Canarias busca desarrollar un sistema de seguridad basado en la especificidad de la Comunidad Autónoma, que vertebre su geografía fragmentada con el mar territorial. Una apuesta que viene emanada en las directrices del plan de seguridad canario que culminará con la creación de la policía canaria.
La asignatura pendiente de la administración regional estará en educar a sus ciudadanos para que conozcan y hagan buen uso de sus sistemas de emergencia y seguridad, de los que en definitiva también forman parte. Desde la creación de las salas operativas del centro coordinador de emergencias y seguridad 1-1-2, el salto hacía adelante de la protección civil canaria ha sido espectacular. No sólo por la creciente demanda por parte de la población autóctona y foránea de este servicio, sino por la operatividad demostrada en situaciones de crisis. Aunque queda mucho por realizar en acciones de futuro, la realidad es que las emergencias canarias logran mover un recurso sanitario, de rescate o policial en tan solo cuatro minutos, a pesar de la dificultad territorial.
Ha quedado demostrado que el Servicio de Urgencias Canario, los recursos aéreos de los Grupos de Intervención de Emergencias (GIE), los consorcios de bomberos y los distintos cuerpos policiales han dado saltos cualitativos y cuantitativos ante la sociedad a la que sirven. No podía ser menos en una comunidad autónoma que recibe casi doce millones de turistas al año y en la que viven más de un millón novecientas mil personas. Los centros de emergencias insulares previstos por el Ejecutivo Regional darán otro impulso a la gestión de las emergencias en el Archipiélago. Finalmente, la creación de la policía canaria cerrará este círculo, aunque este cuerpo policial deberá ser muy especializado. Sus unidades operativas deberán adaptarse a la nueva realidad canaria: inmigración, policía social, turística y prevención de los delitos.
A todo esto hay que sumar el esfuerzo de la administración central que ultima un nuevo plan de seguridad integral para el Archipiélago. Este documento, recientemente plasmado para su aprobación, no sólo hace incidencia en el servicio de policía. Para ello habrá que desarrollar un servicio de Salvamento Marítimo y vigilancia costera con la colaboración del Estado y el Ejecutivo Canario que salvaguarde nuestras costas y el mar territorial del archipiélago de la contaminación marina, contrabando, estupefacientes, y tráficos ilícitos con seres humanos. La coordinación de las diferentes administraciones, central, regional, insular e incluso local será determinante para que el sistema funcione, buscando fórmulas novedosas para su aplicación. Todo ello con el Plan Territorial de Emergencias de la Comunidad Autónoma y los diferentes planes insulares y municipales de protección civil.
Riesgos y enseñanza
Los riesgos a los que se enfrenta Canarias son varios, desde el volcanismo activo a las olas de calor o de frío. Y todo ello sin olvidar las crecidas o corridas de los barrancos, así como el peligro potencial que representan industrias como la refinería de Santa Cruz de Tenerife, ubicada en pleno casco urbano de la capital tinerfeña. Además, es necesario llevar a cabo una correcta vigilancia de nuestras playas y espacios naturales protegidos. El último eslabón de la cadena reside en la formación y la enseñanza en una doble vertiente. Se hará necesaria, más pronto que tarde, la creación de una “ciudad de la seguridad”, donde se combinen las academias de las diferentes disciplinas aparejadas a los servicios de emergencia. Y lo que es más importante: habrá que llevar a las escuelas y centros de enseñanza públicos, privados o concertados, una educación desde la infancia sobre la protección civil.
Sólo de esta manera las nuevas generaciones conocerán los riesgos a los que se enfrentan, adquiriendo por esta vía una cultura propia de la seguridad.
Condecoraciones 2004
El Gobierno de Canarias concedió el pasado mes de marzo sus Condecoraciones de Seguridad Pública de Canarias 2004. En dicho acto se galardonadó a los integrantes del hellicóptero medicalizado del Servicio de Urgencias Canario (SUC) fallecidos en el accidente acaecido el 30 de marzo de 2004 cerca de la presa de Chira, en Gran Canaria, así como a Manuel Sosa Medina, conocido como Sandokán y a Raúl Hernández García, policía local de Tuineje, por sus actuaciones en el rescate de vidas humanas. Así, se acordó el ingreso en la Orden al Mérito a la Seguridad Pública, así como la concesión de las correspondientes medallas con distintivo de color oro y con una dotación económica de doce mil euros, al personal del helicóptero medicalizado del Servicio de Urgencias Canario fallecido en el accidente de la presa de Chira (Orlando Rodríguez Brito, médico del SUC, Carolina Pérez Medina, enfermera del SUC e Ignacio Hernández León, piloto del helicóptero medicalizado del SUC). Asimismo, recibió la medalla con distintivo color plata sin dotación económica la línea Fred. Olsen por su colaboración en los incendios de la Isla del El Hierro acaecidos en el verano de 2003. También ingresaron en dicha orden y recibieron medallas otras personas que han destacado por su labor en el rescate de vidas humanas y que han sido propuestas por los ayuntamientos. En este sentido, a iniciativa del Ayuntamiento de Arucas, con distintivo color plata y con dotación económica de seis mil euros, Manuel Sosa Medina, Sandokán, por su actuación en más de doscientos rescates de personas en el mar. Y a iniciativa del Ayuntamiento de Tuineje, con distintivo color plata y con una dotación económica de seis mil euros, Raúl Hernández García, policía local de Tuineje, que intervino en el rescate de siete personas que viajaban en una patera y colaboró en el rescate de otras veintisiete.
