Universidad La Laguna: conflicto, modernidad e innovación

La realización de un balance reflexivo sobre cómo ha tratado 2004 a la Universidad de La Laguna (ULL) requiere un esfuerzo de relativización. En el año 2004, la ULL ha tenido que superar dos desafíos: un conflicto docente y el inicio de acciones estratégicas para sentar las bases hacia la convergencia europea en materia de formación superior

El conflicto docente generado en la Universidad de la Laguna nace de la reivindicación histórica de la homologación salarial del profesorado con el resto de los funcionarios de la Comunidad Autónoma, proceso que el Gobierno de Canarias había iniciado en el año 1991 con los docentes de la enseñanza primaria y de la enseñanza media y del que dejó fuera a la enseñanza universitaria. Este conflicto, como se verá, enlaza con el reto que supone el inicio de acciones estratégicas para sentar las bases hacia la convergencia europea en materia de formación superior, que va a cambiar, en muchos aspectos, el actual mapa universitario de España, habida cuenta que afecta a las titulaciones, al establecimiento de un sistema formado esencialmente por dos ciclos (Grado y Posgrado), a la aceptación de un nuevo sistema de créditos universitarios (ECTS) y a la promoción de la movilidad internacional de alumnos y profesores, así como la generalización de la cooperación europea en temas de calidad.

Respecto del conflicto docente que desembocó en la huelga de mayor duración de la historia de la Universidad de La Laguna -y que fue seguida por un porcentaje más alto del profesorado, pues en muchas facultades ha llegado hasta el 92 % de su plantilla de profesores- hay que destacar dos cuestiones. En primer lugar, la reivindicación ha sido apoyada por un sector muy amplio del alumnado, hecho inédito hasta ahora en los conflictos habidos en la Universidad, de cuyo desarrollo los alumnos habitualmente se han mantenido al margen. En segundo lugar, aunque el conflicto docente se inició en La Laguna ha sido seguido, mayoritariamente, por el profesorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, marcando un nuevo proceso de interrelación entre ambas universidades canarias, hasta ahora de espaldas una de la otra.

Estas circunstancias obligan a interpretar el conflicto en claves que van más allá de una reivindicación salarial estricta, o del intento de lograr la reparación de un agravio comparativo respecto del resto de los docentes. Hay hechos que lo demandan. A saber, el conflicto se inicia con un rechazo en el mes de septiembre de un modelo de evaluación de la excelencia del profesorado propuesto por la Consejería de Educación, modelo que forma parte no sólo de una nueva política retributiva del profesorado, sino, particularmente, de una nueva política de financiación de la Universidad. El conflicto surge por la comprobación de que el nuevo modelo de evaluación de la excelencia está lejos de los parámetros de excelencia establecidos para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior y ante la verificación de que la financiación de la Universidad estaba lejos de ser suficiente para adaptar las titulaciones al marco europeo. Esto explica la extensión del conflicto y el apoyo recibido en amplios sectores del alumnado.

El conflicto docente ha estado, pues, desde sus comienzos, entrelazado con las nuevas exigencias de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior, proceso que exige un aumento de los fondos, incluso, para articular unas titulaciones de postgrado de calidad y para retribuir el aumento de la dedicación horaria del profesorado a la enseñanza y a las tutorías del alumnado. ¿Cómo ha asumido la Universidad de La Laguna estos dos desafíos y cómo se prepara para el futuro? Hay que decir que los está resolviendo de manera satisfactoria y esperanzada, a pesar de las complicaciones que engendran los cambios estructurales en el sistema de titulaciones y de créditos.

La Universidad de La Laguna, a pesar de la huelga docente, ha iniciado en varias áreas disciplinares durante el año 2004 los cursos pilotos de adaptación al nuevo sistema y ha diseñado un plan estratégico que incluye indicadores de excelencia y calidad docente e investigadora que permitiría la homologación transnacional de las titulaciones. Que las medidas tomadas son adecuadas lo demuestra el hecho de que la ULL fue incluida en 2004 entre las dieciocho mejores universidades públicas (y hay 47) y que seis de sus programas de postgrado han alcanzado una mención de calidad.

Para lograr la inclusión en este ranking de excelencia se han de cumplir unos indicadores de funcionamiento institucional, recursos de bibliotecas (funcionamiento y resultados), competencia y dedicación docente y de adecuación de la estructuras de investigación a las nuevas tecnologías. Y La Laguna los ha cumplido aún en situación de conflicto. Pero, el mantenimiento en el rankig no es sólo un problema de voluntad y dedicación de docentes e investigadores. Es, también, un problema de recursos disponibles, desde recursos humanos, personal de todo tipo, hasta recursos físicos y de equipamientos. Y, desde luego, de dignidad de la función docente. La responsabilidad mostrada en la gestión del conflicto por la comunidad universitaria hacen concebir esperanzas fundadas sobre el futuro de la Universidad de La Laguna.

Profesorado universitario

La Universidad de La Laguna contaba en el curso 03-04 con un total de 1.824 profesores universitarios, de los que 228 (un 12,50%) eran catedráticos de Universidad y 783 (un 42,93 %) eran profesores titulares de Universidad o catedráticos de Escuela Universitaria. También había 197 (un 10,80%) profesores titulares de Escuela Universitaria, 608 (33,33%) profesores asociados y otros ocho (0,44%) no incluidos en ninguna de estas categorías. Eso sí, el reparto por cátedras no era equitativo y, por ejemplo, el departamento de Anatomía e Histología (23 componentes) cuenta con siete catedráticos, quince profesores titulares de Universidad y un único profesor asociado, mientras que en el departamento de Derecho Constitucional, de similares dimensiones (20 componentes) figuran 17 profesores asociados, un profesor titular de Escuela Universitaria, un profesor titular de Universidad y un catedrático. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria cuenta con un total de 1.531 profesores universitarios, de los que 117 son catedráticos de Universidad.

Facebook
Twitter
LinkedIn
COrreo-e
Imprimir

Patrocinadores

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad