Engañar al sueño

Aproximación (personal y particular) al panorama artístico

Resultaría del todo infructuoso e inútil cualquier esfuerzo destinado a mostrar un panorama claro y ordenado de lo desarrollado durante el pasado 2023 hasta el 2024 en Canarias, en cuanto a plástica se refiere. Por tanto, ésta es una visión personal, particular y anacrónica de los hechos expositivos o no expositivos, que tuvieron lugar en este territorio en un determinado momento.

Comenzaremos hablando del Museo Rodin en Santa Cruz, haciendo referencia al final o desenlace. Recordemos que se trataba, según ediles del ayuntamiento capitalino, de una supuesta gran apuesta que nos traería múltiples prebendas y beneficios. Los y las especialistas en la materia nos lo presentaron como un sueño perfecto que, además, sería una puerta internacional abierta a los jóvenes artistas canarios, todo un gran proyecto que salvaría a los creativos que aquí trabajan del olvido y los catapultaría a la fama. Después de unos cuantos dimes y diretes, algunos desplazamientos a la capital francesa, almuerzos, alojamientos, informes e incluso, visita guiada por la capital para los representantes de la institución parisina, el sueño de las réplicas de Rodin resultó ser como decía mi abuela, un engañar al sueño. Tras unos cuantos miles de euros gastados de las arcas públicas todo se quedó una vez más en nada.

Después de esta fase de quiero y no puedo, la vida expositiva siguió su ritmo, intentando sacar de aquí y de allá presupuestos para realizar las diferentes muestras que se inauguraron en instituciones públicas o privadas. En este recorrido de muestras plásticas las directrices a seguir no existen, tampoco se trata de una enumeración de logros, datos biográficos de artistas o exposiciones realizadas, sino de muestras que por alguna razón han sido destacadas en este panorama cultural.

Itinerario

Comenzamos hablando del espacio del Cabrera Pinto. Aquí Chema Madoz, premio nacional de fotografía, nos brindó La naturaleza de las cosas, una muestra poética en imágenes donde el autor jugó de manera virtuosa con las diferentes formas de la naturaleza y los objetos. En la opinión de la comisaria de la exposición “Chema Madoz subvierte las reglas de la naturaleza, dejando vagar su imaginación. Despliega su fantasía y funde los reinos, animal, vegetal y mineral, dando lugar a un reino propio en el que transforma hojas, ramas, nubes, maderas, plantas, flores, piedras… ofreciendo las combinaciones más inesperadas”. Y así fue el resultado de su trabajo con el que pudieron disfrutar un amplio número de visitantes en las salas laguneras.

Hablando de naturaleza, en El enfado de las criaturas, Tahiche Díaz, su autor, propuso en el espacio Cultural El Tanque, una ruptura radical del antropocentrismo. Nuevos lenguajes, aullidos, bufidos o rugidos, que interpelaban y señalaban al ser humano de manera clara. El creador desarrolló una instalación que aludía a un circo, pero un circo en el que se invertían los papeles. Los espectadores enfadados y expectantes eran los animales de todo tipo y condición: salvajes, domésticos, de granja, invisibles… promoviendo cierta contemplación que sirva de contrapunto a la invasión y fagocitación de lo que nos rodea.

En la Biblioteca Municipal Central de Tenerife, la muestra Balneario de Santa Cruz, a 500 metros de la playa, activó la memoria de más de un visitante. Se trató de una exposición sobre el antiguo Balneario de Santa Cruz, cuyas instalaciones fueron utilizadas por varias generaciones de la capital desde 1928 año en el que se propone la construcción del edificio, hasta el año 1992 en que tristemente cierra sus instalaciones hasta hoy. Los fondos expuestos en las salas procedían, tanto del Fondo Antiguo Canario de la Biblioteca, como de la Hemeroteca Retrospectiva Canaria y los cedidos, como en otras ocasiones, por el Archivo capitalino.

El 2023 fue también año de Fotonoviembre que, aunque no lo parezca, sigue realizándose cada dos años con más o menos acierto en diferentes espacios TEA. Entre las diferentes muestras destacar ¿Cuánto dura un eco?, exposición que formó parte de la Sección Oficial de la XVII edición de la Bienal Internacional de Fotografía. La presentación se articuló en torno a una generación de artistas que durante la segunda mitad de la década de los sesenta y en los setenta fotografiaron un movimiento de mujeres y un feminismo que irrumpió en la esfera pública. Imágenes que cristalizan un mundo que no contemplaba la subjetividad de la mujer, en relación con las cuales se busca generar un sistema de correspondencias con otras artistas que se enunciaron desde una pluralidad de feminismos.

