La crisis matiza el excesivo crecimiento del Sur

El año 2009 y los inicios de 2010 se han caracterizado en el sur de Tenerife –y en todo el mundo, cabría decir– por la gran crisis económica que ha azotado a todo el planeta y que en esta zona turística se acentuó con la erupción del volcán islandés Eyjafjalla, una catástrofe natural que paralizó el tráfico aéreo de gran parte de Europa. Y ésta es una circunstancia que se ha notado mucho en el aeropuerto Reina Sofía y en la ocupación hotelera.

Durante el último año ha aumentado de forma espectacular el desempleo en el sur de Tenerife, una comarca que desde hace años es el motor económico de la Isla y en la que sus niveles de paro eran muy bajos. El sector más perjudicado ha sido la construcción y las actividades vinculadas a la misma. En el turismo también se ha destruido empleo, pero ha resistido mejor los perjuicios de la crisis porque muchos europeos no pueden prescindir ya de unas vacaciones con el buen clima y el sol del sur tinerfeño, o de su residencia de invierno en el caso de los jubilados.

La crisis ha traído muchas preocupaciones, pero el lado positivo ha sido la ponderación de un crecimiento poblacional y urbanístico excesivo que a la larga ha pasado factura porque se hicieron demasiadas camas de hoteles y apartamentos. El crecimiento económico que ocupa territorio se reguló tarde y mal; y las administraciones se vieron desbordadas para atender a tanta población en materias fundamentales como la sanidad o la educación. Con la crisis, muchas personas han regresado a sus lugares de origen y hemos aprendido la lección de que hay que diversificar la economía y no seguir creciendo en camas, sino en calidad turística, que es la baza más importante de un destino subtropical que pertenece a la Unión Europea.

Política de juzgados

Durante el año 2009 y los inicios de 2010 la política ha seguido en los juzgados y seguramente continuará mucho más allá de las elecciones de 2011, que ya están a la vuelta de la esquina. Los sumarios son extensos y las partes maniobran en función de sus intereses políticos. Los casos de Arona y Granadilla siguen abiertos y en las diligencias previas desde que comenzaran hace un par de años. En el caso de Arona, el alcalde José Alberto González Reverón puede ser inhabilitado como cargo público, lo que sería un duro golpe para Coalición Canaria. Aunque ese pleito judicial puede alargarse mucho en el tiempo si se presentan recursos a las decisiones judiciales.

Los pleitos judiciales han supuesto una paralización del Ayuntamiento de Arona en asuntos tan relevantes como el Plan General de Ordenación, de cuya entrada en vigor depende la construcción de centros sanitarios y educativos. De todos modos, algo ha fallado en Arona y me temo que las cosas no se venían haciendo bien, pero no sólo en los dos últimos mandatos, sino mucho antes.

El PSOE denunció en la Fiscalía del Territorio de Madrid ciertas irregularidades que terminaron con detenciones de técnicos e imputaciones de políticos, aunque eso no supuso un obstáculo para la actual mayoría absoluta de Coalición Canaria. Ahora, el PSOE aronero está dividido. El enfrentamiento entre el actual secretario general, José Julián Mena, y el portavoz municipal, Francisco García Santamaría, venía de tiempo atrás. Pero este año Santamaría ha sido defenestrado por Mena, que contó con el apoyo del conocido empresario y constructor Agustín Marichal.

Los propietarios del Plan Parcial El Mojón, más de un millón de metros cuadrados entre la autopista y Los Cristianos, están que trinan con los retrasos del Plan General. Habían hecho grandes inversiones, tanto para los accesos a Los Cristianos y al puerto como para las urbanizaciones previstas, con viviendas de protección oficial y lugares de esparcimiento, que están paralizadas hasta que entre en vigor el Plan General de Ordenación de Arona.

En el caso de Granadilla, los políticos imputados son del PSOE, partido que gobernaba en el municipio en el mandato anterior. La instrucción ha cambiado de juez por traslados y nuevas incorporaciones. Y en Granadilla los socialistas también están divididos. El secretario general, Fidel Rodríguez, imputado en el caso al igual que el portavoz municipal, Jaime González Cejas, ya han mostrado a la opinión pública sus discrepancias sobre la repetición de la candidatura de Cejas para las elecciones de 2011 y se tendrá que celebrar un proceso interno de elecciones en el partido.

Un poco más allá, a San Miguel de Abona, también llegaron las investigaciones judiciales en 2009. Y las mismas terminaron con la detención del ex alcalde de Coalición Canaria, Arturo González, y de personal técnico. Poco más se ha sabido de este caso tras aquellas detenciones.

Malas noticias

El pasado mes de noviembre una avalancha de tierra y piedras del Acantilado de Los Gigantes supuso la muerte de dos bañistas en la playa de Los Guíos, ubicada en el municipio de Santiago del Teide. La tierra se había humedecido por un escape de agua de riego y se produjo un desprendimiento de gran magnitud, como nunca se había visto. Una joven vecina de Arona y una turista de mediana edad murieron sepultadas por el derrumbamiento. Un accidente al que se sumó la noticia de un desprendimiento anterior, hacía un mes, pero a menor escala. Tras el suceso hubo un debate sobre si existía o no precinto y sobre si la playa se debería haber cerrado completamente al público, como permanece ahora hasta que se lleven a cabo los trabajos necesarios que garanticen la seguridad de la zona de baño.

Ayuntamiento y Delegación del Gobierno del Estado se echaron culpas mutuamente, mientras la Guardia Civil investigaba lo sucedido. Por su parte, los familiares de la joven vecina del municipio de Arona han pedido responsabilidades por su fallecimiento y han resultado imputados tanto el alcalde, Juan Damián Gorrín, que ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones municipales, como técnicos municipales y de la Dirección General de Costas del Estado. Todos ellos han tenido que ir a declarar a los juzgados de Arona.

No es el desprendimiento de la playa de Los Guíos la única noticia negativa –y luctuosa– que ha afectado al sur de Tenerife. En 2009 también se produjo otro caso en el sur de la isla que se difundió en los medios de comunicación de toda España. Diego, un madrileño que residía en el municipio de Arona, fue detenido por una cadena de errores y salió en los periódicos como el pederasta y asesino de una niña muy pequeña. Tras los informes forenses se descubrió que la niña había muerto por culpa de una caída que había sufrido días antes. Diego, compañero sentimental de la madre de la pequeña, la llevó un médico y éste consideró que había abusado de ella y fue detenido. Pocos días antes también vio a la niña otro médico tras la caída. Lo sucedido recordó la carencia de medios sanitarios en el sur de la isla y la necesidad de un buen servicio de pediatría, pues una sociedad avanzada necesita médicos especialistas.

No hay optimismo en este resumen porque el año 2009 y los primeros meses de 2010 se han caracterizado por los efectos de la crisis en una economía con problemas estructurales en la que el turismo ha resistido; y en el ámbito de la política han aumentado los casos de posibles delitos de algunos dirigentes. Los partidos calientan motores para las elecciones de 2011 y ya se nota en el ambiente el inicio de la carrera electoral, que sin duda estará marcada nuevamente por los pleitos abiertos en los juzgados, que para unos son judicialización de la vida política y para otros el resultado de gobiernos de amiguismos y corrupción.

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