En vigor desde 2016, los ODS representan un paso adelante con relación a los objetivos incluidos en la anterior Declaración del Milenio (2000 al 2015)
Anunciar metas de desarrollo sostenible es fácil. Poner las condiciones para que se cumplan, no tanto. Canarias puede sentirse orgullosa por el doble reconocimiento que ha obtenido su enfoque estratégico para la localización de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. En junio de 2021, la Organización de Naciones Unidas (ONU) puso como ejemplo de buenas prácticas al modelo participativo seguido por el gobierno autonómico para adaptar las metas a la realidad del archipiélago. Un mes después, eran las restantes regiones y ciudades autónomas de España las que distinguían al Gobierno de Canarias eligiéndolo como representante, junto al de España, en el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas.
“El gobierno regional de las Islas Canarias ha implementado un enfoque participativo para el diseño de las metas específicas regionales de ODS como elemento central de la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible”, destacó el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU en su web. Según la agencia de Naciones Unidas, los principales logros de la iniciativa canaria fueron aumentar la concienciación sobre la Agenda 2030, los ODS, y su localización, así como facilitar el diálogo y el consenso para las metas específicas de los ODS en la región. “La iniciativa garantiza una forma participativa de diseñar políticas, incentiva la creación de alianzas entre partes interesadas y se alinea con los principios de Gobierno Abierto”.
Que las metas sean compartidas por el mayor espectro posible de la sociedad, que haya forma de medir su cumplimiento, y que ese cumplimiento redunde en beneficio de la sociedad, pero también del que se ha esforzado en lograrlo son tres claves que hemos tratado de incorporar al nuevo modelo de desarrollo sostenible que deseamos promover en y desde Canarias. Un modelo que cubra las necesidades actuales de la población sin hipotecar el futuro de las próximas generaciones.
Abrir el proceso y hacerlo lo más participativo posible fue la manera de involucrar a la sociedad canaria y garantizar la legitimidad de una agenda que, necesariamente, se desarrollará a lo largo de varias legislaturas. Con ese espíritu la Dirección General organizó en septiembre de 2020 trece talleres de trabajo en los que participaron, vía Zoom, representantes de otros organismos públicos, de la sociedad civil, del mundo académico, y del sector privado. El objetivo: debatir el documento inicial de metas canarias redactado por el parlamento autonómico y definir las metas del marco estratégico canario.
Abrir el proceso y hacerlo lo más participativo posible fue la manera de involucrar a la sociedad canaria y garantizar la legitimidad de una agenda que, necesariamente, se desarrollará a lo largo de varias legislaturas
Las metas canarias competen al gobierno autonómico, pero también a cabildos, ayuntamientos, universidades, empresas, y sindicatos, entre otros actores sociales. En aquellos trece talleres se pidió a los participantes que solo pensaran en propuestas, sin preocuparse por la organización responsable de garantizar su ejecución. Todas esas sugerencias fueron sistematizadas y trasladadas a equipos multidisciplinares en las dos universidades públicas canarias, donde las convirtieron en una primera propuesta de redacción de metas e indicadores de la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible 2030 (ACDS 2030).
No fue el único momento de abrir el juego. En la Dirección General de Desarrollo Sostenible entendimos que no se puede diseñar un plan que concrete ese marco estratégico sin contar con los protagonistas de ese futuro por el que se está trabajando. Fue así como en abril y mayo surgieron los Diálogos Intergeneracionales, talleres de niños, jóvenes y adolescentes, puestos en común con personas mayores que desde su experiencia también aportaron ideas y sugerencias para el plan de acción del gobierno. Entre otros temas hablaron de personas, del planeta, de la prosperidad, de la paz, de patrimonio cultural y de cultura. Hay que escuchar a los niños de seis, siete y ocho años hablando sobre desarrollo sostenible y ODS con un lenguaje descomplicado. Fue maravilloso verlos abordar aspectos de economía circular, migraciones y ciudadanía global, sin usar esas palabras, pero con una comprensión humana muy profunda.
Para transformar el marco estratégico en acciones concretas también es fundamental un sistema de medición que se adapte a la realidad del archipiélago. Algunos indicadores propuestos por Naciones Unidas están pensados para regiones del mundo con menores ingresos y en Canarias podrían perder validez si son interpretados literalmente. Por esa razón, es muy importante el trabajo de contextualización.
Eurostat, el organismo oficial de estadísticas de la Unión Europea hizo una primera labor de adaptación de indicadores, sobre la que el Instituto Nacional de Estadística (INE) trabajó luego diseñando índices homogéneos para toda España, a nivel de país. Por su parte, el Instituto Canario de Estadística (Istac), en colaboración con el resto de institutos autonómicos, están trabajando en un sistema de indicadores homogéneos y comparables a nivel de metas globales. Y desde la Dirección General, y en colaboración con el Istac, estamos elaborando un cuadro de indicadores específicos para las metas canarias. Un trabajo con el que esperamos mejorar la toma de decisiones, facilitar el cumplimiento de las metas canarias y transparentar el trabajo del gobierno de Canarias.
Terminar con la pobreza, lograr la igualdad entre géneros o combatir el cambio climático. Son algunos de los ODS con los que parece imposible estar en desacuerdo. ¿Pero por qué molestarse en alcanzarlos si eso significa un esfuerzo económico o, simplemente, de planificación? Para incentivar su cumplimiento, el Gobierno canario ha previsto la creación de un órgano de dinamización y rendición de cuentas, el Consejo Canario de Desarrollo Sostenible, que se reunirá al menos dos veces por año. La primera, para que todas las organizaciones que se hayan sumado a la ACDS 2030 presenten su informe de ejecución. La segunda, para elaborar un informe de dinamización, en el que, de forma colectiva y a la vista de lo avanzado y de lo pendiente, decidamos qué aspectos deben ser revisados en pro de la consecución de los ODS y metas canarias.
En ese Consejo Canario de Desarrollo Sostenible participarán instituciones públicas como cabildos y ayuntamientos, organizaciones sindicales y empresariales, universidades y entidades del tercer sector. Aunque no estén obligadas a rendir cuentas, también tendrán voz y voto organizaciones que defienden los intereses de los niños y las niñas. También habrá participación directa de adolescentes, jóvenes y personas mayores.
Como incentivo extra para el sector empresarial, el Gobierno canario también está trabajando en la reglamentación de un sello de responsabilidad social y sostenibilidad que vincule el esfuerzo de las empresas por hacer avanzar los ODS con la participación en programas de compra pública, planes de inversión, subvenciones, bonificaciones fiscales, etc. De esta forma, a la mejora del valor reputacional y el desarrollo de nuevas oportunidades de negocio y nichos de mercado, sumamos la posibilidad de obtener, por ejemplo, una mayor puntuación en los procesos de adjudicación.
En vigor desde 2016, los ODS representan un paso adelante con relación a los objetivos incluidos en la anterior Declaración del Milenio (2000 al 2015) por varios motivos: los ODS incluyen a todos los países y no solo a los de ingresos menores; lo hacen con un plan de acción, estableciendo metas concretas y medibles a alcanzar de aquí al 2030; y no dejan fuera al sector privado, principal generador de empleo y consumidor de recursos naturales y materias primas. Con la apertura y profundidad de su proceso de contextualización, Canarias ha demostrado estar a la altura del desafío.
