El año 2023 ha sido uno de los más difíciles para Canarias en cuanto a la gestión de la crisis migratoria. Con un aumento considerable en las llegadas irregulares, la isla de El Hierro se ha visto particularmente afectada por este fenómeno, convirtiéndose en uno de los principales puntos de llegada de migrantes en pateras. Las complejidades asociadas con la asistencia letrada en estas circunstancias han puesto de manifiesto la necesidad de abordar de forma urgente los retos que enfrentan los abogados encargados de proporcionar defensa a estos migrantes, así como las negociaciones para mejorar las condiciones en las que se presta este servicio esencial.
Aumento de las llegadas y su impacto. El año 2023 cerró con un incremento del 74,3 % en las llegadas de migrantes a Canarias por vía marítima en comparación con el año anterior. En total, se registraron 39.910 migrantes que arribaron a las costas canarias, frente a los 15.682 del año 2022. Aunque otras islas como Gran Canaria y Tenerife también recibieron un gran número de migrantes, El Hierro experimentó una presión sin precedentes debido a su proximidad a las rutas migratorias africanas.
La isla, de pequeñas dimensiones y con una infraestructura limitada, ha tenido dificultades para gestionar el creciente número de personas que llegan en condiciones precarias, y con los recursos sanitarios y de acogida sobrepasados, la necesidad de asistencia jurídica y una respuesta rápida por parte de los abogados del turno de extranjería se ha vuelto más urgente. Sin embargo, prestar asistencia letrada en El Hierro ha presentado dificultades adicionales debido a su aislamiento geográfico y la falta de recursos. Aunque la asistencia letrada a los migrantes que llegan en pateras es un derecho fundamental garantizado tanto por la Constitución Española como por diversas normativas internacionales, los abogados deben garantizar desde el primer momento que se respeten los derechos de los migrantes, especialmente aquellos relacionados con la protección internacional. Esto incluye la identificación de posibles víctimas de trata de seres humanos, menores no acompañados y solicitantes de asilo, cuyas vidas podrían correr peligro si son devueltos a sus países de origen.
Uno de los principales problemas en El Hierro ha sido la falta de abogados especializados en extranjería que puedan prestar sus servicios de manera inmediata, ya que los letrados suelen tener que desplazarse desde otras islas, lo que supone costos adicionales en transporte, alojamiento y manutención, complicando aún más la logística de la asistencia jurídica en la isla. A lo largo de 2023, los abogados han enfrentado múltiples obstáculos al intentar ofrecer una defensa adecuada a los migrantes que llegan a las costas de El Hierro, siendo uno de los problemas recurrentes la carencia de letrados en la isla, dado que los abogados que participan en el turno de oficio de extranjería están ubicados en Tenerife, lo que obliga a los letrados a trasladarse cuando se reciben avisos de nuevas llegadas de pateras.
Otro de los grandes desafíos en El Hierro es la falta de intérpretes presenciales, un problema que ha complicado enormemente la comunicación entre los abogados y los migrantes. Los intérpretes que suelen estar disponibles lo hacen generalmente por teléfono, lo cual es insuficiente para garantizar una asistencia letrada adecuada, especialmente en situaciones donde el contexto es tan delicado.
Las barreras lingüísticas son aún más complejas cuando se trata de dialectos específicos de las regiones de origen de los migrantes, que muchas veces no coinciden con el idioma oficial del país del que provienen. Por ejemplo, un alto porcentaje de los migrantes que llegan a Canarias provienen de países del África Occidental como Malí, Mauritania y Senegal. Aunque en algunos de estos países se habla el francés como lengua oficial, muchas de las personas que llegan no dominan este idioma y se comunican en dialectos locales como el bambara, wolof o hassanía, que son lenguas mayoritarias en ciertas comunidades de estos países. La falta de intérpretes que manejen estos dialectos agrava las dificultades para que los migrantes comprendan plenamente sus derechos y las opciones legales a su disposición, lo cual es clave para evitar posibles devoluciones que puedan poner en riesgo sus vidas.
La situación es particularmente crítica en los casos en que se detectan menores no acompañados o víctimas de trata de seres humanos, ya que la correcta identificación de estos casos depende en gran medida de la capacidad de comunicación efectiva entre el abogado y el migrante. Las limitaciones del sistema telefónico han hecho que, en algunos casos, los migrantes no puedan expresar adecuadamente su situación.
Dificultades enfrentadas por los abogados. Este aislamiento geográfico no solo encarece los traslados, sino que también ha generado dificultades en temporadas de alta afluencia turística, cuando encontrar alojamiento en El Hierro ha sido prácticamente imposible para los abogados desplazados, y, además, en ciertos momentos del año, los vuelos disponibles no han sido suficientes para cubrir la demanda de personal legal necesario para atender las necesidades de los migrantes.
Otro de los desafíos ha sido la ratio de migrantes por abogado, ya que, hasta ahora, se permitía que un solo abogado asistiera a un máximo de seis personas, una ratio que ha sido imposible de mantener en El Hierro debido a los elementos ya señalados, llevando a los colegios de abogados y a las administraciones a buscar soluciones que mejoren tanto las condiciones de trabajo de los letrados como la calidad de la asistencia jurídica.
Negociaciones y soluciones propuestas. A lo largo de 2023, se han llevado a cabo diversas negociaciones entre los colegios de abogados de Canarias, el Gobierno de Canarias, y otras entidades como la Policía Nacional y el Ministerio de Inclusión, para mejorar la situación de los letrados que asisten a los migrantes en El Hierro. Estas negociaciones han dado lugar a varias propuestas importantes.
Una de las primeras medidas ha sido la posibilidad de que la asistencia a los migrantes se realice en la isla de Tenerife cuando no sea posible, por inexistencia de vuelos, llegar a la isla de El Hierro en el plazo máximo de 72 horas.
Una segunda medida ha sido el abono por parte del Gobierno Canario de los gastos de desplazamiento así como de los gastos de estancia, si esta fuera necesaria. Este apoyo ha sido crucial para garantizar que los abogados puedan desplazarse a El Hierro sin tener que asumir un coste económico elevado, lo que antes disuadía a muchos letrados de participar en el turno de oficio para las llegadas marítimas.
Otra medida ha sido el aumento de la ratio de migrantes asistidos por cada letrado, permitiendo que un abogado pueda asistir a más de seis personas, sin comprometer la calidad del servicio prestado.
El 2023 ha sido un año de retos y aprendizajes para la abogacía en Canarias, especialmente en lo que respecta a la asistencia letrada a los migrantes que llegan a la isla de El Hierro. A pesar de las dificultades logísticas, económicas y profesionales, los abogados han seguido desempeñando un papel fundamental en la defensa de los derechos de los migrantes, a menudo trabajando en condiciones complicadas. Las negociaciones y medidas adoptadas hasta el momento han sido un avance significativo, pero queda mucho por hacer para garantizar que todos los migrantes reciban la protección legal que merecen, y que los letrados puedan ejercer su labor en condiciones dignas.
El compromiso de los abogados con los derechos humanos ha sido el motor que ha impulsado estas mejoras, y el esfuerzo continuo por parte de las administraciones y los colegios de abogados será crucial para afrontar los desafíos que el futuro trae consigo en la crisis migratoria que afecta a Canarias y que seguirá afectando.