grasos omega3 y sustancias antioxidantes, especies explotadas por dos firmas canarias.

Campo despejado

Tenemos un horizonte casi infinito donde avanzar y valorizar nuestros recursos. La meta a alcanzar es apostar por la biotecnología moderna, que nos ofrece la oportunidad de convertir la biodiversidad en factor de desarrollo económico y social a través de su valorización, uso sostenible y conservación. Para ello se requiere el fortalecimiento de los vínculos entre universidades y empresas, estimular la I+D empresarial, desarrollo de incubadoras de empresas biotecnológicas, creación de entidades de transferencia tecnológica… Todo ello acompañado del diseño de un marco regulatorio atractivo, incluyendo derechos de propiedad intelectual y bioseguridad, impulsando cuando se haga necesaria la cooperación con países o compañías foráneas interesados que ofrezcan mercados,capital, tecnología, etc.

Como ejemplo hay que citar los éxitos alcanzados dentro del proyecto Algabiomac (www.algabiomac.com) financiado por fondos PCT-MAC y FEDER, donde participaron cuatro socios macaronésicos, la Fundación ICIC, el Instituto Tecnológico de Canarias, la Asociación de Investigación Científica del Atlántico (Madeira) y la Cámara de la Isla de Maio (Cabo Verde), que estudió el interés y valorización de algas de la macaronesia en la Plataforma Biotecnológica de bioensayos que posee la Fundación ICIC en sus laboratorios, encontrándose una veintena de extractos de algas capaces de inhibir el crecimiento de células de cáncer (mama, pulmón, próstata o colon) y demostrando el potencial de estas especies marinas.

Hay que apostar en Canarias por la Economía del Conocimiento, las empresas de base tecnológica para la investigación, explotación, el uso sostenible y ordenado de nuestra biodiversidad. Y de esta forma estimular de forma efectiva la diversificación de nuestra economía, que seguro nos dará importantes éxitos y lograremos llegar a la vanguardia de la biotecnología moderna desde nuestro territorio.

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