La ciencia, más allá de la pandemia

Ahora que se inoculan vacunas a millones hemos perdido la capacidad de sorprendernos de la gran proeza que ha supuesto idear, diseñar, ensayar y fabricar la del Covid-19 en tan poco tiempo

Ha sido el monotema durante este último año. Pocas noticias han tenido la suficiente importancia como para escalar hasta los titulares pasando por encima de la omnipresente pandemia. Se ha hablado de contagios, cepas, cierres perimetrales, confinamientos y hasta de negacionistas, pero no cabe duda de que esta época también pasará a la historia de la humanidad como aquel año donde la ciencia mundial se alineó a la orden de acabar con un nuevo virus.

Ahora que se inoculan vacunas a millones hemos perdido la capacidad de sorprendernos de la gran proeza que ha supuesto idear, diseñar, ensayar y fabricar una vacuna efectiva en tan poco tiempo. Le recuerdo al lector que la vacuna de la malaria lleva más de 30 años en desarrollo y sólo ahora se atisban resultados esperanzadores. Pero ¿por qué esta velocidad? ¿nos podemos fiar de algo que se ha desarrollado tan rápido? Por supuesto que sí. Su coche, en el que tanto confía gracias a sus múltiples sistemas de seguridad, se fabricó en 16 horas. Este reducido tiempo no lo hace menos fiable, al contrario. Lo que sucede es que los trabajadores de la línea de montaje han sido sustituidos por eficientes robots que hacen el mismo trabajo en mucho menos tiempo. Los aspectos laborales los podemos dejar para otro artículo.

De la misma manera que hace cien años viajar a América era una odisea y ahora es cuestión de unas pocas horas en avión, la ciencia y la tecnología avanzan rápidamente para hacer sencillas las cosas que ayer eran muy complejas. Con las vacunas ha sucedido lo mismo. Hemos comprobado que no hay pandemia que logre paralizar el ansia de descubrimiento del ser humano ni virus que pare los anhelos de conocimiento. Pero, aunque los centros de investigación y los laboratorios también sufrieron los confinamientos obligatorios, en 2020 se produjeron en las islas interesantes descubrimientos e hitos científicos que recordaremos a continuación.

El mayor telescopio solar del mundo se construirá en La Palma.- Aunque ya se sabía que sería Canarias el destino final del Telescopio Solar Europeo (EST) los técnicos no se ponían de acuerdo a la hora de elegir Tenerife o La Palma para su instalación definitiva. En octubre de 2019 llegó el consenso, finalmente será el Observatorio del Roque de los Muchachos el lugar ideal para instalar este gigante que tendrá como misión observar el Sol. La astrofísica solar, aunque no cuente con el glamour de temas más cinematográficos como agujeros negros o la búsqueda de vida, trabaja en un aspecto que es fundamental para la supervivencia: nuestra relación con el Sol. De entender mejor nuestra estrella dependerá que podamos predecir, entre otras cosas, su actividad y cómo esta influye en nuestro planeta. Un mal día solar podría acabar con todas nuestras comunicaciones de un plumazo, y ya todos sabemos lo que pasa cuando nos quedamos una hora sin Whatsapp.

Se inaugura el IACTEC.- En julio el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, presidió la reunión anual del Consejo Rector del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) tras la apertura oficial de las instalaciones de IACTEC. Este complejo situado en La Laguna viene a culminar el deseo que tenía el IAC desde hace décadas: transferir todos sus conocimientos científicos a la sociedad. Desde entonces, esta magnífica instalación acoge proyectos sobre áreas tan distantes como la medicina o el espacio, pero que tienen como denominador común el amplio bagaje del IAC.

Calima radioactiva.- Febrero de 2020 lo recordaremos, entre otras cosas, por la densa calima que se acercó hasta las islas tiñéndolas de rojo. Paisajes más parecidos a Marte que a la Tierra se contemplaron en unos días donde se registraron una de las tormentas de polvo sahariano más intensas en décadas. Aparte de las espectaculares fotos muchos nos preguntamos ¿qué estamos respirando? Investigadores del Laboratorio de Física Médica y Radiactividad Ambiental, del Grupo de Observación de la Tierra y la Atmósfera y del Departamento de Medicina Física y Farmacología, todos de la Universidad de La Laguna, publicaron un trabajo que estudiaba el impacto sobre la radioactividad ambiental de la tormenta de calima. Los resultados destacaron la presencia de isótopos de Cesio 137 y Potasio 40 con valores anormalmente elevados debido al incremento de la concentración de polvo en suspensión procedente del interior de Argelia. No son datos para la alarma, pero nos recomiendan no deshacernos de las mascarillas para siempre y dejar una en la gaveta para estos casos que, según los expertos, se volverán a producir.

Un planeador submarino ‘made in Canarias’.- Estamos familiarizados con los drones, aeronaves sin pasajeros que se han convertido en una revolución tecnológica en muy pocos años. En el medio marino también tienen sus vehículos autónomos, eso sí, aún no son tan populares. En marzo de 2020 un planeador submarino modelo Slocum G2 construido por la Plataforma Oceanográfica de Canarias (Plocan) participó en el proyecto europeo EUMarineRobots para desarrollar un modelo para simular el comportamiento de un planeador autónomo submarino.

Esta especie de avión submarino está llamado a ser uno de los vehículos marítimos más populares en los próximos años, ya que podrán realizar trabajos de rastreo, búsqueda, rescate o investigación de forma autónoma. Ahora son prototipos, pero pronto serán una realidad gracias, entre otros, a los investigadores del Plocan.

Y los volcanes a lo suyo.- Está claro que poco le importa a la naturaleza lo que nos pueda estar pasando a los humanos. Un ejemplo nos lo dieron los volcanes de las islas que, ajenos a los virus que circulan por la superficie, continuaron con su actividad subterránea normal. A su aire. En verano de 2020 el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) y el Instituto Geográfico Nacional (IGN) informaron del registro de más de 140 eventos sísmicos relacionados con un enjambre sísmico en el volcán Cumbre Vieja. Su magnitud no fue nunca superior a 2.

Los terremotos se localizaron a profundidades de entre 20 y 30 km. Este enjambre, así como los anteriores de 2017 y de 2018, está relacionado con el movimiento de magma en la parte superior del manto.

La visita de un cometa.- Los cometas son unos de los mejores espectáculos celestes que existen, y más aún cuando se pueden contemplar a simple vista. Esos trozos de hielo sucio que se desprenden desde las fronteras del Sistema Solar parece que están detrás de la llegada de agua a la Tierra, e incluso de la vida. De los muchos cometas que se descubren sólo unos pocos poseen la órbita adecuada para ser observados a simple vista desde la Tierra, en 2020 el C/2020 F3 (Neowise) nos dio esa alegría. Descubierto en febrero de ese mismo año, el cometa pasó por el perihelio, o punto más cercano al Sol, el 3 de julio de 2020. El 23 de julio llegó a su punto más cercano a nuestro planeta. Desde Canarias pudimos disfrutar de él en unos atardeceres que quedarán grabados para siempre en la retina de los amantes del cielo y en miles de fotografías. Si algo ha demostrado la ciencia es que es más fuerte que cualquier circunstancia que se pueda dar en un momento dado. La robustez de este sistema de conocimiento no solo ha aportado una solución en forma de vacuna en un tiempo récord, también ha continuado contestando preguntas y recibiendo de la naturaleza un buen puñado de nuevas preguntas que se han convertido en los nuevos retos para los próximos años.

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