La pandemia ha supuesto una mayor exposición de las mujeres a la violencia ejercida por los agresores, lo que se tradujo en menos denuncias, pero más llamadas para pedir auxilio
Las llamadas de emergencia al 112 en los casos en los que la vida de las mujeres corría peligro inminente se incrementaron en un 33% durante el mes de abril de 2020 con respecto al año anterior. El Instituto Canario de Igualdad (ICI) constató entonces que el confinamiento estaba agravando la situación de riesgo para las mujeres que convivían con agresores las 24 horas al día y sin tregua. Por ello, se puso en marcha rápidamente una nueva herramienta para denunciar este tipo de violencia; Mascarilla-19, que gracias a un convenio entre el ICI y los colegios de farmacia de ambas provincias canarias se permitió que esta clave sirviera para dar la voz de alarma en estos espacios y que se activaran los protocolos inmediatamente. Hasta junio de 2021 la han utilizado 48 mujeres en las Islas.
La ley estatal entiende como violencia de género la ejercida sobre las mujeres por el mero hecho de serlo cuando el agresor es su pareja o expareja. La norma regional, sin embargo, va más allá al no restringirla solo al ámbito de estas relaciones. En 2020, tres mujeres fueron asesinadas en las Islas por la violencia machista. En pleno confinamiento, Encarnación, de 78 años, fue asesinada por su marido en el barrio de La Isleta; un caso en el que existían antecedentes de malos tratos hacia la víctima. En el mes de julio, Carolina, de 43 años, fue asesinada en Santa Úrsula por su expareja y en diciembre, una mujer de 60 años era asesinada en el municipio de Gáldar por su pareja. Canarias reconoce además como víctima de esta violencia a Ramona Jesús, asesinada en una explosión en La Laguna. En 2019, fueron un total de ocho las mujeres asesinadas en las Islas, 97 desde que empezaron a contabilizarse, según los datos del Instituto Canario de Igualdad (ICI). En todo el país son un total de 1.099 las víctimas mortales.
La violencia machista se cuantifica además por medio del número de denuncias interpuestas, pero también por las llamadas diarias al 112 y al 016, teléfono regional y estatal para ofrecer atención a las mujeres que lo requieran. El Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia (SAMVV) 1-1-2 atendió durante todo el año 2020 un total de 15.592 llamadas de las que el 60% (9.407) fueron de emergencia, el 19% (3.294) de urgencia y el 21% (2.891) de información, según los datos ofrecidos por la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud. Respecto al año 2019 no sólo se incrementaron en un 15% las llamadas de emergencia, sino que se tuvo que activar en 1.966 ocasiones el dispositivo para mujeres agredidas (407 veces más que en 2019).
Además, otro dato alarmante es que durante el confinamiento el Gobierno de Canarias en colaboración con los cabildos se vio obligado a recurrir a hoteles y a otros espacios para poder alojar a mujeres víctimas que necesitaban huir de los agresores junto a sus menores. 51 mujeres fueron atendidas en esos meses por estos recursos, a lo que se suman sus 29 hijos e hijas. Durante todo el pasado año la media de llamadas al 112 fue de 43 diarias, en ocasiones para pedir información, pero en la gran mayoría para alertar de ese peligro inminente.
Durante 2020, el mes con mayor número de llamadas fue agosto (con un total de 1.527) y en la comparativa con los datos de 2019, fue abril el mes en el que más aumentaron en proporción, período que además coincidió con el confinamiento. Esa media de llamadas y de activaciones del DEMA elevada no ha cesado.
Según ha explicado Kika Fumero, directora del ICI, el hecho de que durante la pandemia las mujeres no se hayan podido relacionar tanto ni compartir lo que les ocurría ha hecho que estén mayor tiempo “expuestas” a esa violencia “sin tregua” y, en ocasiones, al no poder desconectar se les ha “caído la venda” y han querido romper con esas relaciones. Las expertas inciden además en que menos denuncias no es menos violencia machista, ya que es un proceso difícil y para el que no todas las mujeres están preparadas en ese momento.
La delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, ha defendido varias veces durante el último año que la denuncia no debe ser la única puerta por la que el Estado pueda proteger a las víctimas. En el caso de Canarias, la directora del ICI remarca también que para acceder a los recursos de los que dispone el Ejecutivo regional en colaboración con los cabildos no se les exige a las mujeres haber interpuesto una denuncia previa. En esos espacios se les garantiza apoyo psicológico y jurídico para que tengan un acompañamiento y entonces llegar a la denuncia.
Otro caso que estremeció durante el confinamiento fue la llamada de alerta de un menor asustado al otro lado del teléfono. Ocurrió en el municipio de Teror. El jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil explicó durante una de las ruedas de prensa diarias que se celebraban durante el confinamiento que agentes del instituto armado se acercaron al domicilio tras la llamada y se encontraron con la madre y el niño encerrados en una habitación. El hombre reconoció después haber golpeado a la mujer, por lo que fue condenado a la realización de trabajos para la comunidad.
Varios tipos de violencia oculta
Existen distintos tipos de violencia hacia las mujeres. El Instituto Canario de Igualdad las resume en psicológica, toda conducta intencional que produzca en una mujer desvalorización, sufrimiento o limitación de su libertad; física, cualquier acto de fuerza contra el cuerpo de una mujer para producirle una lesión, daño o la muerte; económica, como la privación o limitación intencionada de recursos; sexual, así como otros tipos de violencia como la trata de mujeres y niñas, la violencia vicaria, entre otras.
La Macroencuesta de violencia de género de 2019 publicada por el Ministerio de Igualdad recoge que 11 millones de mujeres han sufrido violencias machistas en España (53,7%), es decir, agresiones físicas, malos tratos psicológicos, agresiones sexuales, acoso…Se trata de una violencia que es estructural y muchas veces se encuentra silenciada, ya que aún permanece oculta en muchas de sus esferas. Este es el caso de la violencia sexual, por ejemplo, oculta en un 80%. La mayoría son cometidas por hombres del entorno de la víctima (49,0% por parte de un amigo o conocido y el 21,6% pertenece al entorno familiar). El 39,1% se produjeron por parte de un desconocido y el motivo principal de no denunciarlo, según se reflejó en dicho estudio, es la “vergüenza”.
Cabe recordar que las instituciones y las expertas insisten en que toda la sociedad pueda dar la voz de alarma contra la violencia machista. En Canarias las mujeres tardan una media de 11 años y 9 meses en denunciar, la tercera comunidad en la que este período es el más elevado. Durante el año 2020, cerca de la mitad del total de incidentes por violencia machista en las Islas fueron alertados por la propia víctima. Otras formas de alertar fueron a través de instituciones, familiares, del servicio Atenpro, el 016 y el nuevo recurso Mascarilla-19.