El año 2017 supuso un punto de inflexión a la hora de la promoción exterior de la cocina de las Islas.
La gastronomía juega cada día un papel más importante en el sector de la economía española. No en vano es el 30% del Producto Interior Bruto, y es la actividad más importante de la sociedad. “No hay otro sector que genere tanta riqueza. No solo es gastronomía los que hablan de comer en restaurantes sino que empieza desde el sector primario hasta que nos los llevamos a la boca”. Estas palabras fueron pronunciadas por el presidente de la Real Academia Española, Rafael Ansón, en Las Cañadas del Teide en el acto de entrega de los Soles de la Guía Repsol, los más importantes de España, a los restaurantes canarios.
Un acto al que se sumaron otros el año pasado como los de la presentación de la Guía Michelin el pasado mes de noviembre en el hotel The Ritz Carlton Abama, en Guía de Isora, o la muestra gastronómica en el Congreso Madrid Fusión o la participación de los vinos canarios en múltiples concursos, logrando importantes premios. Que Canarias, y más concretamente Tenerife, haya sido elegida para estos actos no hace sino poner de relieve el interés que ha despertado nuestra gastronomía fuera de nuestro territorio.
Datos que se apoyan por ejemplo en la isla de Tenerife donde la guía Michelin ha entregado ya seis estrellas a cinco restaurantes. El M.B de Martín Berasategui y el chef Erlantz Gorostiza, dos estrellas, el Kabuki con el chef David Rivero, una (ambos en el The Ritz Carlton Abama); El Rincón de Juan Carlos, con los cocineros Juan Carlos y Jonathan (Los Gigantes, Santiago del Teide), una; Kazan (Santa Cruz de Tenerife), una y Nub, de Fer Fuentes y Andrea Bernardi (La Laguna), una. Hay que decir que pocos territorios de la Península Ibérica cuenta con tantas estrellas en tan poco espacio.
Alto nivel culinario
Estos premios, los más codiciados en el mundo de la gastronomía, reflejan el nivel que ha alcanzado la culinaria en la isla de Tenerife, una buena labor que se extiende más allá de la alta cocina. No hay que olvidar el resto de la restauración y también los guachinches, siempre en la polémica por los intentos de regulación de estos puntos de encuentro tradicionales en los que el vino de cosecha de la isla se lleva todo el protagonismo y con una demanda de un público fiel que se desborda los fines de semana.
La afluencia del turismo ha tenido que ver mucho en la mejora de la gastronomía. Un sector que cada año bate nuevos récords debido a los conflictos registrados en zonas como Turquía o Egipto y que ha contribuido a la apertura de nuevos hoteles o la remodelación de los más antiguos, pero todos con un nuevo planteamiento que incluye restaurantes gastronómicos o temáticos, donde el turista puede comer bien sin tener que salir del hotel. Atrás queda esa leyenda urbana de que en los hoteles se come mal. Hoy en día en las zonas turísticas hay buen nivel en el sector de los hoteles, especialmente en aquellos que lucen cuatro o cinco estrellas.
La capital de la isla Santa Cruz de Tenerife también se ha visto beneficiada de este esfuerzo inversor. La aparición de nuevos restaurantes ha sido una constante en los últimos dos años no sólo en número sino también en calidad y en absorber las tendencias de vanguardia, que no son otras en este momento que la aparición de restaurantes con temáticas japonesas, orientales o asiáticas y un abandono de las comidas tradicionales del archipiélago.
Tenerife, isla pionera
Se puede afirmar sin temor a equivocarse que Tenerife, desde que hace dos décadas el Cabildo de Tenerife creara el Plan Insular de Gastronomía, ha abanderado la promoción del sector de lo culinario y sus cocineros se han preocupado de acudir a concursos, de formarse, y de estar pendiente de las últimas técnicas. Pero hoy en día las otras islas se han sumado a estas iniciativas. La primera de ellas fue Lanzarote, que integrada en Saborea España, ha sabido promover su gastronomía y cocinas y uno de los ejemplos es el festival enogastronómico que se celebra en Teguise donde residentes y turistas han llegado a realizar hasta 10.000 degustaciones.
Gran Canaria en los últimos años, a través del Cabildo en colaboración con los ayuntamientos de la Isla, ha lanzado diversas acciones vinculadas al producto –como pueden ser las fresas, el café….–, con acciones puntuales en muestras gastronómicas. El resto de las islas, La Palma, La Gomera, El Hierro, o Fuerteventura, trabajan ya en estas promociones.
Importante para el campo
Como decía Rafael Ansón al inicio, la gastronomía empieza en el sector primario y en este proceso de lo que se trata es de que nuestros agricultores, pescadores, ganaderos, apicultores, avicultores, y un largo etcétera, vean reconocido su trabajo, se ponga en valor su producto y con una remuneración que impida ese éxodo hacia otros empleos como ha ocurrido hasta ahora. Es decir, un precio justo.
Afortunadamente Canarias, por su ubicación geográfica, clima moderado, diferente orografía en cada una de las islas, cuenta con una variedad de productos y materias primas de gran calidad y singularidad que sorprenden a nuestros visitantes, que cuando regresan quieren volver a consumir. Y no hablo sólo de los papas con mojo, sino también del potaje de berros, las viejas guisadas, las costillas con papas, o el cabrito embarrado.
El año 2017 para Canarias no ha sido un año cualquiera. Ha sido un punto de inflexión a la hora de la promoción exterior de la gastronomía de las Islas. La entrega de los soles de la Guía Repsol en Las Cañadas, la presentación de la Guía Michelin y sus nuevas estrellas en Guía de Isora, o la muestra gastronómica de Tenerife en Madrid Fusión –acciones vinculadas directamente al Cabildo de Tenerife y a su presidente Carlos Alonso– son hitos que en definitiva avalan un reconocimiento a un trabajo previo, como es el del sector primario, el de los cocineros, el de la restauración, el del vino, etcétera. Los expertos gastronómicos y del mundo que nos visitan, tanto como españoles como extranjeros, certifican la riqueza de nuestra gastronomía: “Aquí hay muy buenos vinos y además se come muy bien”.