Escultura y espacio público

En ocasiones mirar atrás resulta un ejercicio gratificante, Lo que pesa una cabeza. Escultura tras el 73, también en el TEA, se basó en los dos únicos encuentros de Escultura en la Calle celebrados en Tenerife durante el año 1973 y en 1994, actos que plantearon en su momento cuestiones distintas, pero sin embargo consecutivas. En el primero parecía planear la idea de la escultura como una disciplina capaz de resignificar el espacio público. El segundo encuentro, sin embargo, giró en torno a las ideas nacidas de un simposio celebrado a tal efecto, y en el que se cuestionaba si el espacio público necesitaba, ya por aquel entonces, más esculturas. ¿Y qué supuso lo expuesto en las salas del TEA este 2023? Lejos de ser un tercer encuentro, sí recogió nuevas preguntas e intentó contestar de manera sesgada algunas de ellas. Unos diálogos planteados en un momento en que nuestras relaciones públicas e íntimas parecen estar casi sublimadas al campo de lo virtual y a la esfera de lo público y que se cuestionan de qué modo la escultura puede ser un reflejo de la disolución de todo lo que hasta ahora dábamos por sentado.

En otro orden de cosas, el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) presentó la exposición En diálogo con Sofonisba Angissola, protagonizada por un retrato creado por la pintora italiana renacentista, Sofonisba Anguissola, junto a una selección de otras seis obras de autoras contemporáneas, Teresa Arozena, Claudia Casarino, Alicia Framis, María Gimeno, Kati Horna o Cristina Toledo, que formaron parte de este espacio en Gran Canaria. Piezas que presentan referencias a la vestimenta, a rasgos corporales o posturas de la mujer ante las situaciones vivenciales, impuestas o elegidas, así como a la injustificada ausencia de las mujeres en los manuales de Historia del Arte.

Volviendo a La Laguna, Después de la Calma, obra del escultor Carlos Nicanor en la Galería Artizar. Dicen de él que su obra reposa sobre el legado surrealista de André Bretón, los dadaístas y la palabra-objeto de Joseph Kosuth, pero también sobre una importante herencia de escultores y artesanos canarios. Lo que dejó claro en la muestra es que su trabajo constituye un reto a la física y a la lógica del material, así como a la sensibilidad humana. Sus obras nos recuerdan que el arte viene del handmade -sin excluir el componente intelectual- y que tanto el proceso de cocción como de percepción se desarrolla a un tempo diferente del de la vida contemporánea.

En Artizar también, Cromaterra, de Martín y Sicilia con la que se adentraron en el mundo audiovisual. En el recorrido de la muestra cuentan el proceso de la creación de la imagen por medio de la exposición de diferentes autorretratos que representan las historias que se quieren contar o que los autores creen que tienen que ser contadas. Cromaterra fue también el nombre que le dieron a un videojuego colocado en el centro de la sala principal desarrollado por Diego B. Brito y que, para el dúo de artistas, marcaba el camino entre el cuadro y la realidad permitiendo que el espectador transite en este nuevo proyecto. En esta misma Galería destacaron las creaciones de Ángel Padrón con Mundo y suelo en la que nos habló a través de sus diferentes piezas de la vulnerabilidad de lo que entendemos como espacio histórico o Historia.

Finalizaremos este recorrido con la Fundación CajaCanarias y entre sus diferentes muestras una de fotografía, Instantes decisivos, compuesta por creadores que han dejado huella en este arte. Instantáneas que forman una amplia crónica de la sociedad integrada por retratos de artistas, hechos históricos, cine, moda… Un itinerario único que resumió uno de los siglos más fructíferos y revolucionarios del arte, por medio de las obras de Alfred Stieglitz, Man Ray, Henri Cartier-Bresson o Robert Capa, pero también de fotógrafos contemporáneos como Cristina García-Rodero o Pablo Genovés.

Si hubiese que definir con una palabra lo realizado en el transcurso de este tiempo que hemos analizado sería ecléctica, pues las diferentes muestras aunaron variadas tendencias del mundo del arte dando la opción de elección al público en general. Lo importante, creo yo, es despertar la curiosidad en el espectador, crear diferentes conexiones, abrir el arte a nuevos contextos y no dejar a nadie indiferente.

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