Polvo blanco, oro negro y brillos dorados

El año empezó en las islas más orientales de Canarias con una noticia bomba y terminó con un bombazo televisivo. El 1 de enero se desmanteló un laboratorio de drogas en Fuerteventura y el 31 de diciembre la televisión pública canaria retransmitió una gran fiesta desde La Graciosa, en la primera vez que la isla acogió un programa televisivo de fin de año. En medio hubo petróleo, mucho petróleo, demasiado petróleo.

Entre el polvo blanco que marcó el inicio del año 2014 y los brillos dorados que lo despidieron, en las islas orientales el tema de conversación fue el petróleo. O más bien, muchas declaraciones a favor y en contra de un combustible que nunca llegó a manar, como sí lo hicieron los turistas atraídos por el sol. Y eso que, dicho está, el año no pudo empezar con una sorpresa mayor: la Policía Nacional, en colaboración con la Guardia Civil, desarticuló el primer día de 2014 una organización dedicada al tráfico de cocaína en Fuerteventura.

La operación se saldó con la detención de diez personas, dos en Barcelona y ocho en la isla majorera. Los agentes de seguridad desmantelaban también el laboratorio donde elaboraban y adulteraban la sustancia estupefaciente, localizado en una vivienda de la calle Poril, en Corralejo, municipio de La Oliva. La organización criminal utilizaba a personas que transportaban la droga alojada en el interior de su organismo desde Barcelona, donde fue intervenido también un domicilio en Hospitalet de Llobregat, en el que se preparaban los correos.

Y del polvo blanco, la isla pasó al petróleo, el también denominado oro negro y que desde hacía ya un tiempo amenazaba con contaminar las costas de las islas orientales. Fue entonces cuando se produjo la inusitada estabilidad institucional en Lanzarote y Fuerteventura, dos territorios hasta entonces muy propicios a mociones de censura. Así, una de las pocas salidas de tono destacadas del año la protagonizó Marcial Morales, entonces alcalde de Puerto del Rosario y ahora presidente del Cabildo de Fuerteventura, cuando el 20 de febrero, antes que muchos, abogó por el relevo de Paulino Rivero como candidato de Coalición Canaria a las elecciones autonómicas de 2015.

Finalmente se produjo el relevo y el candidato nacionalista fue Clavijo, que alcanzaría la presidencia del Ejecutivo canario, pero antes pasarían muchas cosas. Una de ellas fue que el 8 de marzo Marruecos encontró petróleo a 100 kilómetros de Fuerteventura y entonces se desató una guerra de declaraciones. La empezó la portavoz del Partido Popular (PP) en el Parlamento de Canarias, Australia Navarro, quien defendió que los hidrocarburos eran una oportunidad para las islas y acusó al presidente Rivero de manipular a la sociedad canaria al hablar de los sondeos en aguas próximas a Lanzarote y Fuerteventura.

El entonces líder nacionalista enarboló la bandera del no al petróleo y CC se sumó a las movilizaciones ciudadanas que llegaron como la llegada del buen tiempo. El 7 de junio miles de personas de todas las edades se unieron a las marchas convocadas por diversos colectivos sociales y ecologistas contra las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a Canarias. Tan sólo en Lanzarote se contabilizaron 35.000 manifestantes, pero hubo concentraciones en todas y cada una de las islas, donde se repitieron consignas como “Soria, escucha, Canarias está en la lucha” o “A ver si te enteras, no queremos petroleras”.

No fue la única gran movilización. El sábado 18 de octubre miles de personas volvieron a salir a las calles en todas las Islas. Se produjeron manifestaciones simultáneas en contra de las prospecciones petrolíferas y a favor de que un asunto de tanta importancia para el futuro del Archipiélago fuera decidido por el pueblo canario en una consulta. Coalición Canaria defendía la necesidad de un referéndum que no llegó a celebrarse tal y como estaba previsto, pues no hubo autorización nacional… aunque sí se produjo una declaración institucional de rechazo suscrita por numerosos cargos públicos, ninguno de ellos del PP.

A las prospecciones se opuso el Gobierno canario, que convocó la referida consulta ciudadana para el 23 de noviembre. Recurrida la consulta por el Gobierno central, se propuso recurrir ante el Tribunal Constitucional, pero también hubo pronunciamientos similares del Parlamento de Canarias y, especialmente, de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura. Los presidentes insulares de las islas orientales durante 2014 –Mario Cabrera y Pedro San Ginés– fueron muy críticos contra el petróleo durante todo el año, igual que lo fue también la organización ecologista Greenpeace, que el 15 de noviembre sufriría las consecuencias de su activismo.

Así, una embarcación de este colectivo fue abordada por la Armada mientras protestaba contra las prospecciones junto a la plataforma que había instalado Repsol y en la que se empezó a trabajar el 18 de noviembre. Eso sí, al final, tras meses y meses de polémicas y declaraciones cruzadas… no apareció el petróleo. O no en la cantidad y con la calidad necesaria para que fuera rentable su extracción. Y aunque el resultado de los sondeos fue negativo, eso no se sabría hasta el año siguiente. Y mientras tanto seguirían llegando turistas.

Récord de visitantes

Lanzarote y Fuerteventura mantuvieron la tendencia turística alcista registrada en ejercicios anteriores y volvieron a batir récord de visitantes. En 2014 Lanzarote superó por primera vez los dos millones de turistas extranjeros, cifra nunca antes alcanzada y que supuso un incremento del 10,57% con respecto al ejercicio 2013. Reino Unido, Alemania, Irlanda, Holanda y Francia fueron, por este orden, los principales mercados internacionales emisores de flujos turísticos hacia la isla, pero también empezó a recuperarse el mercado nacional.

El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, expresó entonces su satisfacción por “estas magníficas cifras”, felicitó a todas aquellas personas que “se esfuerzan para hacerlas posible” y animó “a seguir trabajando en la misma dirección para que Lanzarote siga siendo un destino atractivo y competitivo”. No hubo lugar para otro análisis que no fuera el optimismo, aunque tanto en la isla conejera como en Fuerteventura se afirmó que el reto a partir de entonces era consolidar cifras y aumentar el gasto en destino, poniendo en valor paisajes singulares, riquezas gastronómicas, seguridad y una planta alojativa moderna y funcional.

La llegada de visitantes extranjeros a Fuerteventura superó las mejores previsiones y el consejero de Turismo, Blas Acosta, explicó que “el éxito es colectivo, fruto de la constancia de los profesionales del sector, empresarios y las administraciones, todos unidos en el compromiso de mejorar la calidad de Fuerteventura como destino”. Y si felices estaban los responsables turísticos, también se fueron contentos aquellos que se desplazaron a La Graciosa para despedir el año. El mayor territorio mayor del Archipiélago Chinijo acogió la celebración y retransmisión de la fiesta del 31 de diciembre organizada por la Televisión Canaria.

Fue la primera vez que La Graciosa acogió un programa televisivo para despedir el ejercicio y no faltó de nada. La presentación del evento corrió a cargo de Eloísa González y Matías Alonso, mientras que la nota musical la pusieron Las K-Narias. La emisión en directo de las campanadas desde la octava isla contó con una unidad móvil y la unidad de satélite DSNG, que garantizó que la retransmisión se pudiera ver en todo el mundo a través de TelevisiónCanariaNet, canal que emite por internet en el portal RTVC.es. Aquel miércoles el pueblo de Caleta de Sebo brilló como nunca y la música se escuchó hasta la mañana siguiente.

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