Uno de los fenómenos más notorios que ha tenido la vida canaria en los últimos tiempos es la irrupción de la gastronomía como un hecho percibido de manera destacada por sectores cada vez más amplios de la sociedad. Las islas exhiben una oferta de restaurantes de buen nivel, equiparable al de regiones situadas en primera línea por su cocina.
En Canarias siempre ha existido una afición a la buena mesa, a los vinos y a la degustación de los mismos en compañía familiar y de amigos. Pero en estos años han surgido nuevas ópticas, tales como, por una parte, su apreciación como un referente social y cultural; por otro, la de transmitir unas señas de identidad de los canarios mediante el reconocimiento de unos sabores que se consideran propios, y, en tercer lugar, pero no menos relevante, la percepción de la importancia económica que la actividad tiene como atractivo añadido en una oferta turística a la que no le basta ya sólo con hablar de sol y playa.
Se aprecia, asimismo, el nada desdeñable efecto que se desarrolla en el mercado laboral, con un aspecto más visible, el de bares, restaurantes y departamentos de cocina y comedor de establecimientos hoteleros, -subsectores que por la necesidad de la función requiere numerosos puestos de trabajo, que, directamente, son centenares de miles de empleos- y, además, el impacto que representa esta demanda en la supervivencia de producciones agroganaderas de las Islas. El espectacular desarrollo de los vinos canarios tiene detrás las hectáreas de viñedos que contribuyen al mantenimiento del paisaje; y el consumo, por ejemplo, de papas de calidad, ha sostenido cultivos en determinadas zonas de medianía, con difíciles alternativas de subsistencia. ¿Y qué decir de la producción de quesos, con su cada vez mayor cabaña caprina en las Islas de árida geografía?
Este proceso, que no es único de Canarias, sino que se ha desarrollado también en otras comunidades españolas, pero que en el Archipiélago se ha producido -aunque no por igual en todas las Islas- con características propias, ha generado una notoria mejora de la restauración pública, especialmente en Gran Canaria y Tenerife, donde, en pocos lustros, se ha alcanzado una oferta de restaurantes de buen nivel equiparable al de muchas otras regiones situadas en primera línea por su cocina.
Las instituciones canarias se han ido sumando a esta actividad de una manera importante, desde el Cabildo de Tenerife, pionero en nuestro país en un proyecto integral para este sector, como es su Plan de Gastronomía, al del Cabildo de Gran Canaria, con su Concurso Gastronómico Gran Canaria, una Isla de Sabores, que es algo más ambicioso que un mero certamen, pasando por muchas otras iniciativas de distintas corporaciones y de la propia Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, incorporada en los últimos años a la promoción en este campo, especialmente a través de la empresa pública Hecansa.
La importancia que ha adquirido la gastronomía en el ámbito social tiene su reflejo -como no podía ser menos- en los medios de comunicación. Canarias puede vanagloriarse de contar con uno de los eventos de su tipo más antiguos de España, los Premios de Gastronomía de Diario de Avisos, que han cumplido veinte años, pioneros en su momento, pero que hoy tienen su reflejo en las excelentes páginas y espacios especializados que prácticamente dedican todos los medios. Todo este movimiento social y económico ha adquirido un impulso que permite suponer que la información gastronómica ya no será una invitada ocasional en los medios canarios, sino que cada vez más tendrá una personalidad propia y una presencia frecuente acorde con la creciente influencia que posee en los intereses, no sólo de ocio, sino culturales y económicos, de los canarios.
Premios de vinos y quesos
Los vinos de Tenerife mostraron en la feria AgroCanarias 2005 que tienen una calidad envidiable. El Viña Norte 2003 con seis meses en barrica fue elegido Mejor Vino de Canarias 2005 y también obtuvo la gran medalla de oro dentro de los Premios de Vinos de la feria. Además, las medallas de oro del citado encuentro fueron para Sansofé y Viña Norte. Las de plata se las quedaron dos blancos, el Contiempo y el Tágara, y un tinto, el Viña Norte de maceración carbónica. Las distinciones especiales fueron para los vinos dulces Viña Frontera (El Hierro) y El Grifo (Lanzarote). El Cabildo de Gran Canaria también participa en la organización de varios concursos de viticultura entre los que se encuentran la Cata de Valsequillo y la Cata Insular de Gran Canaria. Además, en Gran Canaria se realizan catas y certámenes organizados por algunos de los ayuntamientos de la isla.
En el concurso regional de quesos que también tuvo lugar en AgroCanarias, el lugar más alto del palmarés lo ocupó el queso de cabra semicurado El Manchón, con Denominación de Origen Queso Palmero. El premio al queso pasteurizado tierno fue a parar a la quesería El Faro de Teguise (Lanzarote); el de cuajo vegetal para El Cortijo (Fuerteventura); el de cabra cruda tierno se lo llevó Las Lameras (La Palma). También fueron distinguidos ex aequo los quesos de cabra cruda semicurados El Manchón y Tajogaite, los dos con Denominación de Origen La Palma.