l 13 de abril de 1910 nacía la actual Fundación CajaCanarias. Tras estos 111 años de historia se pone de manifiesto la importancia que ha tenido la Entidad no sólo en su propia dimensión institucional, sino en el contexto de su contribución al desarrollo económico y social de Canarias.
La entidad nace en una etapa crucial del devenir histórico y económico de Canarias, en el que la economía sufre una profunda transformación, para dotar a las Islas de un sistema bancario propio que apostó desde el primer momento por el tejido productivo isleño y las clases menos favorecidas, convirtiéndose desde entonces en uno de los pilares básicos de la de la economía canaria.
A partir de los años 60, la situación económica y social permite a la Entidad un notable crecimiento, cuya mejora empresarial se ve directamente reflejada en mayores actuaciones de apoyo al tejido productivo y atención al ahorro y a las familias, así como importantes dotaciones económicas para las actividades de obra social y cultural desarrolladas en las Islas. CajaCanarias mantiene el liderazgo económico y social en todos los ámbitos, fiel al compromiso enunciado por sus fundadores.
La obligada pérdida de la condición de entidad financiera en esta situación, significó para la entidad una transformación en su naturaleza jurídica
Con la reestructuración del sistema financiero, CajaCanarias se anticipa en 2010 con la creación del primer Sistema Institucional de Protección, lo que posteriormente le permite crear, conjuntamente con otras cajas de ahorros españolas, Banca Cívica, situándose entre las primeras cajas de ahorro del país, la tercera de este tipo, en cuanto a obra social. El proceso continúa años más tarde, con la fusión entre Banca Cívica y CaixaBank, manteniéndose la Fundación CajaCanarias como uno de los accionistas destacados del nuevo banco.
La obligada pérdida de la condición de entidad financiera en esta situación, significó para la Entidad una transformación en su naturaleza jurídica para conformarse como Fundación CajaCanarias, manteniendo como fines la continuación de la obra social y cultural desarrollada hasta ahora, contribuyendo a la promoción del desarrollo y del equilibrio económico y social de Canarias.
Esta nueva etapa no ha sido fácil. La Fundación CajaCanarias se ha visto inmersa desde entonces en una crisis social y económica, que ha dejado sus efectos adversos de forma virulenta en nuestra Comunidad Autónoma. A pesar de ello, gracias a su fortaleza e independencia, ha sido capaz de adaptarse y reaccionar en estos últimos años para contribuir a algunas de las necesidades más demandadas, de las que se han beneficiado cerca de dos millones de personas a través de 7.000 iniciativas relacionadas con la educación y formación; la investigación; la cultura; el deporte; el patrimonio histórico artístico y natural; el empleo; la pobreza y la exclusión social; así como en la atención a la dependencia y discapacidad.
La historia de la Fundación CajaCanarias es la crónica de una determinación, de un compromiso que, lejos de perder intensidad, se ha ido fortaleciendo con el paso de los años
La vida nos ha enseñado que son muchos los proyectos que nacen con vocación de pervivencia y que en el transcurso del tiempo han ido perdiendo relieve o han terminado por desaparecer ante los obstáculos y adversidades que la realidad les ha ido poniendo en el camino.
La historia de la Fundación CajaCanarias es la crónica de una determinación, de un compromiso que, lejos de perder intensidad, se ha ido fortaleciendo con el paso de los años.
Recorrer el largo trecho desde su fundación en 1910 hasta la actualidad, nos permite aproximarnos a esta dimensión sociocultural en el contexto de los grandes acontecimientos que han forjado la existencia de nuestra tierra canaria desde los umbrales del siglo XX, con sus luces y sombras, los cuales han dejado destellos sociales y culturales de inolvidables recuerdos en los que nuestra Institución ha jugado un papel preponderante.
Sucesos capitales que se han ido encadenando en este recorrido apasionante de nuestra historia, acontecimientos socio-políticos y económicos en los que la labor de la Fundación CajaCanarias, ha mantenido su pulso, su energía y convicción en sus principios esenciales y en sus ideas básicas. Por tanto, la historia de su compromiso social, es la historia de una vocación que se ha ido forjando, año tras año, acción a acción, en una dilatada trayectoria que convierte el presente en una meta volante, puesto que aún quedan muchos proyectos, muchas acciones que seguir acometiendo, un torrente de ideas que seguir materializando y muchos sueños que nos hacen persistir en este empeño.
Un proyecto que se hizo posible en años imposibles y, precisamente por este hecho, nos hemos curtido en el empeño y de ahí nuestra disposición en persistir con nuestra labor entusiasta hacia los demás, desde una posición de fortaleza, y desde la libertad y transparencia que le permitirá seguir siendo la entidad referente en Canarias, tal y como lo ha venido siendo a lo largo de su historia.
